Una expulsión y un solitario gol de Sow le dan los tres puntos al Sevilla
Unai López se marchó expulsado tras darle un manotazo a Isaac Romero. Los de García Pimienta, sin colmillo para matar el partido.
Día de comunión en el Sánchez-Pizjuán, con una protesta unificada hacia las directivas de Sevilla y Rayo, y con un partido donde ningún equipo rozó, siquiera, el notable. Marcado por la expulsión de la primera mitad, los nervionenses se llevaron la victoria... y una pitada de su afición al final.
El balón echó a rodar en Nervión con una igualdad, a la baja, que iba a marcar el partido por completo. El Sevilla tuvo la primera ocasión, aunque tampoco fue muy clara. Lokonga remató con poca fuerza un balón que se marchó desviado por encima del larguero, aunque acto seguido Lukebakio sí puso a prueba a Batalla, que se estiró para evitar el tanto. Aunque el primero no tardó demasiado en llegar. Isaac Romero, mediante una jugada que recordó a su nivel la pasada temporada, le dejó a Sow el balón a la perfección para que este anotara.
1-0... y sin demasiado fútbol por ninguna parte hasta el descanso -salvo una gran jugada de Álvaro García que no pudo finalizar Nteka-. Isaac fue el más destacado de un Sevilla que se contentó con la mínima ventaja y se acogió a que el Rayo fuera el que más fallara. Y así ocurrió. En una jugada con cero peligro y alejados por completo del balón, Unai López agredió al ariete nervionense mediante un manotazo en la espalda, algo que el VAR no pasó inadvertido. Busquets Ferrer acabó mostrándole la roja... y casi acabando con las posibilidades rayistas. Así se llegó al final de la primera parte.
Ya en la segunda mitad, parecía que el guion podía cambiar, sobre todo por la necesidad del Rayo de apretar para buscar, al menos, un punto. Aunque las intentonas por ambos bandos fueron mínimas. De nuevo volvió al Ramón Sánchez-Pizjuán el ritmo lento y sin peligro, lo que provocó algunos pitos por momentos en el estadio. Y es que al Sevilla le faltó colmillo, más aún teniendo enfrente a un equipo con uno menos y sin argumentos para darle la vuelta al partido.
Isaac Romero, que esta vez sí cuajó un buen encuentro, volvió a tener una oportunidad clara para que los suyos aumentaran la ventaja en el marcador. Pero el resultado fue el mismo. De hecho, los pitos sonaron con más fuerza cuando Pedro Díaz, uno de los cambios elegidos por Íñigo Pérez, erró un remate de cabeza... estando solo en el área. Una pasividad, la de los nervionenses, que le permitió crecer en el partido a un Rayo que se lo acabó creyendo. Y tanto que lo hizo. A la madera se fue un disparo de Álvaro García tras una pérdida muy peligrosa de Lokonga. Ahí volvieron los pitos.
Porque el Sevilla le dio la espalda al fútbol. Sin generar nada. Sin intensidad. Sin correr... y todo ello con uno más. Más grave aún... teniendo en cuenta el descontrol que se vivió en la banda, con García Pimienta teniendo que meter a Barco a la vez que a Juanlu para no perder una ventana.
En los últimos minutos, Suso fue el encargado de ponerle la salsa al partido con alguna jugada cargada de calidad. Pero tampoco influyó en nada al resultado. Todo esto hizo que el encuentro se enfriara lo justo como para que el Rayo Vallecano perdiera fuerza arriba. Pese a los cambios, los de Íñigo Pérez acabaron sin cambiar las cosas... y los tres puntos se quedaron en Nervión. Aquel lugar donde continúa la sensación de que su equipo necesita un mundo para conseguir una victoria.
Ficha técnica
1 - Sevilla FC: Álvaro Fernández; Carmona, Badé, Kike Salas, Pedrosa; Gudelj, Lokonga, Sow; Lukebakio (Suso), Isaac, Peque (Navas).
0 - Rayo Vallecano: Batalla; Ratiu, Lejeune (Embarba), Mumin, Chavarría; Unai, Valentín, Gumbau; De Frutos (Isi), Nteka, Álvaro García.
Goles: Sow (27')
Árbitro: Busquets Ferrer. Cordero Vega (VAR). Amonestó con amarilla a: De Frutos, Lejeune, Valentín, Álvaro García, Badé y Kike Salas. Expulsó por roja directa a Unai López