Julio Ruiz: "Lo ideal es seguir con Simeone hasta que termine de cocerse Fernando Torres"
El mítico periodista musical, ahora con 'Todos los discos son grandes', repasa la actualidad del Atlético con Relevo.

Julito se hizo socio del Atleti en 1958 con tan solo 6 años gracias a su tío Gregorio, maestro de escuela en la calle Tribulete. Con el paso de los años, se convirtió en una eminencia del periodismo musical de este país. Don Julio Ruiz Llorente. 50 años con Disco Grande y ahora con Todos los discos son grandes, en Subterfuge Radio. Pero sus primeros 13 años de carrera los dedicó también al periodismo deportivo, en Marca. "Papá, te has dedicado al periodismo deportivo y musical, una p… mierda", le suele vacilar su hijo, también periodista afincado en Londres, pero en el ámbito económico.
Quedamos con él en un día de luto para el Atlético, apenas unas horas después de la eliminación de la Champions tras el penalti de Carrasco. Pero la moral es lo último que pierde un aficionado rojiblanco. "De desgracias sabemos un rato con Timisoara, OFI de Creta o Sion. Así que nosotros nos ponemos la camiseta del Atleti siempre los días después de las derrotas", subraya. Este café promete. "Me acuerdo de una anécdota como periodista deportivo. Fue en el regreso en un coche-cama tras un partido del Atleti en Donosti, que Luis Aragonés me invitó a que fuera a su vagón para hablar con él de todo lo que había pasado en el partido. Estuvimos toda la noche hablando. Eran otros tiempos y otra cercanía. Hoy es impensable", nos cuenta enlazando subordinada a subordinada, como cuando se pone al frente de un micro con su inconfundible y brillante estilo. Su partido a partido en la música fue dar voz a grupos emergentes, así que conoce de sobra nuestro lema: "Todo deporte tiene sus reglas hasta que alguien las cambia". No le llevamos maqueta, pero sí una grabadora. Nos hace sentir como en casa en la pizzería Novecento, de Aluche, junto a Adela y Quique.
Hoy no falla la camiseta del Atleti…
Es lo que digo siempre, si quieres tener 14 Copas de Europa: sólo tienes que cruzar de acera y ya está. La cabeza agachada sólo para besar el escudo.
Es curioso que empezara usted siendo periodista deportivo, ¿con qué se inició?
En el Marca, en el año 75, con las Tercerolas, clasificaciones y cosas de baloncesto también. Fui cronista en una de las Copas de la UEFA del Madrid ganada con Molowny. Y con Martín Narrillos me ocupé de la información del Atleti. Una de las primeras cosas que hice en Marca fue llamar a los deportistas para preguntarles sobre la muerte de Franco: Carudel (jockey), Isacio Calleja (Atlético de Madrid)... En Marca estuve 13 años hasta que nació mi hijo en el 89 y salí de allí sin un buen sabor de boca.
¿Por qué?
Bueno, me quedé sin mi principal ocupación, que era el periodismo deportivo por aquel entonces. Disco Grande fue un hobbie mínimamente remunerado hasta que en 2007 me hicieron fijo. Yo conocí dos periódicos de corta vida como El Sol y La Información de Madrid. Me gustaba lo que hacía. Recuerdo que tras un Athletic-Atlético, me fui a la casa de Goikoetxea. A lo mejor tú no te acuerdas del futbolista…
¿A preguntarle por la patada de Maradona?
¡Eso! Creo que le pusieron 18 partidos de sanción. Pues en el Marca al principio la cosa iba en una página, en la contra y acabó en las centrales. Le hice tantas preguntas como partidos le metieron. Era la hostia. Por cierto, Andoni Goikoetxea, un tío fantástico que luego jugó en el Atlético.
Igualito que ahora. ¿Cómo era la relación con los deportistas?
Lo hice en mi perfil antiguo deportivo y en el musical: siempre he sido muy cercano, pero he sabido mantener las distancias. No se me ocurre decirle a un músico: "Oye, a lo mejor tendrías que meterle una base a esta canción". La semana pasada estuve con Soleá Morente, Costa Brava y Maika Makovski y recibí una catarata de abrazos.
¿Por qué le quiere tanto la gente?
Quedaría muy petulante decir porque me lo merezco (risas). Si alguien dice hip-hop, no va a llamar a mi puerta. Pero si viene alguien maquetero, es raro que no le dé bola. Lo que hago en el año 91 no es otra cosa que lo que debía hacer la radio pública. Y yo intento abrir la puerta a grupos emergentes porque, por aquel entonces, andábamos aún con la resaca de la resaca de la resaca (sic) de La Movida. Por eso me quito el sombrero con Radio Futura, página dorada del pop de este país: hasta aquí hemos llegado y ya está. Hay nombres, que no te los voy a dar, que han arrastrado su etiqueta de garantía, pero hay un momento que tienes que decir adiós, porque vienen las nuevas generaciones llamando a la puerta. Empiezo a dar bola a los mal llamados grupos indies, como si fuera un estilo de música, cuando en realidad es gestionar la música de forma independiente. En marzo o abril de 1992 pongo la mítica maqueta de Los Planetas y, a partir de ese año, es lo que llamo yo el kilómetro cero del territorio indie.
Ahora todo el mundo se pone la etiqueta indie…
Creo que algunos artistas del mundo indie se han hecho indie mainstream y se están asemejando a lo que era antes.
"Miguel Ángel Ruiz, Clemente Villaverde y Quique Ramos se venían conmigo después de los entrenamientos a comprar discos a Escridiscos"
¿Se ha degenerado el concepto?
De alguna manera. Ahora te llama un grupo y te dice: "Somos los Pichurris del Volga, una banda de Tomelloso y hacemos indie". Es un ejemplo que no existe. Indie no es un estilo, es una forma de gestionar la música.
Casi sólo falta que se sumen los futbolistas al indie…
Mira, me acuerdo de la mítica tienda Escridiscos. Había algunas veces que entrenaba el Atleti y me iba a comprar discos. A veces había tres futbolistas, bueno sobre todo dos, que venían conmigo: Miguel Ángel Ruiz, Clemente Villaverde y Quique Ramos. Eran fans de Van Morrison, del power pop… Tenían buen gusto musical.
Como los futbolistas de ahora, ¿no?
(Risas) Históricamente los futbolistas no han tenido buen gusto. Estos que te digo eran la excepción de la regla. Les gustaba mucho Paul Collins, James Taylor, John Cougar…
¿Qué música ponen ahora en los vestuarios de fútbol?
Flamenco y reggaeton. La gilipollez en Francia cuando a Mbappé le cantaban el por qué te vas. Yo conocía a Jeanette cuando era cantante de los PicNic y todos estábamos enamorados de ella. A lo que voy, yo seguí a Los Bravos, Los Ángeles, Los Mitos, Los Pasos en los 60. Mucha gente sigue ahora los 70. Viví La Movida y en el 91 empecé a dar bola a esta movida incipiente. A partir del 2000 y 2010 fue una continuación del fenómeno independiente. Me gustaban todos los estilos. Pero es la primera vez que los sonidos actuales me pillan a traspié. Sé valorar los estilos, como a Rosalía cuando hizo la versión de Los Chunguitos.
Tiene la agenda más ocupada que nunca. ¿Cómo está siendo esta época para usted después de dejar Disco Grande?
Fue terrible el día que dejé Radio 3, el 18 de junio de 2021. Yo me autojubilaré cuando quiera. Estoy haciendo un montón de cosas, pero todo es hobbie puro y duro. Desde Subterfuge Radio me ofrecieron su casa desde el primer día y donde subo mi podcast cada semana a la red. También hago una colaboración con Muzikalia.
Si le dicen hace 50 años que iba a tener esta vida, ¿se lo hubiera creído?
La verdad es que no. En aquella época, en los años 70, tuve la posibilidad de entrar en la universidad. Estaba enamorado de la radio, pero por cuestión familiar no estaba bien visto el oficio de periodista. No tenía valor para ser médico y empecé estudiando Biológicas. Entonces, te voy a contar una anécdota. Tuvimos un partido de fútbol entre Biológicas y Físicas para aprobar la María de Educación física.
¿Se le daba bien el fútbol?
Bueno, no especialmente. Tenía zurdita, pero mi hijo sí llegó a jugar en la cantera del Atleti y fue compañero de promoción de Álvaro Domínguez.
¿De qué jugaba?
Por arriba y por banda. Él sí se podría haber dedicado la vida al fútbol porque tenía trazas. Bueno, el caso: me meten un balón en profundidad y el portero sale como una locomotora. Me levanto y las chicas empiezan a animarme, pero yo veo que la rodilla se me va. Toma, ¡triada! Cuando no había artroscopia: me abrieron la rodilla como una lata de melocotón. Entre junio y septiembre no me presenté a ninguna asignatura por la lesión y la Facultad me echó. Fue entonces cuando formo parte de la primera hornada de la Facultad de Ciencias de la información.

Ahora que volvemos al periodismo, ¿se muere la radio?
Creo que no. El concepto de escuchar la radio ha variado. Ahora salgo del estadio y un chico me dijo el otro día: "Julio, muy bien ayer que te oigo por el podcast". La gente te oye cuando quiere y parece que es radio.
¿Le reconocen mucho por el Metropolitano?
Algunas veces me piden fotos y creo que la popularidad creció a partir de que me hiciera Twitter. Todo el mundo me ve súper activo. Escribo dos o tres cosas del Atleti, dos o tres de música, pero creo que todavía no es comparable mi popularidad en el mundo musical con el futbolístico.
¿Se puede mantener la pasión a lo largo del tiempo de forma continuada?
En mi primera época era más calmado. Luego, tras dejar el periodismo deportivo y salgo del armario, me vuelvo a hacer socio con mi hijo, en la temporada con otro fatídico penalti en Champions con Esnáider ante el Ajax (96-97). Mira, otro día desgraciado. Ahora me dicen: "Julio, eres más hooligan que nunca". Mi segunda época es más arrebatadora.
¿Quiénes son más difíciles de tratar? ¿Futbolistas o artistas musicales?
Mi época no es comparable a esta. Debe estar en el archivo de Marca una foto mía con Leivinha caminando en el Calderón. Recuerdo perfectamente como luego me dijo: "Julio, tengo que ir a buscar a mi mujer al centro. Si quieres sube en mi coche y te llevo".
"A lo mejor dentro de unos años echamos de menos estas noches aciagas porque no jugamos en la Champions"
¿A quién le gustaría entrevistar ahora del Atleti?
Daría mi reino por entrevistar a Simeone.
Bien, vamos a hacer un paralelismo. Usted mismo decía que en el mundo de la música llega un momento que debe renovarse el panorama. El Cholo lleva 11 años en el Atleti. ¿Hasta cuándo?
Va a haber Simeone para rato. Nos han echado de la Champions por segunda vez en 10 año. A lo mejor ganamos la Europa League, que me da pereza a mí. Pero si no entramos en la Europa League, sería un agujero económico gordo. A lo mejor dentro de unos años echamos de menos estas noches aciagas porque no jugamos en la Champions. Antes de Simeone, teníamos la UEFA de Quique y la Supercopa. Ya está.
¿Es cholista entonces?
Sí, pero ni le saco a hombros ni le critico como aquellos que dicen que el equipo aburre o no compite. Los que mandan tienen un escudo buenísimo con Simeone. Si se va el Cholo va a venir un técnico de segunda línea. ¿De verdad se piensa la gente que va a venir Klopp o Luis Enrique? Mira, el otro día que cenamos con Ufjalusi en la peña de Los 50. En tres temporadas en el Atleti tuvo cuatro entrenadores: Javier Aguirre, Abel, Santi y Quique Sánchez Flores. Miguel Muñoz fue entrenador del Madrid no sé cuántos años. ¿Sabes lo que sería perfecto? Seguir con Simeone hasta que termine de cocerse Fernando Torres. Lo tengo clarísimo. Me da miedo una transición de por medio. El Atleti ha tenido entrenadores que en su puñetera vida podían haber pensado entrenar al Atleti.

Por cierto, ¿qué le parece la música que ponen en el Metropolitano?
Mira, el otro día viví un detalle impresionante. Para empezar, que un tema de ACDC sirva para calentar el ambiente lo veo genial. Creo que se ha ganado mucho en los últimos tiempos respecto al Calderón en cuanto a la playlist. El otro día después de que sonara la de Sabina y Leiva, hubo un momento de pausa con los jugadores en el túnel y, para mi sorpresa, empezó a sonar el Papa Was a Rolling Stone, de Temptation. ¡La versión larga de 12 minutos! Mi amiga Natalia Freire me ha dicho que el culpable es el speaker.
Por último, si tuviera que montar una playlist para la Champions del año que viene en el Metropolitano, ¿qué pondría?
Pondría a los Beatles, los Rolling, los Animals, los Kinks, los Lovin' Spoonful… Música sesentera. Me viene a la cabeza la música del Calderón, una rumana de Dragostea, que era una canción horrorosa. La verdad es que en eso sí que hemos mejorado, en la música ambiental. A lo máximo que he llegado, que no me quedé muy satisfecho, fue pinchar en el Metropolitano.
¿Qué pasó?
Me curré una lista de canciones acoplables a cánticos del Atleti: Enamorado de la moda juvenil de Radio Futura ("enamorado del Atleti de Madrid"), el Moonlight Shadow ("yo te quiero Atleti"), Rivers of Babylon de Boney M., Soy un socio del Atleti de Glutamato Ye-Yé... Pero la gente que estaba delante no tenía ni p.. idea. Me sustituyó alguien y empezaron a cantar y venirse arriba con el Venao.
Bueno Julio, a veces la vida del DJ es como el lanzador de penaltis. No sabes por dónde va a salir el balón, ni el público...
Son cosas de la vida, que no salen muchas veces las cosas como uno quiere. Pero en la vida nunca hay que venirse abajo, aunque fallemos un penalti.