SEVILLA FC

La intrahistoria de una renovación inesperada: una comida y la sorpresa de García Pimienta

El presidente del Sevilla tomó la decisión tras cuatro jornadas y ninguna victoria. Buscaba reforzar la imagen del entrenador y darle confianza a su proyecto.

García Pimienta sonríe en el banquillo del Sevilla./EP
García Pimienta sonríe en el banquillo del Sevilla. EP
José Manuel Rodríguez

José Manuel Rodríguez

Sorpresa. Ese adjetivo resume a la perfección el sentir en Sevilla después del anuncio de renovación de García Pimienta. Más bien es una ampliación, pues sus emolumentos se mantienen... pero un año más -o dos, depende cómo se vea-. El pasado mes de junio el técnico catalán firmó por una temporada más otra opcional, pero tras la victoria ante el Valladolid se anunció que lo hará hasta 2027. Una decisión arriesgada, pero con la motivación de reforzar la figura del entrenador, una figura deteriorada en los últimos años en Nervión.

Del Nido Carrasco anuncia la renovación de Pimienta en el vestuario.Sevilla FC

Sin embargo, no fue cosa del día de ayer. Todo comenzó el 14 de septiembre. El Sevilla de García Pimienta se preparaba para un partido vital, ante el Getafe de José Bordalás y, sobre todo, ante la crispación del ambiente en Nervión. Una manifestación contra la directiva hispalense estaba convocada para la previa del encuentro... y mientras, en una comida con el entrenador, Del Nido Carrasco gestaba la ampliación de su contrato. Una oferta impulsada e ideada por el presidente, pero también apoyada por Víctor Orta.

Se lo comunicó durante el almuerzo. La propuesta de la entidad hispalense era clara: confianza en el proyecto de García Pimienta. Una decisión que se había mantenido totalmente en secreto y que sorprendió hasta al propio técnico. Le ofrecieron una ampliación de contrato sin haber ganado ningún partido de los cuatro primeros de liga. Las negociaciones posteriores han sido muy sencillas y todo se apalabró en apenas unos días, pero había quedado sellado en una comida... y con dos puntos de doce posibles.

José María del Nido Carrasco tomó dicha decisión buscando reforzar, más que nada, la imagen del entrenador. En busca de dar la sensación de estabilidad en un club que se ha tambaleado demasiado. En las últimas dos temporadas han pasado hasta seis técnicos por Nervión y ninguno de ellos ha sobrevivido más que meses. Es un claro mensaje a la afición... pero también al vestuario. El que manda es el entrenador que está ahora. "Estamos construyendo las bases de otro gran Sevilla y hablo siempre de un proyecto a largo plazo", le dijo a los jugadores, haciendo explícito ese mensaje que también le había trasladado al entrenador.

La manera de anunciar la ampliación de contrato de García Pimienta causó sorpresa entre los muchos trabajadores del club que desconocían la noticia. Tras ganar al Valladolid -jugar a adivinar qué hubiera pasado si no logra sacar los tres puntos sería ficción, pero se antoja complicado que se hubiera anunciado-, Del Nido Carrasco bajó al vestuario como suele ser habitual. Saludó a los futbolistas y tras un detalle con Jesús Navas y su titánico esfuerzo por jugar, les comunicó la renovación del entrenador para que fueran los primeros en conocerla.

Públicamente, el Sevilla anunció la noticia con un vídeo del discurso del presidente ante la plantilla. Sin comunicado oficial, que llegó minutos después, y con García Pimienta casi entrando en la sala de prensa del Ramón Sánchez-Pizjuán para su comparecencia ante la prensa. "Mirad las redes sociales", se escuchó mientras el técnico se sentaba con una sonrisa en su rostro. La victoria ante el Valladolid quedó a un lado y hasta el propio García Pimienta reconoció su sorpresa cuando conoció la propuesta.

Unas semanas de desenfreno... y con la búsqueda de la estabilidad, mediante una renovación tras cuatro jornadas y cero victorias. Ahora ya lleva dos, pero por delante le queda un duro calendario. San Mamés, el derbi en casa y visitar al Barcelona. Con el foco puesto, ahora también, sobre el banquillo. Y en esa decisión de Del Nido Carrasco de renovar al entrenador tras sólo siete partidos.