ATHLETIC CLUB

Una huelga que abre grietas internas y que exige una reacción: "Hay más puntos de entendimiento de los que parece"

Voces autorizadas, como el expresidente Aitor Elizegi, analizan la delicada situación que se vive entre un sector de la Grada Popular y la directiva del Athletic.

Los jugadores aplauden al fondo norte tras un partido en San Mamés, algo que ha desaparecido en los últimos partidos./Athletic Club
Los jugadores aplauden al fondo norte tras un partido en San Mamés, algo que ha desaparecido en los últimos partidos. Athletic Club
Patxo De la Rica

Patxo De la Rica

La comprometida situación que se vive en la Grada Popular de San Mamés, donde desde el mes de diciembre no se ha llevado a cabo la animación habitual, se ha convertido en la principal preocupación en el entorno del Athletic Club. Las palabras de Unai Simón e Iñaki Williams elevaron el conflicto al apartado deportivo y eso ha dado un giro mediático a la protesta que mantiene Iñigo Cabacas Herri Harmaila (ICHH), quienes acusan a la entidad de no protegerles ante lo que ellos consideran una persecución policial. "Este runrún no es cómodo y tampoco es bueno. Esta iniciativa de los jugadores nos ha puesto en alerta a todos y espero que también a la Harmaila y al Club", responde Aitor Elizegi, expresidente rojiblanco a Relevo.

El club, en las últimas horas, ha sido muy contundente e incluso ha expulsado a dos miembros del colectivo por "coaccionar" a otros aficionados que querían animar ante el Leganés. Unos movimientos que, a día de hoy, dejan las posturas aún más alejadas y con un futuro incierto, al menos en el corto plazo. Hay sectores más optimistas, como es el caso de Elizegi, pero también otros más pesimistas, como ha podido testar Relevo. "Soy optimista porque creo que hay suficiente materia prima en los dos lados que tienen la capacidad de arreglarlo. El desgaste ha sido duro durante meses, pero son los mismos que crearon los ambientes de Copa previos, ese tifo en Sevilla...", puntualiza Elizegi, convencido de que "hay más puntos de encuentro de los que parece".

"Tienen que sentarse: ¿Qué es grave y qué no es grave? Hasta dónde podemos llegar y hasta dónde, ustedes, señores, pueden llegar porque hay unas reglas mínimas de convivencia", sigue explicando el anterior presidente del Athletic, quien acompañó la iniciativa popular de la creación de esta grada de 4.000 aficionados que se aprobó en una Asamblea de Compromisarios meses antes de finalizar su mandato. Ese hecho, precisamente, es el que remarca durante la conversación Elizegi como más importante, ya que esta Grada Popular fue aprobada por todos los socios tras una iniciativa con más de 2.500 firmas.

El club, por el momento, prefiere mantener silencio más allá de su último comunicado e instan a mantener la prudencia para trabajar con discreción. Aseguran que su único objetivo es conseguir que en el corto plazo la Grada Popular vuelva a lucir como en sus mejores noches. Por su parte, los representantes del colectivo que en los últimos años ha dinamizado la animación en la Grada Popular rojiblanca se muestran dispuestos a buscar el diálogo para encontrar una solución del "conflicto", han recalcado que "en una negociación las dos partes tienen que ceder".

Consideran que sin ese respaldo institucional de la entidad rojiblanca no pueden volver a animar ante el peligro de sufrir sanciones de la Ertzaintza y, por tanto, expedientes como socios del conjunto bilbaíno. Una de las alternativas es una mesa de diálogo en la que se acerquen posturas y se marquen unos puntos de unión. Desde la Comisión de Disciplina, que es el último eslabón de la cadena y que es independiente de la Junta Directiva y fue aprobada en la Asamblea de Compromisarios de 2022, se explica que ellos únicamente actúan tras una denuncia de la Ertzaintza, LaLiga, la Federación u otro estamento, basándose después en los estatutos del club. "Es un protocolo totalmente rígido", explica a Relevo un miembro de esta comisión conformada por cinco socios.

"Soy optimista porque hay materia prima en los dos lados que tienen capacidad para arreglarlo. El desgaste ha sido duro, pero hay más puntos de entendimiento de los que parece"

Aitor Elizegi Ex presidente del Athletic

"En mi experiencia, los problemas que estamos adivinando son antiguos. Quitando que alguien, espero que de verdad sea de manera individual, decide menoscabar al presidente. Eso es una línea roja. O comportamientos graves con un rival, con un árbitro... Ahí no hay debates ni matices", razona Elizegi, que diferencia estos comportamientos de otros: "Otra cosa es que en la grada ciertas personas crucen la línea de la falta de respeto. No lo aplaudo, nunca voy a aplaudir ese San Mamés, pero eso son cuestiones a resolver con gobierno interno, educación, dinamización, aviso, preaviso... Es otro lenguaje completamente diferente".

Ahí radica gran parte del conflicto actual. ICHH insiste en solicitar al club que medie en lo que ellos consideran una represión policial. Esa es una de las premisas de este grupo de aficionados, que reclama el apoyo del club para poder continuar con sus iniciativas habituales de animación. "No podemos normalizar que nuestro estadio lo gobiernen los antidisturbios, para eso está el club. Somos los propietarios de este evento y los responsables de esta grada, ahora, por supuesto, las fuerzas de seguridad están por si hubiera una línea de esas de las que estamos hablando. Un acto de violencia manifiesto, un acoso al rival, un lanzamiento al terreno de juego... que la gente ni discutiría", explica Elizegi.

El expresidente, eso sí, tiene claro que la huelga no el mejor camino para llegar a la solución. "Que quieres hacer una huelga, pues hazla en la puerta, un comunicado, etc. No quiero imponer la forma de expresarse, pero durante 90 minutos en San Mamés debería primar el apoyo". Más aún a las puertas de poder conseguir una clasificación a los octavos de final de la Europa League: "La Harmaila no debería perder nunca la oportunidad de demostrar, y menos en Europa, su discurso. Y es que quieren ser diferentes. Y ser diferentes es todos los días. Y ser diferente es ofrecer, participar, comprometerte. Los valores del Athletic no los tiene que llevar solo Iñaki Williams, sino todos los socios".

"Que quieres hacer una huelga, pues hazla en la puerta, con un comunicado, etc. No quiero imponer la forma de expresarse, pero en San Mamés debería primar el apoyo"

Aitor Elizegi Ex presidente del Athletic

"Como socio y como aficionado creo que hay que parar y reflexionar todos. Todos. Y, oye, igual hay que llegar a alguna mediación", desliza un miembro de la comisión disciplinaria, que prefiere hablar en su condición de aficionado. "Hay una figura que es la del defensor del socio y quizá no estaría de más una reunión entre la directiva y la Herri Harmaila con el defensor del socio como mediador. Hay que ser cautos y reflexionar". En ese sentido, el expresidente está convencido de "hay gente dentro de la grada que mañana se sentarían en horas" en busca de una solución, al igual que "gente de la Junta de Jon Uriarte que podrían montar la reunión esta misma tarde".

Grietas entre grupos

En las últimas horas, las posturas parecen alejarse más que acercarse. El club se ha mostrado inflexible y contundente, ya sea en sus explicaciones a los socios como en su comunicado de ayer lunes, en el que no solo anunciaban la expulsión de dos miembros de ICHH, sino que también emplazaban a otros grupos a animar en los siguientes compromisos. La respuesta no tardó. Hintxak, otro grupo dentro de la Herri Harmaila (la Grada Popular de 4.000 personas), ha mostrado su apoyo a ICHH e incluso realizó pintadas en los aledaños de San Mamés pidiendo la salida de Jon Uriarte.

Mealtzaldea Hintxak también se pronunció públicamente en un comunicado en sus redes sociales "en defensa de la huelga de animación" y critican a quienes consideran que boicotean esa "lucha". Además, tienen claro que "la postura de la junta directiva es clara: no quiere dialogar y ha optado por declarar la guerra".

Esa 'guerra', como ellos lo denominan, ha entrado en un escenario nuevo por el comportamiento de Piratak (otro grupo importante de la Grada Popular). Estos sí quisieron animar ante el Leganés, lo que generó el conflicto en la zona norte. El propio club, al igual que a los Gazte Abono (un grupo de 2.273 jóvenes abonados) les anima a animar y a apoyar al equipo. "La decisión de grupos y personas insolidarias, que dicen defender a las clases populares, de boicotear activamente esta huelga es vergonzosa", recriminan desde Mealtzaldea Hintxak, en un claro mensaje a Piratak.