REAL MADRID

Nueve partidos y un "tiene que trabajar" que explican la cruda realidad de Endrick en el Real Madrid

El brasileño lleva una media de tres minutos por partido desde el pasado 5 de octubre.

Endrick, suplente, aplaude al público del Bernabéu./EP
Endrick, suplente, aplaude al público del Bernabéu. EP
Jorge C. Picón

Jorge C. Picón

El Real Madrid incorporó a Endrick (18 años) el pasado verano para reforzar su ataque. El plan pasaba por que comenzase a curtirse con los mejores del mundo y, poco a poco, fuese ganándose su hueco. Meses después de su aterrizaje, la realidad es muy diferente a la esperada. El partido contra el Getafe terminó de abrir el caso del brasileño, al que Ancelotti le ha impuesto una política que ha encendido en armas a una parte del Bernabéu pero que, en defensa del italiano, es la misma que ha seguido con otros jóvenes.

El delantero calentó pero acabó el partido sin vestirse de corto. Por sexta vez en los últimos nueve vio el partido completo desde la banda. De hecho, sólo ha jugado 32 minutos desde el pasado 5 de octubre, 16' contra Osasuna, 4' contra Leganés y 12' contra Liverpool. O lo que es lo mismo, una media de tres minutos y medio por encuentro.

Sólo Vallejo lleva menos minutos. El zaragozano ha jugado 10 minutos, todos ellos contra el Alavés. Por su parte, el ex de Palmeiras lleva 136. Se trata de un 8,5% de los que lleva Mbappé (1.592'), un 8,9% de los de Vinicius (1.522') y un 13,8% de los de Rodrygo (986'). Muy lejos le queda Ceballos, tercero que menos ha jugado pero que con el aumento de su protagonismo en los últimos partidos ya acumula 321'. "¿Qué necesita Endrick para jugar?", le preguntaron a Ancelotti. El italiano fue claro: "Trabajar, no quería hacer un cambio de dos minutos al final. Mbappé estaba muy peligroso. Ha calentado por si hacía falta, estará listo el próximo partido".

Ancelotti, sobre Endrick y Güler

Las últimas semanas dejan al descubierto la difícil realidad del brasileño, al que ni siquiera la baja de Vinicius y de otros jugadores parece haberle abierto un hueco en el equipo. Se trata de un recambio natural para cualquiera de los delanteros, principalmente para el que juega de '9', pero tanto su compatriota como Mbappé prácticamente no rotan y sólo se sientan en momentos puntuales o para perder tiempo al final de los partidos.

El golpe más duro llegó contra el Getafe

Pero lo sucedido contra el Getafe también demuestra la poca confianza que le profesa Ancelotti a estas alturas de su carrera. Prefirió alinear a un Rodrygo que volvía de su segunda lesión muscular en las últimas semanas y al que se le vio fuera de forma. En el 66 mandó al banquillo al ex del Santos, pero para dar entrada a Luka Modric. El único cambio del partido junto al de Bellingham por Güler, obligatorio por conmoción del inglés.

Endrick trata de no perder la sonrisa a pesar de las dificultades. Se quedó trabajando con Pintus sobre el terreno de juego y, antes de marcharse, se acercó a la grada y regaló su sudadera, sus botas y sus espinilleras. Se marchó descalzo al vestuario, entre los aplausos de los pocos que quedaban en las gradas.

Aunque evidentemente le gustaría jugar más, no se queja. Arda Güler, con el que pasa mucho tiempo en Valdebebas, vivió una situación muy parecida la temporada pasada y en esta ha empezado a entrar con regularidad en el equipo. A principio de curso jugó incluso más de lo que esperaba y aprovechó sus minutos para marcar dos goles y provocar un penalti.

Se viene un calendario muy cargado hasta final de año y no parará cuando la competición regrese en enero. La previsión indica que su realidad no va a cambiar. Que este año será de adaptación y que Ancelotti apostará por los veteranos por delante de él. A pesar de todo, no baja los brazos y espera su oportunidad para volver a encender una llama que se ha apagado en el banquillo.