La teoría de que los jóvenes se lesionan más del cruzado no genera consenso: "La diferencia es en la recuperación, que son 12 meses"

La lesión de Marc Bernal no sólo confirmó los temores iniciales, sino que los empeoró: ruptura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda y una lesión asociada al menisco externo. Otra vez un joven futbolista sometido a la disciplina de los primeros equipos que tienen que parar y ser operado. Y vivir una recuperación de al menos ocho meses, aunque en un futbolista de su edad, 17 años, quizá todavía más, según los últimos acuerdos médicos...

Ansu Fati, Pedri, Gavi, Bernal... pero también en el Real Madrid y en el resto de clubes. Militao, Alaba, Camavinga, Palacios o, el último, Joan Martínez en la pretemporada. La incidencia de estas lesiones graves llama todavía más la atención en jugadores muy jóvenes. ¿Son más propensos a romperse? Parece una conclusión fácil de sacar, aunque no genera un consenso total entre los especialistas médicos. Algunos tienen clarísimo que sí

Sí que hay relación en la forma de curarse. Al contrario de lo que se podría pensar (porque normalmente el cuerpo de un paciente más joven se suele recuperar mejor y más rápido) el periodo de baja de un futbolista de menos de 18 años siempre suele ser mayor. Y lo es porque, al regresar, sus movimientos todavía siguen siendo mucho más explosivos que los de un jugador de, digamos, 30 años, y por lo tanto los riesgos de que se vuelva a romper en un giro aumentan exponencialmente.

¿Pero tiene alguna relación la edad de los jugadores con que aumente la posibilidad de lesionarse el cruzado? Es una queja que han manifestado durante muchísimo tiempo entrenadores de reconocido prestigio como Javier Clemente. Son chicos muy jóvenes que, en opinión de muchos, no tienen todavía la fuerza y la madurez para controlar tantos factores en una competición profesional sin caer en un riesgo más elevado de lo normal de romperse los ligamentos de la rodilla. "Yo no soy médico y, si ellos dan el OK al jugador para competir, pues perfecto. Pero yo creo que hay entradas que un tío de 25 años aguanta, que los veteranos tienen más fuerza y saben cuándo y cómo entrar fuerte, pero quizá un chaval a esa edad, pues no tanto. No puedo contradecir a los médicos. Yo empecé con 18 años y tuve que pasar un montón de pruebas. Antes, en Primera con 16 años no jugaba nadie. Ahora, si lo médicos de los clubes lo respaldan, pues ellos sabrán. Yo todavía no soy médico, a pesar de que me operaron ocho veces...", explica ahora a Relevo el técnico vasco.

Buscamos una opinión médica para contrastar esta teoría, en este caso del traumatólogo Mikel Aramberri, director de Alai Sports Medicine Clinic: "Yo creo que no tiene relación directa con la edad pero sí con el nivel competitivo y con el tiempo que se ejercite ese deporte. Los minutos de entrenamiento y de juego... cada vez son jugadores más jóvenes y un ejercicio más intenso ya en niveles profesionales. Sus movimientos son más rápidos y el riesgo es mayor, pero creo que está más relacionado con el nivel que con la edad".

De hecho, el último consenso médico que trató este asunto, avalado por el Comité Olímpico Internacional, fijó en 12 lo meses de recuperación en roturas de ligamentos cruzados, para jugadores menores de edad.

"Es verdad que cada vez hay más lesiones en los cruzados a esas edades. Es también una consecuencia lógica de que la edad a la que llegan a esos niveles va bajando y es lógico que haya más casos. El problema lo veo más con las recuperaciones, porque en jugadores de entre 16-18 años el riesgo de re-rotura es mayor. Son más vigorosos, quieren volver antes... Las previsiones en deporte profesional para el regreso de un lesionado en el ligamento cruzado antes de los 18 años, según un estudio reciente del COI, estaría en los 12 meses. Eso en un club es impensable, porque son casi dos temporadas. Lo que tampoco puede ser en los 6-7 que se querían esperar antes. Yo creo 9-10 meses es un periodo mucho más razonable: retrasar la vuelta reduce mucho el riesgo de que se reproduzca la lesión. El ligamento tienen que reintegrarse bien dentro de la rodilla. Un jugador de esa edad hace giros y cambios de dirección más fuertes y rápidos, por lo tanto más arriesgados que uno de 30. Y por lo tanto hay que demorar su vuelta", añade.

Tras la lesión de Bernal las quejas en las redes sociales se multiplicaron: "Son jugadores que todavía no están hechos", "Es una locura jugar cada cuatro días", "Cuidar la cantera no es depender de ella"... Varios médicos se han expresado en Relevo sobre este asunto y, de nuevo, es complicado encontrar unanimidad aunque sí es cierto que aquellos que no tienen relación directa con los clubes de fútbol suelen ser mucho más contundentes que los que sí la tienen.

"Hace unos años estudiamos y publicamos un trabajo en el que, tras llevar a cabo diversas resonancias magnéticas, observamos que en el centro de la rodilla, donde están incluidos los ligamentos cruzados, los chavales jóvenes tienen esa zona más estrecha que alguien mayor. Por eso sabemos que el estrechamiento de esa franja es un predisponente a la lesión, y sólo cabría que los equipos practicasen una resonancia en la rodilla de estos adolescentes al principio de la temporada para estudiar este factor", explicó el doctor Pedro Guillén.

"El cruzado es una autolesión fortuita, como me gusta llamarle: se las produce el deportista solito y de manera accidental. Ahí están los casos de los chicos del Madrid (Courtois, Militao, Alaba o Palacios se rompieron sin contacto). No estoy de acuerdo. Pueden culpar a la preparación física: mentira. No es verdad. La preparación no tiene nada que ver", añade Guillén.

Otro especialista de indiscutible prestigio, el director del Instituto Cugat, Ramón Cugat, tampoco presume, a pesar de su dilatada experiencia, de tener una respuesta definitiva para este asunto: " Lo hemos estudiado y el 23 de septiembre cumpliré 59 años dentro de la Mutualidad, pero sólo diré una cosa: es algo tan complejo que sólo sé que no sé nada".

En lo que sí coinciden la mayoría es en subrayar la importancia de una recuperación y cicatrización correcta para que no aparezcan nuevos problemas. Hace poco más de 14 años la recuperación de un jugador como Pepe fue foco de especulaciones durante meses para ver si podía llegar al Mundial de Sudáfrica 2010, o no. El médico que lo trató, el Dr. Noronha no hacía más que pedir calma ante la presión de que volviera y finalmente, poco antes de cumplirse siete meses, Pepe se recuperó y fue uno de lo mejores de su selección en esa cita... y también en la última Eurocopa de 2024.