Kubo explota en Donostia y solo piensa en seguir en la Real Sociedad
El japonés está mostrando su máximo nivel en la Real, adaptado a la ciudad y disfrutando con su familia de su año de confirmación.
San Sebastián se ha convertido en un oasis donde los futbolistas muestran su mejor cara. Le sirvió de trampolín a Martin Odegaard, Carlos Vela encontró su hábitat y Take Kubo ha explotado en la ciudad de La Concha. La Real Sociedad camina firme hacia una nueva participación en la Champions League una década después con el japonés como gran figura. Su nombre aparece en el radar de grandes clubes, pero él tiene claro que su futuro pasa por seguir a las órdenes de Imanol Alguacil, el entrenador que le ha permitido explotar en LaLiga, y así se lo ha trasladado a su club.
La exhibición en los dos últimos partidos ante el Real Madrid y el Girona confirmó su nivel y mejoró sus estadísticas con un gol y una asistencia que contrastan con sus últimas temporadas en la élite. Más allá de la edad, Kubo ha encontrado la madurez en un escenario en el que se encuentra cómodo junto a jugadores de máximo nivel y siendo una pieza más del engranaje txuri-urdin. Rodeado de futbolistas como David Silva, Mikel Oyarzabal, Brais Méndez, Mikel Merino o Alexander Sorloth ha potenciado sus números.
A estas alturas de la temporada suma ocho goles y cuatro asistencias. Mejores cifras que las que logró en la suma de sus tres temporadas entre Mallorca (dos etapas), Villarreal y Getafe. Tres años en los que celebró seis dianas y cuatro pases de gol. Su explosión actual contrasta aún más con lo conseguido en las dos últimas campañas, cuando apenas pudo anotar un gol en Getafe y otro en Mallorca, números que parecían un frenazo a su crecimiento como futbolista.
De hecho, ese rendimiento es el que no le permitió seguir en el Real Madrid y le llevó a ser traspasado a la Real. Roberto Olabe perseguía su fichaje desde hace temporadas y era el gran valedor de su fútbol. Hubo muchas críticas al mismo, pero el tiempo ha dado la razón al director deportivo realista y al propio futbolista, que confiaba en poder dar un paso más en un equipo construido para competir en la zona noble de la tabla y con un estilo que se adapta mejor a su juego. De hecho, uno de los aspectos que más ha sorprendido en el grupo -más allá de su humor- es su ambición y la confianza que tiene en sí mismo.
Kubo suma seis goles y una asistencia desde enero, convertido en el mejor jugador realista en este tramo de la temporada.
Todo ello ha explotado en 2023, tras el Mundial de Catar. Ya era importante en el primer tramo de temporada, pero el japonés se ha convertido en el mejor jugador txuri-urdin en el nuevo año. Seis de sus ocho goles han sido en estos últimos meses y ha demostrado ser decisivo jugando en la doble punta o tirado a banda derecha, donde está actuando los últimos partidos. Lógico que haya despertado el interés de clubes europeos y que incluso Ancelotti dijese que le están "mirando" y destacase que "está jugando muy bien".
Kubo no se da por aludido. "Yo el año que viene, 100% txuri-urdin", dijo tras ganar al Real Madrid con gol suyo. Lo hizo en una rueda de prensa con muchas bromas, con su humor particular que encandila a los periodistas locales y a los redactores japoneses, que cada vez son más ocupando la zona de prensa del Reale Arena. Prefirió no hablar del Real Madrid porque está convencido de que seguirá jugando en el club donostiarra la próxima temporada.
Así se lo ha transmitido al club en varias ocasiones. Ha traslado que no quiere escuchar ofertas y que en estos momentos su sueño es disputar la máxima competición continental con la camiseta de la Real. Se siente valorado en el club, adaptado a una ciudad en la que ha encontrado sus lugares preferidos, con un restaurante nipón predilecto como conexión con su país, y acompañado de su familia.
Ahí radica una de las grandes diferencias con experiencias pasadas. Take acostumbraba a viajar con su madre como única compañía. Así lo hizo en Mallorca, Villarreal y Madrid, pero ahora en San Sebastián tiene un apoyo más que es muy importante en su día a día. Su hermano pequeño, Eiji Kubo, que vivía en Japón con el padre de la familia, ha cambiado Asia por Donostia, y es uno más en el clan japonés en Zubieta. Está jugando en el Cadete Liga Vasca de la Real y vive el día a día con su hermano mayor.
Se ha adaptado a la perfección a la ciudad y se ha ganado también el cariño de toda Gipuzkoa. Una de las muestras es lo que sucedió hace unas semanas en un acto promocional al que acudió para firmar autógrafos en Lasarte-Oria. Las previsiones del club se superaron ampliamente y el japonés pasó más de tres horas firmando autógrafos y haciéndose fotos.
Debutar en Champions League
Su experiencia en la Real le ha permitido ser importante en un equipo que ha disputado la Europa League y que está a un paso de jugar la Champions. Una competición en la que nunca ha tenido la oportunidad de jugar y que le ilusiona. "A mí me van los partidos grandes", dijo antes del choque ante la Roma de este curso. Esa ambición, que también ha demostrado en la previa de los derbis vascos, es la que quiere seguir teniendo en San Sebastián.
En la Real son conscientes de que se avecina un verano largo. Con ofertas por varios de sus jugadores, sobre todo Mikel Merino, Zubimendi y Kubo, confían en poder mantener el grupo. La última vez que se clasificaron a la Champions, la exposición de su fútbol llevó a perder a Asier Illarramendi, pero esta vez creen que han construido un proyecto ambicioso que sirve de aliciente a sus futbolistas estandartes a seguir al menos un año más en la dinámica para disfrutar del culmen del proyecto ante los mejores equipos de Europa.