El mellizo de Camello que también brilló en el Atlético pero no se sacrificó para ser futbolista: "Se decía que éramos los más liantes"
Gonzalo, hermano de Sergio, atiende a Relevo y habla de la especial relación con su hermano: "En la final de los Juegos no podía parar de llorar".
Hace no demasiado años, dos hermanos revolucionaron el fútbol madrileño. Se trataba de los mellizos Camello, dos de las joyas más preciadas de la cantera del Atlético de Madrid. Sergio, delantero de mucha movilidad y aún más gol. Gonzalo, un lateral derecho contundente y con un físico superior. Muchos conocen la historia del primero, que ahora se faja en Primera División con la camiseta del Rayo Vallecano. Relevo cita al segundo, que tras una vida en la cantera rojiblanca, dejó el fútbol en un segundo plano.
Gonzalo (10 de febrero de 2001, Madrid, España) explica con detalle y sinceridad por qué su hermano llegó a la élite y él no. Más "despistado" que Sergio, no quiso sacrificar ciertos aspectos de su vida por convertirse en futbolista. Le encanta jugar, y sigue haciéndolo en el Cala Pozuelo de la Tercera Federación, pero reconoce que ni siquiera de niño se veía en lo más alto. No por nivel, pues había quien le creía el mejor de los dos, sino por una ambición que nunca se encendió dentro de él.
Esto no quita que disfrute de los triunfos de su mellizo como si fuesen suyos. También sufre en sus malos momentos. Han pasado infinidad de cosas juntos. Desde sus primeros toques a un balón de Boadilla a más de una trastada cuando jugaban juntos en el Atleti. Gonzalo repasa la carrera de ambos y la magnífica relación que les une de manera inseparable.
¿Cuál es tu primer recuerdo futbolístico?
Nosotros hemos sido socios de un club en Boadilla que se llama Las Encinas de Boadilla y sin duda mi primer recuerdo es en esos campos que ahora ha cogido Toni Kroos para hacer su academia. En esos campos, que al principio eran de tierra y de jugar con mi hermano ahí. De empezar desde chiquitines, con cuatro añitos y ya estamos con gente mayor jugando. Ese es mi primer recuerdo de la infancia y del fútbol sin duda.
¿Para ti es posible pensar en fútbol y no hacerlo en tu hermano o es una cosa que va unida la una a la otra?
Para mi es imposible. Sí que es verdad que hubo ahí dos, tres añitos que a mi hermano ya se le empezaron a subir ( a otras categorías que al final sí que nos separamos y pueden ser los únicos recuerdos que tenga separados. Pero yo siempre que pienso en fútbol, pienso en Atleti, pienso en mi hermano, sin duda, hemos estado toda la vida juntos.
Todo el mundo conoce a Sergio, pero menos conocen a Gonzalo. ¿Por qué no llegas a la élite si también juegas muchos años en la cantera del Atlético de Madrid?
Bueno, porque a lo mejor Gonzalo tenía otros hobbies, tenía otras ideas de su futuro y a lo mejor en el momento no fue lo sacrificado que tenía que haber sido. Eso es lo que al final me diferenció de mi hermano. Hay mucha gente que a día de hoy me dice: '¿tú por qué no llegaste si tú eras mejor que tu hermano? Por lo menos me lo parecías a mí'. Yo les digo: 'a ver, mejor que mi hermano no era porque el fútbol no es sólo calidad'. El fútbol es sacrificio, es saber muchas veces decir no, es tener en la cabeza tu idea de futuro con el fútbol… y yo eso a lo mejor no lo tenía tanto, a lo mejor yo tenía otro tipo de ambiciones.
Preparando la entrevista he charlado con una persona que os conoce y me ha dicho que tú eras más «despistado» que Sergio...
Sin duda. Yo desde pequeño además tengo un déficit de atención brutal y sin duda yo era más despistado. Siempre he sido más rebelde, menos sacrificado. Si en algún entrenamiento me podía escaquear, siempre estaba buscando la risa, eso sin duda.
¿Y en esos momentos tu hermano no te echaba la bronca?
Mi hermano era el más gracioso sin duda. Si tenía que liarla era el primero, probablemente más que yo. Pero sí es verdad que, cuando había que centrarse, él se centraba y yo no. Para mí era cachondeo siempre, a todas horas. Sabíamos que él sí que se tomaba el fútbol como una responsabilidad y para ti era un entretenimiento. Además desde pequeño ya se veía. Mi hermano a todas horas quería jugar al fútbol y yo muchas veces no quería eso. Desde pequeño se notaba que él tenía por así decirlo una especie de 'enfermedad' por el fútbol. Sólo pensaba en eso y yo pensaba en muchas más cosas.
¿En qué momento de tu vida decider que no te quieres dedicar al fútbol?
Más que un momento como tal, fue una etapa en mi vida que yo ya me hacía mayor. Empecé a perderme muchos viajes, muchos planes… yo al final una de las partes más importantes de mi vida es la amistad y para mí el perderme esas cosas me costaba mucho. Empecé a intentar compaginarlo con el fútbol y al final en el fútbol profesional llega un momento que es imposible. Por eso llegan tan pocos. Porque llegan los únicos que son capaces de sacrificarse y decir 'no' muchas veces. Yo no podía. Tomé la decisión y hablé con mis padres de que quizás yo en mi futuro no me veía jugando al fútbol. A día de hoy sigo jugando porque me doy cuenta que ya forma parte de mi vida y es de las cosas que más me gustan, pero quizás a la hora de centrarme en mi futuro tengo otro tipo de ambiciones.
Por el contrario, ¿hubo algún momento en el que estuvieses convencido de que podrías ser profesional y dedicarte al fútbol?
Sobre todo de eso al final te das más cuenta cuando la gente te lo dice. Es cuando te lo crees, cuando la gente te dice 'que bueno eres', 'te diferencias del resto', 'tú vas a llegar'... Pero sí que es verdad que yo tenía sentimientos encontrados porque a mí me gustaba mucho escucharlo, me hacía creerme lo bueno que era, pero me daba vértigo que llegase esa hora en la que el fútbol diese un clic y ya me tuviese que centrar sólo en ello. Como te digo yo tenía otro tipo de hobbies, otro tipo de ambiciones y por eso a pesar de saber que era bueno y que podía haber llegado, quizás no era la decisión que más me hubiese gustado.
Siendo niños os ficharon juntos para el Atlético de Madrid. ¿Cómo recuerdas aquel momento?
Yo me acuerdo que jugábamos en las instalaciones del Pozuelo en el Valle de las Cañas, en Pozuelo. Era como la liga en la que jugábamos los equipos de la zona. Jugábamos con gente más mayor y me acuerdo un partido que al salir nuestro padre nos cogió y nos dijo 'tengo una noticia muy buena para vosotros y es que se han interesado por vosotros unos ojeadores y no solo de un equipo sino de dos: del Madrid y del Atleti'. Te puedes imaginar para un chavalín como éramos nosotros la alegría que eso nos produjo.
¿Por qué elegisteis el Atleti?
Pues elegimos al Atleti principalmente porque yo desde que nací he sido del Atleti siempre a muerte. Mi hermano también porque por familia siempre nos hemos decantado por el Atleti desde pequeños. Y aparte el Madrid sólo contaba con mi hermano. Hicimos una serie de pruebas y solo contaban con él. Entonces, realmente por más que te cuente que el Atleti era mi favorito es que no me quedaba otra (se ríe).
¿Con qué jugadores coincidiste en la cantera?
Por ejemplo, jugaba mi hermano contra el Valencia el otro día y estaba Germán Valera. Mario Soriano, que el otro día metió con el Depor. Víctor Mollejo que se ha lesionado. Con Rodrigo Riquelme, que es uno de nuestros mejores amigos. Manu Sánchez. Una generación muy potente la verdad. Y luego pues futbolistas que se dedican a ello que quizás no han llegado tan lejos pero bueno están en Primera Federación o en Segunda Federación.
¿Qué se decía de los hermanos Camello por los campos de Madrid?
Pues antes que lo futbolístico siempre te llegaba de los hermanos Camello que eran los más liantes del vestuario sin duda. Para mi hermano y para mí siempre ha sido muy importante esa parte de separar el fútbol y realmente conocer a tus compañeros. Siempre éramos los primeros a la hora de hacer reír a los demás, a la hora de liarla. Luego, en tema futbolístico, se decía mucho que destacábamos. Había preferencias: había gente que me prefería a mí y otra a mi hermano. Pero sin duda con los años al final mi hermano es del que más he hablado y con razón.
De esa generación de canteranos, muchos de ellos en el fútbol de élite actualmente, ¿qué se mantiene: un grupo de Whatsapp, reuniones, viajes...?
Tenemos un grupo de Whatsapp en el que está Manu Sánchez y Rodrigo Riquelme. Luego, gente que juega más abajo como Alfredo Pedraza o Cristian. Es un grupo con el que hemos hecho siempre un viaje a Ibiza todos los años. Es con los que más contacto tenemos, pero luego siempre intentas estar pendiente de personas que al final el fútbol te une. A la vez que te une, das tantas vueltas que es muy difícil mantener esa relación y sí que con ellos es con los que más relación tenemos. Hablamos bastante por el grupo y estamos deseando volver a juntarnos para otro viajecito.
"Tenemos un grupo de Whatsapp con Manu Sánchez, Riquelme y más gente de la cantera"
Exjugador del Atlético de MadridCuando erais jóvenes y tu hermano empezaba a saltar categorías y a jugar con gente mayor, ¿no se te despertaba el gusanillo de la envidia? ¿No te molestaba nada que él subiera y tú no?
Por aquella época era de las preguntas que más se me hacía. En alguna entrevista que nos hacían en torneos, como el mítico LaLiga Promise y me preguntaban '¿no sientes un poco de envidia por tu hermano?' Y yo no sé cómo explicarlo que en mi vida he sentido ni una pizca de envidia. Al final es con la persona con la que me he criado, lejos de ser mi hermano es mi mejor amigo y todos sus logros es literalmente como si yo los consiguiese. Es más admiración que envidia, de decir qué bueno es y cómo se diferencia a los demás. Siempre ha sido alegría por él, sin duda.
¿Te emocionas mucho cuando consigue grandes hitos, como debutar en Primera o jugar con la Selección?
Mucho. Sobre todo este verano en París -en la final de los Juegos Olímpicos-. Creo que ha sido el mejor día de mi vida. No podía parar de llorar porque al final nosotros ya estábamos alegres con que él fuese convocado, o sin convocar incluso, ya éramos felices, Pero verle ahí, yo me tiré todo el partido llorando. Siempre que mi hermano consigue algo, yo creo que no es porque los demás no le deseen lo mejor ni le admiren, pero estoy seguro de que nadie se acerca a mí a la admiración que le tengo a él. Para mí es emoción con cualquier cosa que consigue.
Te traslado a ese momento en el que Arnau Tenas lanza la pelota no sé cuántos metros a tu hermano y, tras una jugada muy rápida pero que seguro se te hizo muy lenta, acaba marcando el gol que le daba a España el oro olímpico. ¿Qué se te pasó por la cabeza?
Se te pasan por la cabeza de repente un montón de momentos de cuando eres pequeño y sueñas con estar ahí, alguno de los dos. Con meter un gol en una final, imagínate un gol de las Olimpiadas. Se te pasan un montón de imágenes de cuando nos íbamos a jugar solos. De cuando a lo mejor la gente no nos comprendía y solo pensábamos en jugar juntos al fútbol, en irnos al campo de fútbol, cuando a lo mejor los demás querían hacer otra cosa. Un montón de momentos de cuando estábamos él y yo solos, jugando, hablando de ilusiones. De en cualquier momento poder conseguir eso. Creo que todos los niños lo piensan, pero siempre hay una parte de ti que dice 'no lo vas a lograr'. Ver ese momento para mí fue el momento más emocionante de mi vida, sin duda.
¿Pensaste en algún momento que iba a fallarlo?
Hombre, creo que lo primero que piensas antes de que lo vas a meter es que lo vas a fallar. Y más cuando al final, esto también va a raíz de la emoción que sentí, fue un año muy duro de mi hermano. Quizás no se le dieron las cosas como él quería. A pesar de que se esforzará, tuvo muchos fallitos, para ser honesto y realista. Entonces lo primero que piensas es que lo vas a fallar otra vez. Además, me acuerdo un torneo que tuvo, un Europeo con España, que en la semifinal creo que fue una que falló delante del portero y los eliminaron. Al final que metiese fue como cerrar un círculo, como que por fin lo había conseguido.
Hablas de cómo disfrutas los buenos momentos de tu hermano. ¿Cómo llevas los malos?
Cuando las cosas van mal a mí me afecta casi tanto como a él. Al final tú sufres, sobre todo la familia más cercana. Los padres sufren mucho un mal momento de su hijo y la verdad es que para mi hermano fue una etapa que pasó muy dura. Yo estaba viviendo con él en casa y verle así a mí obviamente me destrozaba. Igual que para lo bueno soy el que más me alegro, para lo malo soy el que más triste se pone.
"Cuando las cosas le van mal a mi hermano a mí me afecta casi tanto como a él"
Exjugador del Atlético de Madrid¿Cómo es la relación con tu hermano actualmente? ¿Qué es Sergio para Gonzalo?
Mi hermano para mí es mi vida. Es mi persona más importante. Al final nosotros siempre lo decimos, yo en mi vida desde que nací nunca he estado solo. Ya en la tripa de mi madre yo estaba acompañado, y siempre era por mi hermano. Tanto a él como a mí la soledad nos inquieta un poco. Siempre necesitamos estar pegados el uno al otro. Para mí mi hermano lejos de un hermano es mi mejor amigo. En cualquier plan si estoy con mis amigos lo primero que pienso es 'joder, ojalá estuviese aquí mi hermano'. O cualquier logro que consigo, o cualquier momento bonito que vivo, la primera persona que pienso es en mi hermano. Es la persona por la que daría la vida.
Desde que está en la élite, como hermano pero también como futbolista, ¿cómo tratas de ayudar a Sergio? ¿Le echas broncas?
Sí, al final como yo he sido futbolista, o bueno a día de hoy juego al fútbol, también soy muy crítico con él. Creo que al final eso para un padre es muy difícil porque para un padre tu hijo siempre va a ser el mejor del equipo, el mejor en cualquier ámbito, y yo tengo esa visión realista de aconsejarle desde la razón y lo real. Muchas veces duele pero sí que a veces soy probablemente la única persona que sea dura con él. De contarle un poco de las verdades, lo que ha hecho mal. A mi hermano quizás de primeras le molesta porque a nadie le gusta que le digan lo malo, pero yo sé que luego me lo agradece mucho.
Hablando de tus padres, he leído alguna entrevista en la que tu hermano habla muy bien de la educación que habéis recibido. De la conciencia sobre el dinero y no creeros más que nadie a pesar de haber sido dos jugadores con cierta fama en categorías inferiores. ¿Cómo lo explicas?
Porque para mis padres siempre cuando la gente hablaba de nosotros, lo que más ilusión y más felices les hacía no era el decir 'tus hijos son buenísimos'. Cuando a mis padres realmente les hacía ilusión y les emocionaba era siempre que algunos amigos o desconocidos le han dicho lo simpáticos que son tus hijos, la educación que tienen. Para mis padres eso siempre no han intentado inculcar desde pequeños. Siempre nos han intentado transmitir que la vida es humildad. Que por delante del dinero o de cualquier estatus, la humildad va por delante de todo. El ser honesto. El ser humilde. El ser buena persona. El que te recuerden ya no por lo bien que se te dé algo, sino por lo bueno que eres como persona. Eso para mis padres es lo primero y nos lo han transmitido siempre, y llevamos esos valores por bandera. Siempre que me voy de algún equipo lo que más feliz me hace es el cómo me recuerdan fuera del fútbol. Eso para mi hermano también es súper importante. Mi hermano tú vas por la calle y jamás dirías que es una persona conocida. Mi hermano trata a todo el mundo como lo trataría si no fuese nadie. Que destaquen eso de mi hermano me hace sentir súper orgulloso y a mis padres, te puedes imaginar.
¿Cómo es la relación con vuestro padre?
A mi padre le machacamos mucho porque la relación que tiene con nosotros es más de amistad que de padre. Nosotros estamos vacilándole todo el día. Pero nosotros envidiamos a nuestro padre como le quiere todo el mundo. La cantidad de gente que habla bien de él. Esto es algo que no se ha contado nunca, porque al final tampoco ha existido la pregunta, pero mi padre de pequeño tuvo un accidente con 18 años muy fuerte. Se cayó de una terraza y estuvo en coma a punto de morir. A pesar de haber pasado por eso, de estar al borde de la muerte, eso le enseña cómo afrontar la vida con felicidad y con descaro. Admiramos esa forma que tiene mi padre de ver la vida, de disfrutar al máximo todo, como también un poco de inocencia, de ser él, de ser transparente. La relación que tenemos con nuestro padre es espectacular.
Sigues jugando en el Cala Pozuelo. Mientras te den las piernas y te apetezca, vas a seguir jugando...
Yo no pienso en dejar el fútbol. Me fui a estudiar a Estados Unidos y a jugar al fútbol y sí que es verdad que no fue una etapa que recuerde muy bonita. En cuanto al fútbol, al deporte y a la vida en general. Volví a España, dejé allí los estudios que empecé y volví odiando un poco el fútbol. Lo pasé muy mal y estuve cinco meses aquí en España sin juga. Pensaba que odiaba el fútbol y que ya no quería volver a verlo ni en pintura. Al final es que el fútbol ha vivido conmigo y forma parte ya de mi vida, lo eché muchísimo de menos y volví hace tres años al Cala Pozuelo gracias a un amigo y se lo debo todo por volverme a recuperar la ilusión del fútbol. Ahora estoy más feliz que nunca y el fútbol estará conmigo toda la vida probablemente.
¿Te imaginas a Sergio marcando un gol al Real Madrid este fin de semana en Vallecas?
Bueno, yo primero espero que juegue y ya esté feliz. Y si marca yo soy el tío más feliz del mundo. Como te he dicho, yo desde que nací soy del Atlético de Madrid y ya te puedes imaginar lo feliz que me haría que metiese un gol al Madrid.