LALIGA SANTANDER

El extraño caso del jugador del Celta llamado Williot Swedberg

El centrocampista sueco, que valió cinco millones de euros, apenas suma 50 minutos en Liga y su futuro no es halagüeño.

Williot Swedberg, antes de un partido con el Celta. /Getty
Williot Swedberg, antes de un partido con el Celta. Getty
Óscar Méndez

Óscar Méndez

El Celta están en medio de una mala racha de juego y resultados que le han hecho mirar hacia abajo de nuevo cuando ya creía que tenía la salvación atada. El bache coincide con el bajón futbolístico de algunos de sus mejores jugadores, sobre todo de Iago Aspas y Gabri Veiga, los dos futbolistas más determinantes de la plantilla. El primero lleva varios encuentros sin ver portería y el segundo está padeciendo un fuerte desgaste físico y mental. En estas semanas ha habido jugadores que han tenido más presencia, como Solari, Tapia o Cervi, que amplían la rotación de Carvalhal, donde sigue sin estar Williot Swedberg.

Muchos seguidores de LaLiga y no tanto del Celta se preguntarán quién es este centrocampista sueco. Internacional con las inferiores de su país, el espigado jugador llegó a Vigo el pasado verano a cambio de cinco millones de euros procedente del Hammarby de su país. La importante inversión realizada estaba avalada por Luis Campos, su principal valedor. Eduardo Coudet, entrenador del primer equipo por aquel entonces, no estaba de acuerdo con su llegada, pero la decisión ya estaba tomada.

Los aficionados del Celta se frotaban las manos con lo que podía ofrecer el nórdico, pero la realidad ha sido bien distinta en su primera temporada en Vigo. En las primeras 33 jornadas de LaLiga apenas ha acumulado 50 minutos sobre el césped repartidos en tres partidos (33' frente a Osasuna, 1' contra Osasuna en Pamplona y 17' en el Bernabéu con el encuentro ya prácticamente decidido). Y en ese tiempo ha mostrado muy poco.

Los inicios de Swedberg en el club no fueron sencillos. Coudet no contaba con él y el jugador sufrió mucho en pretemporada. A nivel físico, estaba varios pasos por detrás del resto de la plantilla y también tenía carencias a nivel táctico y en ritmo de juego. Sus limitaciones provocaron que en más de una ocasión el técnico argentino eligiese a jugadores del filial por delante para realizar algunos ejercicios, una dinámica que afectó a Swedberg en lo anímico y que incluso le hizo derramar alguna lágrima durante las sesiones en Mos.

El cambio en el banquillo parecía que podía abrirle nuevas oportunidades en las alineaciones, pero no fue así. Su papel continua siendo residual e incluso pasó por el mal trago de ser sustituido a la media hora de juego en un partido de Copa contra un rival de sexta división. La corta plantilla y los escasos destinos que le garantizasen minutos impidieron su salida en enero.

En las oficinas del Celta siguen confiando en Swedberg a medio y largo plazo, pero son conscientes de que no puede estar otra temporada en el banquillo. En julio se le buscará acomodo como cedido, pero en A Sede no quieren desprenderse de él a título definitivo como hicieron en el pasado con Mathias Jensen, un jugador que no cuajó en Vigo y que luego ha multiplicado su valor en el Brentford.