Jacobo Ramón mantiene vivo al Real Madrid

El Real Madrid jugaba esta noche contra el Mallorca pero ya daba un poco igual. La gente hablaba de las inclemencias del mes de mayo, lluvioso en San Isidro, y de un tal Huijsen. En las gradas se buscaba a Huijsen, incluso algunos bromeaban: "mira he visto a Huijsen por ahí, al lado del palco". No parecía que se jugara un partido de fútbol. Mucho menos una Liga. Y al final pasa lo que pasa. Que faltaban minutos para el final y el Barça estaba ganando el campeonato sin jugar. Pero apareció Jacobo Ramón.

El Real Madrid también tiene estas cosas. Ya con todo perdido, con amago de pitos en el Bernabéu, una asistencia de Vallejo se encontró con el tino de Jacobo Ramón y protagonizaron una remontada bien divertida, que aplaza el alirón culé y apagó la actuación de superhéroe de Leo Román en la meta del Mallorca. Lo leyeron bien. Vallejo y Jacobo Ramón son los que sostienen la vela blanca.

Aún no sabemos qué central va a ser Jacobo Ramón pero de momento el nombre es pegadizo. Apetece nombrar a Jacobo Ramón. Aunque sus primeras apariciones han sido un tanto sospechosas, siempre encajando gol, con unas hechuras que aún no transmiten la seguridad de un central del Real Madrid. Pero contra el Mallorca dejó sus cosas.

Arrancó un tanto dubitativo, y fue creciendo a medida que avanzaba el choque, lidiando con una de las parejas más ásperas de la Liga: Larin y Muriqi. Jacobo Ramón se mostró sacando el balón desde atrás, con categoría, y se impuso en los duelos aéreos. Y terminó el encuentro con Vallejo a su lado. Dos centrales con un look similar, que tejieron el tanto del triunfo local. Leo Román se lo sacó todo a Mbappé, pero no pudo con la jugada conjunta entre Vallejo y Jacobo Ramón. Un día que ya jamás olvidarán el canterano y su familia.

La temporada de Martin Valjent es una cosa muy seria. Bien lo saben todos aquellos que juegan al Fantasy. Contra el Real Madrid la coronó con un golazo con su pierna mala, la zurda, como si fuera la versión mejorada de Muriqi dentro del área. En él se sostuvo la resistencia mallorquinista en el Bernabéu, que casi rascó un empate que hubiera sido valiosísimo en su lucha por Europa.

Y eso que Jagoba Arrasate salió con muchos suplentes al templo blanco. Maffeo sólo apareció en los minutos finales, y Dani Rodríguez en la segunda mitad. Pero siempre estaba por ahí Martin Valjent, que además del gol salvó uno de Mbappé con su testa.

Cada vez que Mbappé amenaza en el área el efecto es como una Coca-Cola que hubiera estado siendo agitada diez años y se abriera de repente. Lo escribió Hughes. Boom. El Real Madrid lo perdió todo este año pero es innegable que ganó una estrella indiscutible. Kylian Mbappé será el faro del nuevo equipo de Xabi Alonso. Y en eso no habrá discusión.

Sus últimos partidos, además del gol, han incorporado lo que se esperaba del galo. Ante el Mallorca marcó otro tanto que le acerca al pichichi y fue un peligro constante, aunque no pudo vencer al MVP Leo Román.