ALMERÍA

Iñigo Eguaras: el largo camino a Primera del 'Busquets de Lezama'

El navarro, que fue clave para ganar al Barça la semana pasada, está disfrutando de su primera temporada en la élite. Un camino con lágrimas, descensos y un premio especial.

Eguaras defiende a De Jong en el triunfo del Almería al Barça de la semana pasada./EFE
Eguaras defiende a De Jong en el triunfo del Almería al Barça de la semana pasada. EFE
Patxo De la Rica

Patxo De la Rica

Hay veces que para llegar al destino hay que recorrer un camino lleno de curvas. Iñigo Eguaras lo sabe bien. El navarro, a sus 30 años, está disfrutando de su primera temporada en Primera División, pese a que desde muy pequeño era uno de sus futbolistas señalados con la etiqueta de apuesta segura. Criado en Lezama, junto a Muniain, uno de sus mejores amigos, ha tenido que superar momentos personales duros y descensos en Segunda División para saborear la élite del fútbol.

Ahora está disfrutando, cuajando actuaciones de primer nivel como la que protagonizó la semana pasada ante el Barça, que le ha devuelto la condición de titular en el Almería de Rubí. Un año algo irregular, pero en el que está dejando destellos de la misma calidad que prometía desde que comenzó a jugar en los campos de arena navarros defendiendo a la Txantrea.

Compañero, vecino y de la misma cuadrilla de amigos de Iker Muniain, su fútbol llamó la atención muy pronto. Espigado, elegante, fino. Un mediocentro moderno. Lógico, con esas características que el Barça se fijase en él y que el Athletic apostase fuerte para hacerse con sus servicios cuando apenas tenía 12 años. Llegó a Bilbao de la mano de Iker en 2004 para compartir entrenamientos y muchas horas en la residencia de Derio, unas instalaciones frías que entonces ofrecía el club vasco a sus jóvenes futbolistas.

En el campo destacó desde el principio. Pero le costó adaptarse a nivel personal, cuentan los que compartieron vida con él aquellos años. El silencio era el único protagonista en los primeros viajes en coche desde Pamplona a Bilbao. A ninguno de los dos les hacía mucha gracia separarse de sus amigos y de su familia. Quizá por ello, el silencio de la ida se convertía en un alboroto constante en los viajes de regreso a Pamplona. Alguna vez, incluso, les 'amenazaron' con dejarles tirados en el alto de Altube, llegando a Vitoria. La ilusión por volver a estar en casa, en la 'Txan', era incontrolable.

Eguaras y Muniain, en su etapa en las categorías inferiores del Athletic. Athletic Club
Eguaras y Muniain, en su etapa en las categorías inferiores del Athletic. Athletic Club

 

Los primeros viajes fueron complicados, pero el paso del tiempo no lo remedió. Incluso empeoró. El 26 de febrero de 2006, sólo dos años después de su llegada al Athletic, Iñaki Gallastegui, compañero de equipo y de colegio de Eguaras, falleció en un accidente de tráfico. Al enterarse de la noticia, Iñigo corrió a casa de Iker. "Recuerdo que nos abrazamos. Que nos abrazamos muy fuerte. Y que lloramos. Que lloramos mucho. Éramos muy jóvenes, y no comprendíamos por qué había tenido que pasarle eso a Iñaki. Fue muy duro. Fue el día más duro de toda mi vida", recuerda el mediocentro en el libro Iker Muniain: Un balón, un escudo, una vida.

Aquel fue un golpe duro, pero sirvió para que se hiciesen una promesa. Luchar por llegar a Primera "por Iñaki". De hecho, Eguaras ha lucido hasta esta temporada el dorsal 16 en honor a su amigo. Con el paso de los años, fue aprendiendo a vivir en Bilbao. Destacando en todas las categorías y ganándose el cartel de promesa. Jabo Irureta, responsable de Lezama entre 2009 y 2011, era un enamorado de su juego y le gustaba compararle con Busquets.

Años en los que Iñigo aún era juvenil, pero en los que había mucha confianza en que se convirtiera en líder del centro del campo rojiblanco. En 2011 ascendió a un Bilbao Athletic que impresiona al repasar algunos de sus nombres. Aitor Fernández, Jon Ander Serantes, Bustinza, Saborit, Ramalho, Eraso, Ruiz de Galarreta o Ibai, además de otros futbolistas que también debutaron en Primera como Albizua, Erik Morán, Guillermo o Igor Martínez.

Él tenía aún 19 años, pero jugó más de 20 partidos en el segundo equipo y era habitual verle entrenar con el primer equipo a las órdenes de Marcelo Bielsa en aquella histórica temporada en la que llegaron a la final de la Europa League y a la de la Copa del Rey. Al técnico argentino le encantaba, pero había un 'problema': Ander Iturraspe.

Similares en características, Eguaras encontró un tapón. Además de 'Itu', en el primer equipo estaban también Javi Martínez, Iñigo Pérez -con quien realizó todos los viajes en autobús de Pamplona a Bilbao durante la infancia y también compartió residencia- o incluso San José, que en los siguientes años se asentó como pivote. Mientras, Iñigo seguía sumando titularidades en el filial, compartiendo vestuario con Laporte, Kepa, Lekue, Unai López o Iñaki Williams.

Salida de Lezama

En 2014 y con el tapón mencionado en el primer equipo del Athletic, tuvo que salir de Bilbao. Sabadell y Mirandés fueron sus siguientes destinos, donde se consolidó como titular pese a vivir dos descensos en ambos equipos. Dos momentos también duros en su carrera. Sin embargo, llamó la atención de Lalo Arantegui, responsable de la dirección deportiva del Zaragoza. Un club histórico. Un destino ilusionante donde Eguaras también se convirtió en imprescindible a lo largo de cuatro temporadas.

Altos y bajos, en el campo y en los despachos aragoneses, finalizaron con una salida polémica de Zaragoza, con acusaciones de ser un jugador "tóxico" y una supuesta disputa con el entrenador, Juan Ignacio Martínez 'JIM', que Eguaras siempre ha negado. Pese a que defendía el brazalete de capitán, terminó saliendo por la puerta de atrás a mitad de la temporada pasada.

No tuvo minutos en un conjunto maño que luchaba por evitar el descenso, y sin embargo apareció la oportunidad de su vida. Una oferta de un Almería líder de Segunda, en el que encajó a la perfección y fue importante para conseguir el ascenso.

El premio fue debutar en Primera División a los 30 años. "Has demostrado que el trabajo y pelear siempre por lo que uno quiere te ha dado la recompensa. Es un ejemplo para los chavales, que vean que cuando peleas pueden llegar las oportunidades", le dijo Iker Muniain en un reportaje que publicó el Athletic en la previa de su partido más especial. Cuando el Almería visitó Bilbao y Eguaras regresó a San Mamés para enfrentarse a su amigo.

Cumplida más de media temporada, suma 17 partidos, un gol y una asistencia, redondeados con una excelente rendimiento ante el Barça. Eguaras disfruta de cumplir el sueño que tanto persiguió. Atrás quedan las lágrimas en cada viaje a Bilbao, los amargos descensos a Segunda B y la polémica salida de Zaragoza. Es tiempo de disfrutar en Primera del Busquets de Lezama.