El "currela" Lucas Vázquez que nadie veía en el Real Madrid cuando jugaba en el Espanyol: "¡Cómo corría! Se entrenaba en un centro... con Paula Badosa"
La primera experiencia en la élite del jugador del Madrid fue en Cornellà.

Lucas Vázquez (Curtis, La Coruña, 1991) lleva diez temporadas en el primer equipo del Real Madrid y casi 400 partidos disputados. Y si bien nunca ha sido un fijo, es uno de esos futbolistas de rotación que hacen ganar títulos. Y ya ha levantado unos cuantos, entre ellos cinco Champions y cuatro Ligas.
A sus 33 años, Lucas lleva más de media vida en el Real Madrid. Desde que Miguel Santiago, ojeador del club blanco en territorio gallego, recomendó en 2007 su fichaje cuando estaba jugando en el cadete del Ural, un modesto equipo de A Coruña. Pese a las dudas iniciales, se ejecutó la operación y desde entonces ha vestido siempre de blanco a excepción de una temporada, la 2014-15, que la jugó en el Espanyol. Fue su debut en Primera y la 'mili' del de Curtis antes de consagrarse en el Bernabéu.
"Lo teníamos controlado desde años atrás, pero ese curso en el Castilla, en Segunda División, jugó muy bien pese a que el equipo bajó. En aquel momento, tenía 23 años y no iba a continuar en el filial ni tenía hueco en el primer equipo, y nosotros necesitábamos futbolistas por banda. Así que en mayo, antes de terminar la Liga, hablé con su agente Ginés Carvajal y el Real Madrid. Me dijeron que era pronto para tomar una decisión. Insistimos y finalmente se cerró la operación", desgrana a Relevo Óscar Perarnau, que entonces era el director deportivo blanquiazul y lideró el fichaje de Lucas Vázquez por el Espanyol.
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— RCD Espanyol de Barcelona (@RCDEspanyol) August 19, 2014
"El club tenía muchas deudas, especialmente con Hacienda, y el presupuesto era muy ajustado. Pero nos pusieron muchas facilidades. Su salario, además, era muy bajo y lo podíamos asumir", completa Perarnau, el principal responsable de que Lucas llegara a préstamo por un año al Espanyol. En su contrato, además, se incluyó una opción de compra a ejecutar al término del curso.
El Espanyol, el club ideal para Lucas
A finales de agosto, en los últimos días del mercado veraniego, Lucas aterrizó en Barcelona. "En esa época, Andrés Prieto, que era su cuñado, estaba en el Espanyol B y le ayudó a adaptarse a la ciudad. En el vestuario también se acopló muy bien. Éramos un grupo abierto y humano, le recibimos con los brazos abiertos. Además, el Espanyol es un club grande pero familiar por dentro y eso le ayudó. Era el lugar ideal para tener su primera experiencia lejos de un filial", analiza Kiko Casilla, que coincidió con Lucas en el Espanyol y, más adelante, también en el Real Madrid.
"Era joven, pero tenía personalidad. Y estaba todo el día sonriendo y haciendo bromas. Yo lo pasé muy bien con él", declara su excompañero Javi López. Además de risueño, "era buen chaval, humilde, respetuoso y muy inteligente, clave en esas edades", según Anaitz Arbilla, actual capitán del Eibar. "Como persona era un diez, tanto él como su familia, con la que tuve bastante relación", asegura Víctor Sánchez, uno de sus grandes amigos en el vestuario. No son pocos los excompañeros en el Espanyol que siguen manteniendo relación con el gallego.

Lucas también hizo muy buenas migas con Abraham González: "Siempre estaba de buen humor y nunca ponía una mala cara. Él es gallego y como la mitad de mi familia es de ahí, de Lugo, entonces teníamos un vínculo y nos llevábamos muy bien. Nos gustaba mucho ir a Casa Castro a comer porque era un sitio gallego muy bueno de Barcelona. Hacíamos cenas de equipo, pero también íbamos en petit comité porque era un sitio que le gustaba mucho".
El «currela» que entrenaba con Paula Badosa
Si algo destacan sus excompañeros de él es su capacidad de trabajo, clave en su carrera. "Era competitivo y muy luchador, llegaba al fin de semana como un cañón. Es que era un auténtico currela. Competitivo, ganador y con mucha hambre. Si estás en el filial del Madrid es que tienes talento, pero dar el salto no es tan fácil. Y de primeras vino con la voluntad de trabajar y de ganarse el respeto día a día", desmenuza Arbilla. "No pensábamos que llegara al nivel de estar diez años en el Madrid y ganar cinco Champions. Cuando vino Asensio, por ejemplo, veías que era superdiferencial. Lucas, en cambio, era muy buen jugador pero no era un perfil tan de equipo grande. Pero claro, era un currante increíble. Siempre buscaba la manera de mejorar y por eso ha llegado tan arriba", se explaya Víctor Sánchez.
"Hubo una parte de la temporada en la que él no estaba bien. No encontraba su nivel, y nos preguntaba y hablaba con nosotros, con los que llevábamos más años, preguntándonos que qué podía hacer y donde podía mejorar. Nunca se ha conformado y ese perfil de jugador muchas veces llega más arriba que un superclase", argumenta el mismo Víctor Sánchez.
Maravillosa minoría, volveréis! @RCDEspanyol pic.twitter.com/rCw2EKebth
— Lucas Vázquez (@Lucasvazquez91) July 9, 2020
Javi López ejemplifica el carácter de Lucas con otra anécdota: "Le preguntaba que cómo podía correr tanto en los partidos, con unos datos de alta intensidad brutales. Y me dijo 'una tarde te vienes conmigo'. Me llevó a un centro de alto rendimiento donde entrenaban atletas de diferentes disciplinas, entre ellas una joven ¡Paula Badosa!". López relata con asombro: "Y cuando vi como doblaba sesión por la tarde por su cuenta, después de nuestro entrenamiento por la mañana, me di cuenta de que aparte del talento, su trabajo lo hacía diferente. Se puso en la cinta de curva autopropulsada y no me podía creer como corría. Me impactó", relata con asombro López.
Un extremo «a lo Joaquín»
De ahí que Lucas fuera "un portento físico" sobre el campo y que "subiera y bajara la banda todo el rato", lo cual unido a su "habilidad en el uno contra uno", le convertía en un extremo de manual. "Yo era lateral y tuve la suerte de compartir banda derecha con él y nos compenetrábamos muy bien. Lo recuerdo con desparpajo y agresividad en el desborde, llegada, capacidad de asistir y buen centro", detalla Arbilla, que se siente tremendamente orgulloso y privilegiado de haber jugado con Lucas, prueba de que el coruñés dejó huella en sus compañeros también en lo personal.
"Era ese tipo de jugador que se ve menos, que se está perdiendo. Un extremo que lo intenta siempre y desborda muchísimo, a lo Joaquín. Esa mentalidad de regatear y centrar rápido no es tan habitual... Es lo que casi siempre intentaba y le salía", compara el guardameta de aquel equipo Kiko Casilla.
Para Abraham González, más allá de su "físico increíble", su principal virtud era "el centro en carrera". No en vano, en su único curso como perico, en el que se "entendió especialmente bien con Sergio García", dio siete asistencias. Y marcó cuatro goles. Algunos de ellos muy importantes, como el que anotó en los cuartos de Copa del Rey contra el Sevilla, que a la postre clasificó al Espanyol para las semifinales del torneo.

Aquella eliminatoria contra el Athletic es de las últimas grandes ilusiones que ha tenido la afición blanquiazul, que no ve a su equipo en una final desde el año 2007. "En Bilbao sacamos un resultado muy bueno [1-1] para resolverlo en casa, pero nos salió el partido malo del año. Nos pasaron por encima y no supimos reaccionar. Fue una semana dura porque llegar a una semifinal de Copa es muy difícil… y la final podía ser contra el Barça, con todo lo que supone un derbi para el Espanyol. La verdad es que fue jodido", narra con cierto dolor Kiko Casilla.
«Lo de jugar de lateral no sabía ni lo que era»
En el Espanyol Lucas Vázquez era extremo. Y ya. "Lo de jugar de lateral no sabía ni lo que era casi", comenta entre risas Kiko Casilla. "De lateral no lo imaginábamos. Solo jugaba de extremo. No pensábamos que pudiese hacerlo tan bien en ahí", confirma Abraham González. De todos modos, por su carácter, a sus excompañeros tampoco les sorprende que se haya consolidado como zaguero. "Es de esos futbolistas que se adapta a lo que le pidas, de ahí el rendimiento tan bueno que lleva dando tantos años dando en el Madrid independiente de la posición en la que juegue", sentencia Javi López.
Lucas disputó 39 encuentros y tuvo un rol capital en ese Espanyol, que se salvó sin ningún tipo de apuros en Liga y se esperanzó en la Copa. "Tuvo un rendimiento muy bueno. Sergio González, que era el entrenador, supo sacarle partido y él se hizo como jugador y pudo consolidarse en Primera", considera un Óscar Perarnau que al término de la temporada dio la orden de ejecutar la opción de compra por el futbolista gallego, que a cambio de dos millones de euros iba a ser de blanquiazul hasta 2019.
"Pero ese verano Rafa Benítez fichó por el Madrid y lo quiso para el primer equipo. Nos sorprendió mucho a todos… y nos quedamos sin Lucas", revela el director deportivo blanquiazul, que vio como semanas después de fichar en propiedad al jugador, el club blanco hacía efectiva la opción de recompra que tenía sobre su canterano, que ya no se ha movido de la Casa Blanca. "A partir de ahí, fíjate la carrera que ha tenido en el Madrid", lo cierra Perarnau sobre el brillante paso de Lucas Vázquez por el Espanyol, la 'mili' que le abrió las puertas del Santiago Bernabéu.