A mí me insisten con el nombre de Xabi Alonso para el Real Madrid… y no puedo evitar ilusionarme
El sábado a las once de la noche el cielo estaba roto entre el madridismo. En una segunda mitad fatídica al equipo de Ancelotti le cayó un chaparrón histórico contra el Barça, su mayor rival, ante sus seres queridos, con la vergüenza que conlleva perder un Clásico en el Santiago Bernabéu. Más aún en el nuevo. Fueron cuatro goles pero parecieron más, sonaron mucho. Y justo tras ellos se empezó a jugar otro partido en el club blanco, lanzándose mensajes de aquí para allá: quiénes fueron los culpables, quiénes lo iban a solucionar.
A mí me llegaron dos. Uno decía lo siguiente: "Esto es el resultado de muchos años dejando pasar problemas que ahora nos explotan en la cara. Nos han dado un baño táctico. Las Champions lo han tapado todo, pero hay mucho que mejorar". El otro se leía así: "Hemos perdonado arriba y hemos regalado atrás. Así es el fútbol. Simple. Se decide por errores individuales y en estos partidos más".
Los dos mensajes representan dos corrientes que confluyen dentro del Real Madrid. Los que creen en el gen, la mística, las leyendas, las grandes noches, los veteranos,la falta de explicación. Y los que fían su método en el juego, los datos, los jóvenes, la táctica, los entrenamientos, los fichajes. Y las dos corrientes coinciden en un nombre como salvador: Xabi Alonso.
Llevan coincidiendo varios meses. Y eso que desde el primer lado, la directiva, consideran a Carlo Ancelotti como una figura ya de la Casa, como se refieren al Real Madrid, y no tienen prisa en despedirse de él, si los títulos acompañan. Hasta tal punto que Florentino Pérez le ofrecerá al italiano un cargo en el club cuando deje el banquillo, como embajador del buen gusto o de la elegancia, quizás. No se prevé ningún final abrupto, ni entra en los planes cesar a 'Carletto' en mitad de curso, pero eso después de esta semana nadie se atreve a decirlo en voz alta.
El nombre de Xabi Alonso se escucha en los pasillos de Valdebebas. Y se habla de él entre la directiva, aunque en la temporada pasada, en mitad de sus éxitos con el Bayer Leverkusen, en la planta noble del Bernabéu se llegó a decir "que es demasiado entrenador para nosotros", entre alguna sonrisa.
En la segunda corriente que discurre por el Real Madrid no hay ninguna duda. El tolosarra es el hombre ideal para rearmar este equipo, cargado de impulso, talento, físico y jugadores jóvenes. Lo piensan desde el departamento de fútbol y lo ansían desde La Fábrica, porque como dijo alguna vez Jorge Valdano: "La persona más importante de la cantera es el entrenador del primer equipo".
Xabi Alonso fue el último futbolista del Real Madrid al que se le vio salir por una zona mixta con un libro debajo del brazo. El vasco es de los pocos entrenadores que aúnan el talante y el saber estar con los métodos del nuevo fútbol, palpable en su ya legendario Bayer Leverkusen, con 49 partidos invicto y dos títulos en su haber. Una figura respetada en Chamartín, y también en el resto del mundo, que ha pasado por las escuelas de Mourinho, Guardiola, Ancelotti y Luis Aragonés. El símbolo de una nueva hornada de técnicos que han bebido de los mejores maestros de la historia. Carismático, conciliador, exfutbolista, aún mediocentro y amante de la táctica, con un cuerpo técnico que mezcla La Masía con La Fábrica.
2025 es la fecha señalada. Así lo creen también en el Bayer Leverkusen, que ya se hace a la idea, tras haber rechazado la pasada campaña los banquillos del Liverpool y el Bayern de Múnich. Un año clave también en el rumbo que tomará el Real Madrid de Florentino, siempre con Zidane en sus pensamientos, pero con el clamor de que Xabi Alonso será la sucesión. Un cambio en la manera de trabajar y en el estilo de juego, con los jóvenes como protagonistas. El nexo de unión de las dos corrientes del club blanco.
A mí me siguen insistiendo con el nombre de Xabi Alonso para el Real Madrid… y no puedo evitar ilusionarme.