Fernando Torres rechazó hace 18 días una oferta del Dépor porque su sueño es dirigir al Atlético

Fernando Torres (40 años) ya está en el punto que quería cuando se propuso ser entrenador y convertirse en un referente en los banquillos como lo había sido durante tantos y tantos años como delantero en España e Inglaterra. Su nombre, tras un exitoso paso por el juvenil del Atlético y después de volar en la actualidad con el filial en Primera Federación, ya suena con fuerza para grandes proyectos. De hecho, según ha podido saber Relevo, hace 18 días rechazó una interesante propuesta del Deportivo de la Coruña. La razón esgrimida para rechazarla es que está feliz en casa y su sueño sigue siendo poder entrenar algún día al primer equipo del Atlético. El propio club rojiblanco, que tiene mucha fe en él, se negó a negociar.

Los contactos del club coruñés con el madrileño se produjeron a los pocos días de conocerse, el pasado 28 de octubre, la destitución de Imanol Idiakez por los malos resultados. Primero fue el turno de Ramis, Sergio González y alguno más. Después llegó su hora en una segunda oleada. Según fuentes conocedoras de las negociaciones, hubo hasta tres intentos del Dépor para persuadirle y en último término convencerle. Sabía que Galicia le tira mucho por su padre y que no olvida que en A Coruña volvió a nacer tras aquel golpetazo en el césped en 2017 que paró el mundo al quedarse tendido en el césped inconsciente. Dos de esos toques de la entidad blanquiazul fueron con el entorno del propio entrenador del Atlético B. Y el tercero llegó a producirse hasta con la entidad colchonera, ya que para que fuera viable el fichaje pretendido se tendría que haber producido una cesión de derechos. En la dirección deportiva del Atlético se negaron en rotundo y ni negociaron. No hubo manera. De ahí que el Dépor, tras sondear a diversos técnicos más como a Fabio Cannavaro y a Luis García, se decidió por tirar de un referente en la casa como Óscar Gilsanz.

Un entrenador, por ley, no puede dirigir a dos equipos diferentes en España en una misma temporada. Y únicamente hay una excepción para que pueda darse el préstamo: que se pase de una categoría inferior a una superior. Ya sucedió la temporada pasada con Antonio Hidalgo, que dejó el Atlético Sevilla (Segunda Federación) para firmar en el Huesca (Segunda División). Martín González, director deportivo del club oscense, aclaró en su día la terminología empleada para anunciar la llegada del nuevo entrenador. "Cesión de derechos es un formulismo, él no podría entrenar a otro equipo si no hay una cesión de derechos entre clubes y siempre para ir a superior categoría", expuso a los medios de comunicación.

La decisión de Fernando Torres de permanecer en el Atlético coincide en el tiempo con la firme postura del club desde hace meses, anunciada ayer por Relevo, de buscar sustituto a Simeone por si sale esta misma temporada. El Niño, según los que mejor le conocen en el club, no es ajeno a este runrún que va creciendo y, según varias fuentes consultadas, le podrían haber animado a esperar acontecimientos en casa y no fuera. Sin embargo, sus más cercanos aseguran que esa apuesta por dirigir en el futuro al primer equipo no tiene que ver nada con esta incertidumbre. Su objetivo, si llega cuanto antes, mejor. Se ve preparado. Pero tampoco descarta aguardar más tiempo a la espera si eso supone el bien del club y la continuidad de Simeone. Eso querrá decir que marchan bien las cosas. Su sentimiento atlético pesa mucho.

En este caso, en el de seguir esperando en la sombra, Torres no descartaría apostar por alguna de las ofertas que le están llegando en los últimos tiempos para probar suerte lejos de Majadahonda para foguearse y regresar con más experiencia. Y ahí podría aparecer de nuevo el Dépor. A Torres le hace más ilusión ir allí que otras ofertas incluso de la parte media-baja de Primera. Lo que no desea es estancarse, como de cierta forma le está sucediendo a Raúl González en el Castilla. Fernando tiene buenas propuestas del extranjero desde hace tiempo. El Bayer Leverkusen, sin ir más lejos, ya le hizo un guiño hace años y ahora, con la más que cantada salida de Xabi Alonso (¿al Madrid?), podría volver a florecer ese interés. En el Liverpool y en el Chelsea, donde fue leyenda, tampoco le olvidan para el medio plazo. En España también tiene ya a varios clubes de Primera y de Segunda con la caña preparada.

Torres dirige en la Academia del Atlético desde 2021. Fue capaz de ganar dos títulos con el juvenil de la División de Honor -la Liga y la Copa de Campeones-, superando al todopoderoso Real Madrid de Álvaro Arbeloa, y esta temporada marcha en la parte alta de la clasificación en Primera Federación (4º). Tiene encandilados a los directivos con sus métodos y los propios canteranos que han pasado por sus manos aseguran que es un técnico top. En el Atlético creen que está listo para dar el salto y, sobre todo, que no habría un golpe de efecto mayor que su nombramiento como sucesor de Simeone si el argentino decide echarse un lado. Siempre con el máximo respeto al actual entrenador, que en el Metropolitano sigue siendo Dios.

Hay quien ve en ese hipotético as en la manda, si es que algún día se produce, como una decisión acertada al estilo de la que adoptó el Barça en 2012 con la salida de Pep Guardiola. A los pocos minutos de su comparecencia pública, el club comunicó la firme apuesta por alguien tan querido en la casa como era Tito Vilanova, por lo que la depresión inicial se transformó pronto en una renovada ilusión. Sea él o no el elegido en el futuro -si es el que el Cholo sale- El Niño ya está entre los candidatos.