Empate a nada en un derbi para olvidar
Donostiarras y bilbaínos fueron incapaces de generar peligro en un choque del que los rojiblancos salen más contentos.
Los derbis vascos siempre se definen por detalles y más a estas alturas de la temporada, pero en el jugado este domingo en Anoeta no hubo ni siquiera detalles. Nada. Prácticamente, noventa minutos sin ocasiones entre dos equipos que no atraviesan su mejor nivel de juego y que, además, tienen demasiadas distracciones. La del Athletic está clara. Mánchester. Allí están los ojos de todos, como demostraron el medio millar de rojiblancos que estaban en la grada, con gritos de 'A por ellos' y 'Sí se puede' en cuanto pitó el colegiado el final. El apoyo no faltará en busca de una remontada prácticamente imposible, pero que tiene a Bilbao en alerta.
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El empate sin goles que contenta más a un Athletic que deja su renta para la Champions en tres puntos respecto del Villarreal (más golaveraje), además de cuatro al Betis. No es mala noticia, más aún teniendo en cuenta que los de Valverde apenas dispararon entre los tres palos. La Real no consigue salir de su depresión. Ni siquiera en la despedida de Imanol Alguacil, que dice adiós a los derbis con un triste empate sin goles que llevó a la grada de animación a pedir más 'huevos' tras el choque. A falta de cuatro jornadas, el equipo txuri-urdin sigue sin asaltar Europa.
El derbi llegaba en un momento incómodo para ambos equipos. En depresión en ambas aceras, ya sea por el adiós de Imanol Alguacil y una racha negativa en el txuri-urdin, como por el bofetón recibido por los rojiblancos el pasado jueves en la Europa League ante el Manchester United. Si se le suma que en Bilbao se está generando un sentimiento de remontada y el foco sigue puesto en Old Trafford, el duelo ante los vecinos pasaba a un segundo plano pese a la presión que Villarreal y Betis impusieron antes de que el balón echase a rodar. Valverde, que sabe bien lo que supone clasificar a la Champions League, realizó siete cambios respecto al duelo continental, pero mantuvo a Galarreta y a Iñaki Williams, demostrando que él sí tenía muy clara la importancia del encuentro.
Costó sentir el ambiente de derbi en la previa, más allá de la gran relación que se vive entre las dos aficiones y que supone un ejemplo de lo que debe ser un rivalidad. Faltaba tensión. Ni siquiera el espectacular tifo de la grada Aitor Zabaleta consiguió imponerlo y el inicio del choque mantuvo esa falta de nervios y presión. Un derbi algo descafeinado pero, sobre todo, sin fútbol. Martin Zubimendi estuvo impreciso y falto de ritmo, pueden hacerse una idea de la intensidad txuri-urdin. En el bando rojiblanco, Prados destacaba por su intensidad, pero los de Valverde volvían a echar en falta a un jugador como Oihan Sancet, que más allá de sus goles es quien consigue elevar a los suyos a otro nivel de velocidad y calidad con balón.
Pasaban los minutos con el balón entre centrales, mientras ambas delanteras esperaban un fallo para poder correr o algún balón largo que pudiese generar segundas jugadas. Lo de crear una ocasión tras encadenar una secuencia de pases lo dejaron para otro día. Se nota el cansancio en dos equipos que han vivido temporadas larguísimas y que prefirieron en ambos casos un guion de derbi en el que sucediesen pocas cosas y minimizar riesgos, esperando una acción aislada.
La pudo encontrar el Athletic tras una pérdida de Zubimendi y buen centro de Iñaki, pero el remate de Guruzeta fue muy desviado. Sergio Gómez tuvo la más clara para los donostiarras, con la misma suerte. Un golpeo demasiado alto ante un Unai Simón que apenas tuvo trabajo en una primera mitad para el olvido. Un dato explica los primeros 45 minutos. Los goles esperados de ninguno de los dos equipos llegaba ni siquiera al 0,1. Un drama.
Leve mejoría
La segunda mitad inició con algo más de ritmo, conscientes ambos equipos de que debían dar un paso adelante si querían sumar los tres puntos. Kubo fue el primero en avisar, con un buen remate con su pierna derecha que despejó sin demasiados problemas Simón. Al menos era una declaración de intenciones de que los locales iban a intentar meter una marcha más. Respondieron los rojiblancos con un remate de Berenguer demasiado manso y una gran acción de Iñaki que Gorosabel desaprovechó con un centro demasiado cerrado que obligó a Remiro a intervenir.
Apretó Anoeta y cerca estuvo de celebrar en un balón parado que Brais Méndez remató demasiado solo. Simón respondió con una gran intervención, pero la sensación general era ya de que la Real podía ganarlo ante un Athletic que no conseguía encadenar pases y que estaba demasiado lejos de la portería rival. La reacción de Valverde fue introducir un triple cambio, con Maroan Sannadi como principal novedad, acompañado de un Djaló que comenzó inspirado, además de un Jauregizar muy errático desde el inicio.
El delantero con raíces marroquíes condicionó desde el primer minuto a la zaga txuri-urdin, que sufrió para contenerle en su juego de espaldas. A partir de ahí crecieron los bilbaínos, aunque sin excesivo peligro real. Imanol no consiguió poner una marcha a los suyos con la entrada de Sucic y Barrene, volviendo a un guion de encuentro de pocas ocasiones, trabado y sin dueño claro.
Solo la tensión de los últimos minutos le dio algo de emoción a un derbi soporífero, sobre todo, con un balón largo en el que Berenguer parecía quedarse mano a mano con Remiro, pero el jovencísimo Jon Martín cortó de forma magistral. Una acción que valió un punto que sirve de poco a los donostiarras, pero que sabe muy bien a un Athletic que sigue disfrutando de un colchón de más de una victoria con sus perseguidores por la cuarta plaza. Y eso, en una semana de depresión por el golpe del Mánchester, ya es mucho.
Ficha técnica
- 0 - Real Sociedad : Remiro; Traoré (Aramburu, m.74), Jon Martín, Aguerd, Aihen; Zubimendi, Marín, Brais Méndez (Sucic, m.62); Kubo (Becker, m.82), Oyarzabal y Sergio Gómez (Barrenetxea, m.62).
- 0 - Athletic Club : Unai Simón; Gorosabel, Vivian, Paredes, Lekue; Ruiz de Galarreta (Jauregizar, m.62), Prados (Vesga, m.74), Unai Gómez (Adama, m.82); Iñaki Williams (Djaló, m.62), Guruzeta (Maroan, m.62) y Berenguer.
- Árbitro : César Soto Grado (Comité Riojano). Amonestó a Marín (58) por la Real Sociedad; y a Berenguer (44) y Gorosabel (78) por el Athletic Club.
- Incidencias : encuentro correspondiente a la 34ª jornada de LaLiga EA Sports disputada en el Reale Arena ante 36.058 espectadores.