Yo no soy hincha del Atlético de Madrid como ustedes ya saben, yo soy la persona que cubre la información diaria del Atlético de Madrid en este medio. Desde el pasado mes de enero estoy intentando conocer un poco más cómo vive y qué siente el aficionado rojiblanco. Al final y al cabo para cubrir a un club tienes que conocer su idiosincrasia, su historia, sus puntos débiles, sus puntos fuertes y, sobre todo, intentar respetar cómo piensan.
Julián Álvarez, en su presentación con el Atleti.Atlético de Madrid
Desde hace unas semanas para acá noto mucha ilusión puesta en el Atlético de Madrid o mejor dicho, en los aficionados del Atlético de Madrid. Desde el momento que comenzó a sonar con fuerza la opción de fichar a Julián Alvarez percibo que las cosas han cambiado, que muchos aficionados tienen ganas de conocer cuáles serán los siguientes pasos y cómo terminará de conformarse la plantilla. Hay ilusión y en un club la ilusión es la gasolina más importante para que todo tenga un sentido y funcione.
La llegada de Julián es el punto de inflexión que los atléticos necesitaban esta temporada. Obviamente, los fichajes de Le Normand y Sorloth potencian, eso sí, pero conseguir convencer a un campeón del mundo en el mejor momento de su carrera, con seis años de carrera como mínimo por delante en el que todavía puede crecer, que jugaba en uno de los mejores clubes del mundo actualmente y que quiere ser la referencia de este nuevo proyecto, ilusiona. Y tiene que ilusionar.
El aficionado del Atlético de Madrid la temporada pasada vivió una montaña rusa de emociones que explica un poco lo que es ser aficionado colchonero. Ilusión en las victorias contra el Real Madrid, decepciones en forma de derrotas en Copa del Rey ante el Athletic, vuelta a sueño de ganar la Champions tras un gran partido de vuelta ante el Inter en octavos de Champions, cachetazo de realidad en Dortmund en un mal partido cuando las semifinales estaban cerca y, por último, la gran decepción de no ser capaz de competir en liga contra los equipos 'menores', con los que perdiste puntos, muchos puntos, lejos del Metropolitano.
Los aficionados del Atlético de Madrid se jactan siempre de que son uno de los que más animan a sus jugadores en casa. Y sí, están por encima de la media. Sus recibimientos en la Avenida Arcentales fueron muy bonitos, las noches marcadas demostraron estar cerca del equipo y eso lo notan los jugadores. Pero también tienen que tener un poco de autocrítica y, si silban a sus jugadores, hacerlo cuando de verdad lo merecen y no a las primeras de cambio. No se puede pasar de que todo sean halagos a que todo sean críticas en el lapso de un partido, como ocurrió la temporada pasada en determinados momentos.
Los aficionados del Atlético de Madrid se lo tienen que creer al 100% y el fichaje de Julián tiene que ser esa gasolina. El club está mejorando en muchas parcelas, no sólo en el deportivo. Tras varios años de ventas y de poca inversión, ahora el esfuerzo llega. La Ciudad Deportiva va tomando forma, el Mundial de Clubes está a la vuelta de la esquina y muchos jugadores quieren jugar en el Atlético.
La temporada es muy larga. Habrá momentos buenos y habrá momentos malos para el Atlético de Madrid. La renovación que ha llegado es necesaria pero la renovación que tiene que haber también es en la idea del aficionado. El Atlético de Madrid está creciendo y los aficionados tienen que entender que si de verdad quieren crecer, también necesitan de una mentalidad ganadora.
