RAYO - FC BARCELONA

Quién es Gerard Martín, la joya que tuvo que cambiar la bufanda por las botas

El lateral fue uno de los jugadores más destacados del Barça Atlètic de Rafa Márquez y, tras una buena pretemporada, Hansi Flick le está dando oportunidades. En Vallecas volvió a ser titular.

Gerard Martín en su debut con el primer equipo en Mestalla./AFP
Gerard Martín en su debut con el primer equipo en Mestalla. AFP
Jordi Cardero

Jordi Cardero

En una época en la que la sobrecarga del calendario exprime a los futbolistas y convierte en habitual las lesiones musculares, el caso de Gerard Martín es sorprendente. La temporada pasada se perdió solo 90 minutos de toda la temporada del Barça Atlètic. El encuentro que se perdió fue baja por lesión. Gerard debutó en Mestalla en un Barça que tantas veces vio desde la grada con su padre y fue titular en Vallecas. En su historia se juntan dos premisas: que los sueños se cumplen y que, a veces y solo a veces, la meritocracia es el motor para hacerlos realidad.

Ante el Valencia, a la hora de partido, Alejandro Balde sufrió molestias en el muslo izquierdo -quedó en un susto- y Hansi Flick no arriesgó. Un par de minutos después dio entrada a Gerard. Ante el Rayo repite. El lateral, que también se adapta a la posición de central, creció en el Sant Gabriel y acabó su etapa formativa en el Cornellà. El verano de 2023 aceptó la propuesta del Barça para jugar en el filial. Varios equipos de la MLS se habían interesado ya en él. En el club supieron desde los primeros partidos que habían acertado de lleno apostando por él.

Gerard debutó con el primer equipo en un extraño amistoso que el club disputó en Dallas el invierno del año pasado para cuadrar sus cuentas. Xavi pobló la lista de jóvenes y Martín fue uno de los seleccionados. Le avisaron de que no hiciera planes un par de días antes y ante América fue titular. A pesar de haber tirado abajo la puerta del primer equipo, la vida siguió igual para él: continuó siendo una pieza fundamental para Rafa Márquez y asistiendo a Montjuïc como un aficionado más, lo que fue toda su vida.

Durante las últimas semanas, Gerard ha cambiado la bufanda por las botas. En la gira jugó los tres partidos. Contra el Manchester City estuvo entre los más destacados y entregó una asistencia a Pablo Torre. Contra el Real Madrid repitió titularidad y estuvo sólido y ante el Milan jugó cerca de 80 minutos. También participó en el Gamper. Por los movimientos de piezas de Flick, se podría decir que, para el técnico, Gerard está un paso por delante de Álex Valle, que no tiene clara su continuidad y, al no estar inscrito con el primer equipo, su cláusula es solo de tres millones.

Fichado de rebote

Curiosamente, el día que Andrés Manzano, exdirector deportivo del Cornellà, visitó el campo del Sant Gabriel, fue para ojear a un delantero centro, de quien tenía informes muy positivos. Pero, al llegar, le aconsejaron fijarse en el lateral izquierdo. Al acabar el partido no dudó: fichó a ambos. Gerard se unió al Juvenil C y de allí dio el salto directamente al Juvenil A. En su segundo año debutó con el primer equipo y lo hizo en el histórico partido de Copa del Rey en el que el Cornellà le puso las cosas muy complicadas al Barça de Ronald Koeman. Aquella noche le tocó defender a Ousmane Dembélé.

Antes de aterrizar en el Baix Llobregat, Gerard era un lateral que llegaba muy fácil al área. Con el paso del tiempo se fue convirtiendo en un lateral más bien corto, de poco recorrido, o incluso un tercer central. Pero en estos encuentros con el primer equipo ha vuelto a sacar su versión más ofensiva. En Mestalla un pase atrás desde la línea de fondo y al punto de penalti estuvo cerca de convertirse en una asistencia a Marc Casadó. En esa acción se evidenció que uno de sus referentes a nivel futbolístico ha sido Jordi Alba.

A Gerard lo describen como "un espejo en el que mirarse, trabajo y constancia". "Es muy disciplinado, no bebe ni un refresco. Vive por y para el fútbol, se mira todos los partidos", cuentan quienes le conocen. Su primer año en Can Barça fue inmaculado. Fue un seguro para el filial y en apenas unas sesiones de entrenamiento se ganó la confianza de Flick. En la primera plantilla hay una vacante para el competidor de Balde y Martín, sin haber partido de una posición ventajosa, se ha convertido en un serio aspirante al puesto. Igual ya no podrá ir a animar a su equipo tanto como quisiera, ahora lo vivirá y ayudará desde dentro.