Gallagher rescata un punto y el Atlético se aleja del liderato

Vallecas en noches como esta da más gusto que nunca. Porque la gente se toma el partido muy personal y no es porque el rival sea grande, que también, sino porque saben que ellos juegan el partido, que su aliento empuja a los suyos al ataque y que, mientras más ruido hagan, más lo van a sentir los rivales. Eso sí, todo esto tiene que ir acompañado de fútbol porque, si no, ante el Atlético de Madrid no te sirve.

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El Rayo puso el fútbol en la primera parte y el Atlético tuvo su réplica en la segunda. Los de Iñigo Pérez se quedaron sin piernas en el segundo tiempo, Simeone metió cambios ofensivos pero ni así fue suficiente para remontar un partido fuera de casa, algo que no sucede para los rojiblancos desde hace tres años. El Atlético se aleja del primer puesto que marca el Barcelona y ahora tiene que recuperarse rápido para visitar al Celta y conseguir los tres puntos. El Rayo consigue un gran punto ante un rival difícil pero le sigue faltando fondo físico y definición de sus hombres de arriba.

Si hay ritmo, 15 minutos en Vallecas parecen 70. Por oportunidades, por remates y por errores. Iñigo Pérez tenía claro cuál era el plan: posesión de balón, línea alta y envíos a la espalda de Reinildo y Azpilicueta. Y conseguía llevar peligro al área de Oblak, pero, a pesar de todo, el Atleti no se sentía 'incómodo' con este plan.

El Atlético de Madrid, por su parte, hacía el partido lento, o esa era la intención. Las ocasiones más claras llegaban por parte del equipo de Simeone (primero una de Lino y después un zapatazo de Alvarez desde fuera del área), pero el peso del partido lo tenía el Rayo Vallecano, mezclando el juego corto con el juego largo. Pero el Rayo, pasada la media hora, apretaba y apretaba, el tema era saber si las piernas le iban a dar durante todo el partido.

Nahuel Molina habilitó a Ratiu y el lateral cruzó un balón dentro del área que terminó Isi empujando a la red, con Oblak enfadado con su defensa que se metía muy atrás. El empuje del Rayo surtía efecto con el primer gol del partido, que se festejó dos veces, primero antes de que el juez de línea levantase la bandera y la segunda tras la decisión del fuera de juego semiautomático de dar por válido el tanto. La afición se volvía loca y disfrutaba con el juego de su equipo.

Fuera Llorente y Lino, dentro Correa y Griezmann. No quería saber nada el Cholo con perder en Vallecas e iba arriba, con cambio de sistema, cuatro defensas y cuatro delanteros, con Correa, el francés, Alvarez tirado a la izquierda y Sorloth arriba. Y el cambio le salió bien al Cholo, porque Correa tuvo parte de culpa de que el balón le llegue a Sorloth, que primero falla y después lo hace muy bien para asistir a Gallagher y el inglés, llegando, marca su segundo gol con la camiseta rojiblanca.

La necesidad del Atlético cambió el partido. Eso, unido a que las piernas del Rayo iban flojeando cada minuto que pasaba, hacía que el Atlético cada vez que atacaba creaba más o menos peligro. Entonces, el míster del equipo local movía ficha, necesitaba piernas frescas y metía a Camello junto a Óscar Valentín. El plan que buscó Iñigo Pérez en el primer tiempo ya no existía y ahora el que dominaba el partido era el equipo de Simeone.

Era el minuto 75 de partido cuando el estadio de Vallecas comenzaba a aplaudir y gritar. No era por un gol del Rayo, era porque iba a entrar el gran '10' colombiano, James Rodríguez. Todos querían ver al zurdo, todos esperaban una genialidad del sudamericano y la gente estaba ilusionada. Iñigo Pérez iba a por el partido, porque dejaba a Isi y metía al mediapunta para enlazar con Camello, que quedaba arriba.

Simeone necesitaba más velocidad arriba y Sorloth había corrido todo el partido. El noruego fue el sacrificado para la entrada de Giuliano Simeone, que se metió arriba para presionar todas. El equipo que hoy vestía de azul iba a por el partido y quería los tres puntos, metía al Rayo atrás que sufría y Simeone desde la banda pedía "más, más y más" con los gestos. Finalmente, los tres minutos de añadido no fueron suficientes para el Atlético de Madrid, que no gana un punto, sino que pierde dos en su lucha por seguir arriba en la liga. Aunque no perdió todavía, se queda lejos del Barcelona y se aleja del Madrid.