El trauma en Logroño de Gorka Otxoa, el día que fue al fútbol con 15 años: "Estaban esperándonos ocho cabezas rapadas"
El afamado actor, 'Santi' en la serie de éxito 'Machos Alfa', txuri urdin de corazón, recuerda en Relevo la experiencia sufrida en Las Gaunas a los 15 años.
No pierde la sonrisa en los 40 minutos de conversación. Sólo lo hace para recordar la desagradable experiencia vivida como aficionado de la Real cuando, en compañía de dos colegas, asistió a Las Gaunas para presenciar un Logroñés-Real. Él se salvó de la encerrona, pero no un amigo al que le "abrieron la cabeza" un grupo de nazis. Desde entonces siente miedo y no va a determinados campos de fútbol. Gorka Otxoa, 'Santi' en la conocida serie 'Machos Alfa' es un txuri urdin de corazón, que hace 18 años se trasladó a Madrid para conseguir el sueño de ser actor. Lo suyo es hacer reír e intentar sacar sonrisas a un mundo necesitado de un poco más de comedia.
Acabas de terminar la grabación de 'Un funeral de locos', un remake de la famosísima comedia 'Un funeral de muerte'. ¿Cómo ha ido?
Es una versión de esa comedia mítica inglesa. Se han hecho más versiones por el mundo, pero yo creo que esta va a ser la versión... No, en serio, soy muy fan de la original y tenía mis reservas porque cuando el historial está tan alto, joder, pero yo creo que va a estar mejor que la original. Va a ser un peliculón y va a ser una fiesta del cine de comedia en los cines. El reparto es brutal. Yo no recuerdo una película con semejante elenco junto (Resines, Arturo Vals, Belen Rueda, Inma Cuesta, Hugo Silva...) Es muy coral, hay muchos personajes, todos gente muy potente y está muy bien dirigida. El tono está muy conseguido. Creo, sin duda, que va a ser una de las pelis y de las comedias del año.
¿Qué ha sido lo más divertido?
No puedo hacer spoilers de mi personaje, si no te contaría algunas cositas más de él, que es curioso y peculiar y le pasa algo muy concreto, pero como no nos dejan decir quién es quién ni nada, pues no te puedo contar mucho. La verdad que nos lo hemos pasado bomba, nos hemos pegado nuestras sidrerías, nuestros "pintxitos", nuestras rutas gastronómicas, algunas, porque había que trabajar mucho, pero nos lo hemos pasado bomba. Algunos que no los conocía han sido descubrimientos para mí y la verdad que ha sido una gozada de rodaje.
Siendo el único donostiarra del rodaje, ¿qué tal la labor de anfitrión?
Me gustaba 'anfitrionar'. Creo que no existe el verbo, pero así lo siento yo. Me gusta mucho comer y esa responsabilidad, que a la vez es un placer... Tampoco hacíamos muchísimos planes porque nunca estábamos todos juntos. Somos todos de Madrid y veníamos a grabar lo de cada uno, a veces nos juntábamos más, a veces menos, hacíamos nuestros planes, pero un fin de semana que teníamos que hacer promoción y demás y estábamos todos, yo dije: 'Este es el finde' Y ahí nos liamos un poquito, hicimos nuestra sidrería, que se lo pasaron bomba todos y luego, al día siguiente, algunos nos fuimos a comer también por ahí a una txakolindegi maravillosa. En fin, algunas cosillas hicimos, pero sí, encantado de 'anfitrionar' gastronómicamente en Donostia.
¿Qué les pareció la sidrería Petritegi? Para muchos sería la primera vez...
Se lo pasaron bomba. Para mí es de los planes más guays que hay. Hay muy pocas que están abiertas todo el año y una de ellas es Petritegi. Nos cuidaron y nos trataron maravillosamente. Fue una gozada. Estar ahí, en un baserri de 1526. Creo que llevan haciendo sidra desde entonces, o sea, llevan cinco siglos haciendo sidra, entonces es un sitio muy mítico y muy grande. Había mucha gente también, claro, y cuando íbamos al txotx, a las kupelas, con todo este elencazo, era intenso el momento, pero fue una gozada la verdad. El menú les encantó también. La verdad que estuvo muy bien y luego algunos nos liamos un poco más.
¿Es tan gracioso Antonio Resines como parece a primera vista?
Sí, sí, no para de decir tonterías. Siempre está con sus líos, medio en broma, medio en serio, pero es un grandísimo tipo. A mí, en una movida de mi chica, que no tiene nada que ver con esto, me ayudó como si me conociera de toda la vida. Le conocía de antes, de haber coincidido en cosillas y tal, y como que siempre sentía que nos teníamos cariño, pero le pedí un favor, que no tiene nada que ver con este mundo y removió Roma con Santiago, y dije: ¡Joder, este tío!
"Resines no para de decir tonterías. Siempre está con sus líos, medio en broma, medio en serio, pero es un grandísimo tipo. ¿Del Madrid? No puede ser perfecto. Lo perfecto es enemigo de lo bueno"
¿Es tan majo a pesar de ser del Madrid?
Sí, bueno, no puede ser perfecto. Lo perfecto es enemigo de lo bueno. Había algunos 'vikingos', algunos del Atlético de Madrid, del Valencia como Arturo Valls. Hemos hablado de fútbol también.
¿Y de la Real?
También porque, por ejemplo, Arturo es muy futbolero. Además, justo cuando empezamos la grabación, acabábamos de ganar el que fue un bálsamo para la Real, ganar al Valencia 3-0. Y él decía: 'Vamos en picado y la alegría la vais a llevar con nosotros'.
Aparte de su faceta como actor, también es conocido por su amor por la Real Sociedad. ¿Cuál es tu primer recuerdo de blanquiazul?
Yo tengo muy mala memoria, pero el primero recuerdo está en casa de mis aitas en un foto. Yo, muy chico, en Miramón, con mi ropita de realzale total, con un baloncito, con el pelo que lo tenía como un casco, un casco perfecto. Era horroroso. Luego, hablando de recuerdo ya vivido, empezar a ir a Atotxa con 10-11 años. Íbamos con la ikastola, que daban invitaciones de la Diputación para niños, para crear cantera. Estábamos al lado de la Peña Mujika con la valla verde ahí, pegados, con el linier a diez centímetros. Les echábamos pipas a veces y hacíamos cosas que hoy en día estarían muy feas, de las cuales nos arrepentimos. Ese ambiente de Atotxa, que recordaba al fútbol inglés, de estar encima de los jugadores, del árbitro, de los linieres. Se vivía el fútbol de manera súper intensa y así lo conocí yo. Estuvimos yendo a Atotxa muchos años hasta que luego ya se pasó a Anoeta. Yo, desde mi clase, veía todas las obras de Anoeta, vimos cómo nacía el estadio y ahí ya nos hicimos socios. Algunos se fueron bajando del carro y otros seguimos desde entonces. Soy socio desde hace 30 años. Hace 18 años me fui a Madrid a vivir y obviamente a muchos partidos no puedo ir, pero intento ir bastante a ver a la familia, a los colegas, a comer unos pintxos, a ver el mar, algo que eché mucho de menos cuando me fui a vivir a Madrid. Era una cosa que ni valoraba ni apreciaba. Cuando vengo, intento coincidir con algún partido bueno, aunque me da igual el partido que sea. También viajo por Europa. Lo hago bastante.
Dicen que cualquier tiempo pasado fue mejor, ¿en ese sentido, eras más de Atotxa o es más de Anoeta, más de la Real de ahora o de la de antes?
Bueno, tampoco soy nostálgico. La vida avanza, evoluciona, con lo bueno y con lo malo y no hay que estar mirando tanto para atrás. Yo soy muy del aquí y el ahora, y si no, en todo caso, de mirar para adelante más que para atrás, pero sin olvidar lo de atrás, ¿no? Somos lo que fuimos y seremos lo que somos. Había que mejorar las instalaciones por seguridad. Quiero decir que lo antiguo no tiene que ser eterno. La evolución perfecta creo que es este Anoeta 2.0. No hay que mirar tanto para atrás y el alma y el espíritu de Atotxa están vigentes ahora en Anoeta con la grada de animación 'Aitor Zabaleta'. Esa comunión del público con el equipo se ha recuperado con mucha energía y mucha fuerza gracias a esa grada y ahora mismo no lo cambiaría por Atotxa, más que nada porque entran el doble de personas. De hecho, ya se nos está quedando pequeño. Hay lista de espera. Cuando se hizo el campo, los criticones de siempre quejándose porque iban a sobrar asientos, que era enorme, que era un gasto de dinero... Pues ahí tienes lista de espera y la pena es que, joder, no se llena siempre.
"Anoeta se nos está quedando pequeño. Cuando se hizo el campo, los criticones de siempre no paraban de quejarse porque iban a sobrar asientos, que era enorme, que era un gasto de dinero... Pues ahí tienes, lista de espera"
¿Qué jugador te ha hecho vibrar?
¿Vibrar? Joder, pues muchos. Yo que sé. Te diría que últimamente muchos, pero como estamos con el tema nostálgico de Atotxa, pues me han venido a la cabeza Aldridge, por ejemplo, Loinaz, que luego he tenido la oportunidad de conocer, y que en Atotxa, cuando salía en los últimos diez minutos, metía gol casi siempre. Cuando tocaba el balón por primera vez, la clavaba. Hoy, Oyarzabal, buque insignia de la Real. Con Odegaard flipamos. Tantos y tantos. Nihat y Kovacevic, junto con Xabi Alonso, en aquella temporada en la que casi ganamos LaLiga. Yo estuve en Vigo, perdiendo en la penúltima jornada. Creo que ha sido lo más duro que he vivido. Bueno, la semifinal de la Copa del año pasado también, pero no es comparable a perder la liga que la teníamos ya en nuestras manos. Hace 20 años conseguir eso era increíble.
¿Y a qué jugador te gustaría protagonizar?
¿Protagonizar? Pues no sé, uno de aquí de la casa, como Xabi Prieto. Un Xabi Prieto, un Oyarzabal, que espero también sea un One Club Man y no se vaya nunca. Pero sí, a alguien de aquí que se retire en la Real y que sea leyenda, que Prieto lo es. No sé cómo no está su frase todavía en Zubieta. Yo se lo pedí a los directivos en una gala de premios en Anoeta. Esa frase en la que dijo que 'de mayor no quería jugar al fútbol sino que quería jugar en la Real Sociedad'. Creo que dice mucho de la Real y de lo que es Zubieta, pero bueno, algún día la pondrán.
¿Fue de los muchos niños que soñó con jugar en la Real?
Entre que tampoco tengo buena memoria... Pero creo que no especialmente. Esa pregunta de '¿qué quieres ser de mayor?' Pues en mi caso como que hasta los 18 años no me puse a pensar en ello. Era de los que iba siempre con mi atuendo de la Real, jugué en La Concha con frío a las 8 de la mañana, cargando esas porterías que pesaban... ¡La madre que los parió lo que pesaban esas porterías! Espero que las hayan cambiado. Seguí jugando hasta los 18, 19 años en Amara Berri en Heriz, en un campo de gravilla que no existe, pero en el que me reventé la rodilla unas cuantas veces. Sí, yo jugué y el fútbol me encantaba, pero no sé si lo soñé. Supongo que sí pero no sé si lo verbalicé tanto.
Lo has dicho antes. También sigues a la Real fuera. ¿Qué significa viajar con la Real?
Significa juntar mis dos pasiones, que son viajar y la Real, y comer, porque mi tercera es comer, lo cual es tres en uno, es un ofertón maravilloso, y aparte, con colegas. Me flipa el plan de viajar por Europa. En la Liga menos porque hay muchos campos en los que no mola ir porque no somos nada bien tratados. Y yo voy con miedo, la verdad. Pero eso, a Vallecas, que he ido varias veces, es una gozada ir. Estuve en Vigo, he estado en San Mamés varias veces y hemos ganado siempre. Y viajar por Europa te permite conocer ciudades. En Mánchester no había estado. Estuve en Colonia, cuando fuimos a jugar contra el Bayern Leverkusen. Y el año pasado en Lisboa, que yo ya había estado, pero ese partidazo contra el Benfica fue brutal. Estuve en Milán también ahí jugándonos el primer puesto y luego nos tocó el PSG, pero fue también un pedazo campo y me quedé impactado de cómo animaban ellos. Me mola mucho que la gente que va, va a muerte. Nos venimos arriba y se genera una locura. Casi nunca estás sentado, estás de pie animando ahí a muerte y se genera algo muy guay. Me parece un planazo, la verdad. Este año estoy con mucho curro y no he podido viajar aún. Igual en enero podría ir a Roma, pero los de la Lazio me dan un poco de miedo. La pena es que hay sitios en los que vas con miedo y no vas a disfrutar, que el fútbol debería ser un disfrute, pero los ultras se están haciendo con muchas aficiones europeas y se están radicalizando. En Anoeta hemos tenido varias visitas vomitivas y muy desagradables.
Ya que ha salido a la palestra el tema de los ultras en el fútbol, ¿qué piensas?, ¿sientes miedo?
Sí, sí, viajando sí, desde luego y, ahora, recibiéndolos aquí también. He estado además en las dos peores experiencias que ha habido, como han sido las visitas del Anderlecht y del Benfica. Los goles que encajamos ante el Anderlecht fue casi lo de menos ante la posibilidad de habérsele abierto la cabeza a cualquier chaval o al padre de cualquier chaval. También fue terrible el día del Benfica con las bengalas. Allí no la liaron mucho, más o menos no hubo ningún problema, ni hubo ataques, ni nada, pero llegaron aquí y la liaron a lo bestia. Los energúmenos se aglutinan ahí y se sienten muy cómodos. Y como les dejan y son impunes, pues hacen lo que quieren y no pasa nada. Estos capullos del Anderlecht en Bélgica no pueden viajar a ningún lado. Y por Europa sí. Y aquí se vinieron todos. Hacen igual que el Frente Atlético, que lleva campando a sus anchas décadas y décadas con todo el apoyo del club. Así como otros equipos se han cargado a sus aficiones ultras, estos siguen allí, cuando tienen un par de muertos a sus espaldas. A nosotros nos tratan como delincuentes cuando vamos fuera, pero aquí vienen los delincuentes de verdad y les ponen la alfombra roja y los protegen. En fin, no sé. Yo creo que en esto vamos a peor.
¿Cuál es el campo en el que más miedo has pasado? ¿guardas alguna experiencia traumática?
Sí, de hecho una experiencia bastante traumática por la cual no viajo a muchos campos españoles desde entonces. Con 15 o 16 años fuimos tres colegas a Logroño, cuando el Logroñés estaba en Primera División. Nos compramos en el típico chiringuito la bufanda de la Real. Nos íbamos a la Parte Vieja a comer unos pintxos y aparecieron, estaban esperándonos, a la caza, ocho nazis, de esos cabezas rapadas, de los de antes, de libro, que ahora van un poco más camuflados. Éramos tres pipiolos, tres chavalillos, nos sacaron un espray antiojos y empezamos a correr los tres, pero a uno lo engancharon. Y en el suelo empezaron a darle una paliza terrible al grito de putos vascos, vamos a matar a todos, etarras... Todo el pack, y por llevar la bandera de la Real, única y exclusivamente. Y nada, le dieron una paliza. El otro y yo establecimos el récord de los 100 metros con la adrenalina que teníamos, hasta que llegamos a un bar en el que había algunos de la Real. Les contamos que nos acababan de atacar y volvimos ya con gente hacia allí y nuestro colega ya estaba con la nariz así, con la cabeza casi abierta. Tuvimos que ir a urgencias y, claro, desde entonces yo estuve muchísimos años sin ir a ningún lado. De hecho fui a Vigo porque hay un hermanamiento con la afición de allí. Fue una gozada, una fiesta del fútbol, fuimos en kalejira al campo y desde las casas nos aplaudían. Pero se me quedó el susto y hay muchos campos a los que me encantaría ir y no voy.
Con el derbi ante el Athletic a la vuelta de la esquina, ¿qué sensaciones tiene?, ¿es para ti el partido más importante de la temporada?
En cuanto a puntos, no, pero en cuanto a rivalidad y ganas de ganarlo, sí. Yo no tengo ningún complejo en decirlo, aunque algunos del Athletic lo niegan y dicen que su partido es contra el Madrid, que no sé si será verdad o no, o contra el Barça, porque están en su liga. Tengo un mogollón de colegas del Athletic, súper amigos, y obviamente ellos también lo viven de una manera muy especial. Tengo varios amigos, alguno un poco capullo porque no se puede hablar de fútbol con él pero la mayoría, no. Son gente súper sensata y con la que nos echamos risas dentro de esa rivalidad. Salimos por Bilbo o por Donostia, cuando vienen aquí, y compartimos esa pasión y ese pique maravilloso sin la violencia que hay en casi todos los derbis. Aquí no la hay, aquí somos un ejemplo. Siempre hay capullos en todos lados, pero afortunadamente son insignificantes, por lo menos en cuanto a ese mal rollo. Sí creo que las redes sociales han ensuciado los últimos años mucho el tema. Para mí es una fiesta del fútbol vasco y hasta hace poco iban las dos aficiones juntas a los dos campos, que me parece súper bonito. Me parece una gozada pero eso sí, es un día de rivalidad y de pique máximo.
"Claro que sueño con la final de la Europa League en San Mamés. No sé si con ellos de rival o sin ellos. Creo que mejor sin ellos, pero la final allí, en su campo, eso sería memorable"
¿Cuál es tu mejor recuerdo de un derbi?
Pues el 5-0 del 28 de mayo de 1995, esa manita famosa, y luego, lo que he dicho antes, que he tenido la suerte, la coincidencia, de que no hemos perdido nunca en San Mamés cuando he ido. He estado cuatro veces y la cosa ha ido bien en todas. Este año tengo intención de ir, así que a ver cómo va la cosa, pero sí, ganar en San Mamés hace ilusión.
¿Cuántas veces ha soñado con jugar y ganar la final de esta edición de la Europa League?
Eso sí que sería... Por un lado no la quiero vivir contra ellos, no me la quiero jugar. Igual que con la final de la Copa del año pasado. Lo hablábamos entre nosotros y decíamos: 'Mejor el Atlético, mejor otro y que sea lo que sea'. Íbamos 1-0 con la que ganamos hace tres años y, de perder, sería 1-1, pero claro con la afición allí, aguantarlos después, iba a ser un poco tal, pero imagínate... Sí, sí. Yo sueño con la final, no sé si con ellos o sin ellos. Creo que mejor sin ellos, pero la final allí, en su campo, eso sería memorable.
Cambiamos de tema. ¿Por qué actor?
Pues porque me gustaba mucho. Me apunté al grupo de teatro del instituto ya con 14 años porque era una idea por la cual yo sentía cosquilleo y que podía ser algo que me molara. Más o menos, me daban personajes protagonistas y fui aprendiendo y disfrutándolo mucho. Luego ya me apunté a un casting que hubo cuando estaba 'Goenkale' petándolo, que se había convertido en un fenómeno social. Se apuntaron 3.000 personas a ese casting y fuimos varios del grupo de teatro. Ahí empezó todo. Estaba dudando si estudiar arte dramático o psicología e irme a Madrid o a Barcelona, pero al final decidí quedarme aquí y estudiar psicología por las mañanas y en la escuela de teatro, a las tardes. Justo, según empezaba el curso, me llamaron de 'Goenkale' y estuve un par de años. Fue una escuela maravillosa y aprendí muchísimo ahí y la verdad que ya empezó la cosa y hasta hoy. Soy un afortunado porque no he parado de trabajar en estos 30 años. No es muy habitual porque es una de las profesiones con más paro dentro las que existen. Muchos compañeros, en el camino, lo han tenido que dejar, pero afortunadamente aquí estoy todavía y disfrutando mucho. Además siento el cariño de la gente y mucha gente me lo dice.
Ya disponible en Netflix! #MachosAlfa2 https://t.co/uxyNN2zdTa
— Gorka Otxoa Web Oficial (@GorkaOtxoaWeb) February 9, 2024
Eres uno de los protagonistas de una de las series más exitosas de la historia reciente como es 'Machos Alfa'. ¿Tiene algo que ver Santi, tu personaje, con Gorka Otxoa?
En el tema del feminismo, de intentar cuidar las palabras y de ser un poco pesado con sus colegas, sí. Hombre, no soy padre y menos de una niña de 18 años. Me han puesto niños ahora de 18 años ¿Tú te crees con la cara de chaval que tengo? Me parece muy fuerte, pero sí, algunas cosas en común tenemos, aunque muchas otras no. Es un regalazo que me ha dado esta maravillosa carrera, que ya me ha dado varios como 'Vaya Semanita' o 'Pagafantas', cosas muy bonitas que me las voy a llevar a la tumba y una más es 'Machos Alfa'. Se está viendo en todo el mundo. Estuvo en el top 10 de lo más visto de Netflix en más de 30 países. Este año he tenido la oportunidad de viajar a Latinoamérica y he estado en Budapest y me conoce mucha gente por ahí. Está llegando a mucha gente. Yo creo que han acertado con la temática, con cómo tratarla, con unos diálogos y unos guiones brillantes, la verdad y el elenco es muy acertado. Tiene unos ingredientes que de repente hacen que más de 30 países se vuelvan locos con la serie, y que nos escriban por Instagram, diciéndonos cosas súper bonitas.
"'Machos Alfa' es un regalazo que me ha dado esta maravillosa carrera. Se está viendo en todo el mundo. Este año he tenido la oportunidad de viajar a Latinoamérica y he estado en Budapest y me conoce mucha gente por allí"
¿Os esperabais este éxito?
Tanto no. No te acabas de acostumbrar a que una cosa que la has grabado tú en Madrid con gente que conoces de toda la vida, de repente se puede ver en todo el mundo sin que tengas que irte a Los Ángeles a hacerte las Américas como había que hacer antes. Sí es verdad que yo, cuando quedamos para ver los primeros cuatro o cinco capítulos de la primera temporada, las carcajadas que hubo allí no fueron de es porque hemos estado nosotros y nos hace gracia lo nuestro. Ahí sí que dijimos: 'Esto tiene ingredientes para petarlo, la verdad'. Luego hay mil factores, pero desde luego que a la gente que lo viera le iba a flipar y se lo iba a pasar bomba, eso sí y es ya un hecho.
¿Necesita este mundo más comedia?
Sí, yo creo que la comedia tiene mucho de terapéutico y es muy importante. Es importante reírse y más en este mundo de mierda, perdón, que estamos viviendo con tantos dramas, tantos conflictos, con el planeta que nos lo estamos cargando, con este sistema que no acaba de funcionar y demás, pues yo creo que es una herramienta valiosísima para hablar de cosas muy serias, como por ejemplo el machismo o para hablar, como hacíamos en 'Vaya Semanita' del conflicto vasco. Yo creo que, por ejemplo, 'Machos Alfa' es lo mismo. Habla de temas muy serios y de temas que tienen que cambiar y que están cambiando. Es un cambio complicado, como todos los cambios. Yo creo que, en este sentido, la comedia es una herramienta valiosísima porque entra como una mantequillita y puedes hablar de cosas jodidas haciéndolo bien. También es muy complicado, claro, es muy delicado y para eso hace falta guionistas muy buenos como había en 'Vaya Semanita' o como los hay ahora en 'Machos Alfa'. Yo disfruto mucho haciéndola y viéndola también. Viéndola me cuesta porque yo soy muy exigente. No me rio con cualquier cosa y una comedia mala me parece un horror también. Por eso yo creo que el mérito de los guionistas es muy importante en la comedia y bueno también de los actores y el director de coger el tono y de no que no se pase y que no sea una payasada, sino que sea algo más sutil que es la comedia que me gusta más a mí, pero sí, bienvenidas a la comunidad.