Fran García: "Los consejos de Roberto Carlos me hicieron crecer"

Fran García (Bolaños de Calatrava, Ciudad Real, 1999) llega a la redacción de Relevo sonriente, feliz. Forma parte de su carácter y, además, estos días son especiales para él. Son los momentos previos a enfrentarse, una vez más, al Real Madrid, equipo al que llegó con 13 años y que todavía posee el 50% de sus derechos.

Volver al Bernabéu (llegó a debutar con el primer equipo en un partido de Copa ante el Melilla) es su objetivo a medio plazo, pero ahora está encantado en el Rayo, un equipo que le dio la oportunidad en el mundo profesional y que le ha conquistado por la cercanía de su gente. Fran cuenta su pasado, presente y futuro y también desvela los motivos por los que sigue en Vallecas y las opciones que hubo de regresar al Madrid el pasado verano.

El Rayo vuelve a sorprender esta temporada: han empatado en el Camp Nou y en el Metropolitano y ganaron en el Sánchez Pizjuán. ¿Cuál es el secreto de este equipo?

Tampoco hay que hacer nada diferente. Nosotros tenemos un estilo de juego al que todos los jugadores nos adaptamos muy bien y sabemos lo que tenemos que hacer. El míster tiene las ideas muy claras y sabe transmitirlas. Tratamos de hacerlo lo mejor que podemos. No se muestra un Rayo distinto en casa o fuera, somos un equipo divertido, que propone y con un juego alegre. Esa es la base de que todo vaya bien.

¿Qué importancia tiene Iraola en todo esto?

Nos transmite, nos da a entender lo que quiere: presión alta, salir a morder arriba y aprovechar los fallos del rival. Buscamos tratar bien el balón, tener la posesión y, a partir de ahí, crear peligro.

¿Por qué es tan especial el Rayo?

Lo más especial que tiene el Rayo es el barrio, la gente… Siempre te transmiten, dan esa fuerza cuando las cosas van bien y también cuando van mal. Están siempre a la altura, pendientes de estar todos a una. Al final no sólo somos los jugadores o el cuerpo técnico, cuando entras en el barrio y te mueves por la zona eso se siente, la gente te lo transmite y eso es bonito poder vivirlo.

En el Rayo es habitual el contacto entre los jugadores y la afición porque entre otras cosas aparcan sus coches en la calle los días de partido. Ese trato directo con la gente se pierde cada vez más. ¿Cree que se debe acercar más a los futbolistas a los aficionados en todos los clubes?

Siempre se lo he dicho a mis amigos y a la gente que viene a verme. Porque yo cuando era pequeño era un 'coñazo', me gustaba 'dar la brasa' a los que venían a algún campus o cuando veía a alguien famoso. Creo que nosotros con diez segundos, con hacerte una foto, acercarte a alguien, saludar, una firma… Puedes cambiar el día de una persona, alegrarle y que siga teniendo fuerza en algo de su vida. Eso nos hace especiales a nosotros, hay que mantener el contacto y tener buena relación con el aficionado o con quien esté pendiente de ti. Ellos son quienes te hacen grande y los que te hacen crecer. O incluso hacerte sentir bien contigo mismo por poder hacer algo por alguna persona en un momento dado.

¿Con qué momento de los que ha vivido en el Rayo se queda?

Con el ascenso, claramente, y con mi debut en Primera, que fue en el Pizjuán hace un año. Mi familia materna es de allí, mis dos abuelos fallecieron hace tiempo y poder debutar justo en ese estadio creo que no fue casualidad. Desde arriba me dan fuerza, lo he puesto ahora cuando ganamos allí, es para mí un día especial.

¿Por qué este verano decidió seguir en el Rayo a pesar de las ofertas?

Por lo que he dicho… Me siento como en casa. Llevo desde los 13 años en Madrid, para mí es muy importante mi familia y mis amigos en la vida. Mi gente importante está en Madrid y el proyecto seguía siendo el mismo, cosa que me encantaba. El club siempre me ha dado mucha fuerza y el cuerpo técnico, los compañeros… Eran los mismos y eso es importante.  

 ¿Qué diferencia hay entre el Real Madrid y el Rayo?

El Madrid tiene unos objetivos muy diferentes a los que tiene el Rayo. El Madrid es el mejor club del mundo, el Rayo para mí es muy especial porque es el que me ha dado la oportunidad de crecer a nivel profesional, de dar el paso cuando salí del Castilla. No sólo me ha ayudado a crecer como jugador, sino como persona. Creo que tienen valores no muy diferentes ambos clubes y eso ha hecho que yo me sienta como en casa. La gente para mí ha sido una familia, me han acompañado en el proceso. Estoy encantado.

¿Qué debe hacer el Rayo para ganarle al Madrid?

No tiene que ser diferente a lo que estamos haciendo hasta el momento. En casa somos fuertes, tenemos que confiar en nosotros y el equipo que venga a Vallecas tiene que pelear mucho para conseguir sacar algo. La gente aprieta mucho y en Vallecas somos muy fuertes. La filosofía de juego debe ser la misma, tenemos que tener la confianza plena que estamos teniendo hasta la fecha y seguro que la cosa irá bien.

El curso pasado el Rayo se cayó en la parte final. ¿Qué deben corregir?

Tanto el año en Segunda como en Primera se nos complicó bastante la época de enero y febrero. Fueron meses bastante jodidos a nivel deportivo. El equipo siempre estuvo fuerte y eso es lo positivo que tenemos que sacar. Ahora debemos intentar sacar esos meses que nos cuestan, no sé si por la dinámica o por la Copa, que para nosotros es una competición que nos gusta… Debemos tratar de estar a un nivel óptimo.

¿Cómo está Raúl de Tomás?

Para él ha sido una situación compleja tanto a nivel personal como deportivo. Viene con ganas de reivindicarse, de ayudar. Está currando, tiene muchas ganas de que pasen estos meses.  

¿Cómo se prepara para jugar contra el Real Madrid?

Lo afronto con ilusión, con ganas de encontrarme con caras conocidas. No tiene que cambiar nada, no es diferente a otros partidos. Aunque al final siempre tienes un poco ahí esa espinita en el corazón de que viene un partido contra un equipo que ha significado mucho para mí. Trataré de hacer las cosas lo mejor posible y daré todo por el Rayo.

¿Qué le ha enseñado el Real Madrid?

Llegué siendo un niño, con 13 años, y me ha ayudado a crecer como persona, a darme unos valores que el Madrid marca mucho. Esa nobleza, el carisma de ir siempre hasta el final, de no dejarte llevar nunca y pelear por lo que quieres hasta el último segundo.

¿Cómo de cerca de volver al Madrid estuvo el verano pasado?

Ese mercado dependía de otros jugadores, de otros movimientos. Hubo cosas que no se dieron, así que yo tampoco tuve que cambiar mucho. Estaba contento en el Rayo y al final estoy orgulloso de seguir defendiendo la franja. Ojalá que terminemos la temporada de la mejor manera posible.

¿Sigue siendo su objetivo volver al Madrid?

Sí, siempre lo he dicho y nunca lo he escondido: uno de mis sueños es volver al Madrid. Pero también tengo claras las cosas que quiero ahora mismo y lo que tengo que hacer. El Rayo ha apostado por mí y estoy encantado de estar aquí. Trato de dar lo mejor de mí dentro y fuera del campo, seguir mejorando y ser el jugador que he demostrado hasta ahora.

En el Madrid tuvo momentos muy malos con las lesiones de hombro. ¿Llegó a pensar que se truncaba la meta de llegar a profesional?

Sí. En varios procesos lo pensé mucho. De hecho, con mi gente de confianza decía que no lo tenía claro, que quería calmar esa sensación de dolor que tenía permanente. Salía de una y me metía en otra, no tenía la posibilidad de disfrutar con 16, 17 o 18 años. Fue la época de Juvenil, la peor para mí. En esa época no tenía claro si era mi camino, yo creo en el destino y esos procesos que me tocó vivir siendo tan joven me llevaron a seguir estudiando, a tener la cabeza en otro ámbito que no fuera sólo el fútbol. Eso me ha ayudado a ser la persona que soy ahora y tener la fortaleza y los valores que tengo.

¿Cómo resolvió esos problemas en el hombro?

Me operé con el Madrid, recaí en la Sub-19 y fue un palo muy gordo, porque parecía que era el final del túnel y en una jugada muy tonta, en un apoyo, se me volvió a salir el hombro. No me creía que después de tanto trabajo, de pasar por segunda vez por quirófano… Creía que todo estaba bien. Conocí a un cirujano que ahora es muy amigo mío, a Carlos Gavín, que me ayudó mucho en el proceso de recuperación. Él me intervino y ha sido la persona que me ha dado ese alivio y esa tranquilidad con las lesiones que tenía en el tren superior y cuando tengo cualquier mínimo problema o molestia, acudo a él. Es una persona a la que le debo mucho, es quien que me ha vuelto a dar la esperanza de confiar en jugar al fútbol y de tener tranquilidad a nivel físico.

¿En qué jugador de los que están en activo se fija más para mejorar?

Ahora me fijo bastante en jugadores de la Premier, porque son un poco mi estilo de juego: transiciones, equipos fuertes físicamente. Me he fijado mucho en Robertson, que para mí el año pasado fue uno de los laterales clave. A nivel de edad, cerca de mí, me he fijado en Davies (Bayern) por su estilo de juego. Son futbolistas parecidos a mí, con mucho despliegue y con repetición de esfuerzos. 

¿Y de pequeño en quién se fijaba?

En mi época de extremo me fijaba mucho en Bale, porque era un jugador rápido, zurdo, con buen golpeo. Yo me caracterizaba por la velocidad cuando llegué, que vine como extremo. Luego, al reconvertirme a lateral en Juveniles, me fijaba en Marcelo y Roberto Carlos, que los tenía más a mano. De hecho, con Roberto tuve la suerte de estar en el Castilla. Hubo una temporada que lo tenía prácticamente con nosotros, se entrenaba con nosotros cuando faltaba alguien. Disfrutar de él y que me diera su consejo fue una época de mucho crecimiento.

¿Con qué consejo de Roberto Carlos se queda?

Con disfrutar del momento, del día a día. Las cosas pueden ir bien o mal, con días buenos o malos, pero pisas el verde, te dan el balón y todo se olvida. Fue uno de los consejos que más me marcó de Roberto. En el momento en el que el fútbol te deja de dar esa libertad o alegría, quizá es la hora de mirar a otra cosa o replantearte algo porque para nosotros es un lujo disfrutar en Primera, es el sueño que he perseguido desde pequeño.