REAL MADRID

Lo que hay detrás de las lesiones de rodilla en el Real Madrid: "Los futbolistas tienen miedo"

Joan o Camavinga copan el gimnasio que hace meses se convirtió en casa para Courtois y Militao. La plaga no cesa y los expertos opinan: "En otro club se hubiese montado un comité de urgencia".

Camavinga se agarra la rodilla izquierda tras lesionarse en el entrenamiento previo a la Supercopa de Europa. /EFE
Camavinga se agarra la rodilla izquierda tras lesionarse en el entrenamiento previo a la Supercopa de Europa. EFE
Manuel Amor

Manuel Amor

Dos cruzados en nueve días y un esguince que pone en peligro la planificación; el Real Madrid ha revivido esta pretemporada su calvario con las rodillas. Ya condicionaron la campaña anterior (Courtois, Militao y Alaba) y han vuelto a azotar en el arranque de esta: primero cayó el mirlo Palacios (a los seis minutos de debutar contra el Milan), luego Joan Martínez (una de las sensaciones de la gira) y por último Camavinga, que estará unos dos meses en el dique seco a causa de una afectación en el ligamento colateral interno de su pierna dominante. La plaga no cesa y se cobra víctimas también en la cantera: Dani Mesonero, joya recién renovada, se rompió con el Castilla el 24 de julio; la estrella del último Europeo Sub-19 Pol Fortuny se perdió casi todo el curso…

La pregunta es tema de conversación habitual y se repite entre las gradas y pasillos de Valdebebas: ¿por qué el Madrid paga ahora este tipo de lesión y con tanta frecuencia? Los expertos consultados por Relevo, todos de amplísima experiencia y dominio del sector (González, Guillén y Cugat), no terminan de ponerse de acuerdo.

El doctor José González, jefe de los servicios médicos del Rayo Vallecano que antes desempeñó el mismo cargo en el Atlético, apunta a dos factores: la elevada carga de los entrenamientos, que condicionan y afectan a la articulación, y la falta de descanso. De hecho, reconoce sentir cierta sorpresa porque el asunto no haya ganado en importancia: "En cualquier otro club se habría montado un comité de urgencia. Nosotros (el Rayo), en su día, tuvimos cinco cruzados con Paco Jémez y las alarmas saltaron, por supuesto. Pero era un equipo que ni fu ni fa y hubo que corregir aquel hándicap. El Real Madrid no necesita hacer modificaciones, porque lo ganan todo y el resultado marca. Es la triste realidad".

González, en coordinación con su departamento y el míster, encontró la cura para frenar esa catarata de dolencias que afectaron a los franjirrojos en la 2019-20 (hubo cuatro cruzados, Velázquez, Bebé, Javi Rubio y Ulloa; y una lesión de cartílago, Alberto). "Decidimos rebajar la exigencia de las sesiones. Eran bastante duras. No existe otra explicación para un percance de este tipo que la combinación entre fatiga muscular y ausencia de un reposo adecuado. Todo esto no se puede achacar a la mala suerte. Los entrenamientos son fuertes, pero el Madrid obtiene resultados con ellos. Esto es como los antiguos luchadores romanos: si cae uno, entra otro. Y no pasa nada, porque vencen igual". Por ese motivo, la reciente avalancha de títulos, no se atreve a colocar "ninguna objeción" al proceder de los blancos.

"La temporada pasada no se notó ni la falta de Militao, ni la de Alaba ni la de Courtois. Los 25 de la plantilla pueden ser titulares. El descanso, en el fútbol, es fundamental. A veces importa más el sueño que un buen entreno. Pero vete tú hoy a decírselo a los presidentes, que lo que quieren es resultados. Si uno causa baja y juega otro y lo hace bien, les da igual. Pasa en el Madrid". No titubea a la hora de ofrecer una receta ("bajar el ritmo y descansar más"), pero sabe, y cree que con razón, que en Valdebebas ni se contempla: "En otro club sí se aplicaría la teoría; en el Real Madrid, no. Yo tampoco lo haría si estuviera al frente del servicio médico. Sus métodos funcionan para levantar trofeos sin parar. Y los resultados económicos son de fuera de serie. En el fútbol de categorías inferiores llevan tres cruzados. La cantera del Madrid representa una mina de oro. ¿Que bajen el ritmo para que haya menos lesiones y menos producto? Si tú fueras el empresario, dirías que no".

"La solución puede estar en bajar el ritmo, pero yo tampoco lo haría si estuviera al frente del servicio médico del Real Madrid. Sus métodos funcionan para levantar trofeos sin parar"

Dr. José González Jefe de los servicios médicos del Rayo Vallecano

El reputadísimo Pedro Guillén, una eminencia mundial en medicina y traumatología deportiva que intervino a Fernando Torres o Álvaro Benito, guarda otra opinión: "No, no, no. El cruzado es una autolesión fortuita, como me gusta llamarle: se las produce el deportista solito y de manera accidental. Ahí están los casos de los chicos del Madrid (Courtois, Militao, Alaba o Palacios se rompieron sin contacto). No estoy de acuerdo. Pueden culpar a la preparación física: mentira. No es verdad. La preparación no tiene nada que ver".

Otro parecer

Guillén conoce la materia y señala, sobre cualquier otra variable, a una mala fortuna incontrolable: "Hace años hice un curso con Jesús Paredes, preparador físico y amigo de Luis Aragonés, sobre la protección del ligamento cruzado anterior en el deporte. Vinieron muchos grandes médicos que se dedican a esto, españoles y de fuera. Y no se llegó a nada". "Si tú te fijas, son autolesiones. Uno que salta, cae, el pie se le gira y se parte; otro que corre, frena, gira y se rompe… A veces dicen: 'Es que el césped…'. Y los campos de hoy son alfombras. En ocasiones el Atleti sufre dos o tres lesiones, el Madrid otras dos o tres… y luego se pasan cuatro años sin ninguna", expone. E incluso va más allá: "En este momento no disponemos de un ejercicio de potenciación determinada de una musculatura para proteger esa estructura. Es una realidad".

Resulta complicado, por tanto y siempre bajo su criterio, prevenir y apagar la plaga: "Una vez un futbolista argentino (Maxi Rodríguez) se rompió el cruzado en un amistoso contra España en Murcia. Lo achacaron a que era un campo muy malo… Y tres días después, solo, le pasó lo mismo a Martin Petrov en el Calderón. No hay recetas". El equipo de Guillén, en colaboración con José María Villalón, jefe de los servicios médicos del Atleti, operó a ambos.

"No disponemos de un ejercicio de potenciación determinada de una musculatura para proteger el cruzado. Es una autolesión fortuita. Pueden culpar a la preparación física: mentira"

Dr. Pedro Guillén Especialista en medicina y traumatología deportiva

Eso sí, subraya otro agente que puede sustentar que los jóvenes de La Fábrica hayan caído como piezas de ajedrez en las últimas fechas: "Hace unos años estudiamos y publicamos un trabajo en el que, tras llevar a cabo diversas resonancias magnéticas, observamos que en el centro de la rodilla, donde están incluidos los ligamentos cruzados, los chavales tienen esa zona más estrecha que alguien mayor. Por eso sabemos que el estrechamiento de esa franja es un predisponente a la lesión, y sólo cabría que los equipos practicasen una resonancia en la rodilla de estos adolescentes para estudiar este factor".

Cugat, los viajes y una sentencia: «Llevo 59 años y sólo sé que no sé nada»

Ramón Cugat, otro especialista de apabullante prestigio, fundador y director del Instituto Cugat y operante de Guardiola, Xavi, Iniesta, Eto'o, Ansu Fati, Umtiti, Dembélé o Courtois (le suturó un menisco), suma una interesante visión: "Cuando hay un cruzado en el Real Madrid, hacemos ruido. En el Barça, lo mismo. Pero yo trabajo en la Mutualidad de Futbolistas Españoles, un ente único en el planeta, y sé de primera mano que nos asola una auténtica catástrofe: el año que menos ligamentos tenemos en Cataluña son 900 sobre 230.000 licencias. El que más, 1.400. Lo hemos estudiado y el 23 de septiembre cumpliré 59 años dentro de la Mutualidad, pero sólo diré una cosa: es algo tan complejo que sólo sé que no sé nada". Aunque tampoco esconde la influencia de la "genética" y la "mala suerte" en algunas acciones de impulso y aterrizaje, sí encuentra causas del fútbol moderno que aumentan el riesgo de forma notable para los jugadores.

"Disputan muchos partidos, hay cansancio, fatiga. Se ha comprobado científicamente que tantos viajes y dormir en camas diferentes y en hoteles distintos no hacen descansar bien. A nuestro organismo, sobre todo al sistema simpático y parasimpático, no le damos facilidades para recuperar. Ahora todo el mundo quiere competir más partidos, que haya más competiciones, más entrenos, que sean más fuertes. Y el cuerpo tiene un aguante. Creo que nos pasamos. Conozco a muchos futbolistas profesionales y me lo dicen: 'Doctor, es demasiado, vamos muy cansados y no podemos más'. Tienen hasta miedo de jugar, porque se encuentran fatigados. Varios me lo han comentado: 'Ramón, nos encontramos que no podemos'. Tienen Ligas, campeonatos con la selección, algunos se van a América en cada parón... La pineal (glándula del cerebro) se vuelve loca y no sabe ni dónde está".

"Los futbolistas tienen hasta miedo de jugar. Muchos me lo dicen: 'Ramón, es demasiado, vamos muy cansados y no podemos más'"

Dr. Ramón Cugat Eminencia en medicina deportiva y miembro de la Mutualidad de Futbolistas Españoles

Como no parece que FIFA y UEFA vayan a levantar pronto el pie del acelerador y reducir el número de compromisos, Cugat reparte consejos a clubes ("quizá deban armar plantillas más grandes y rotar") y a deportistas: "Sabemos que en cada entreno y partido el futbolista se hace microlesiones de los ligamentos cruzados, de los meniscos o de los cartílagos. ¿Qué ayuda a recuperarse de esas microlesiones? Dormir bien, saber descansar, saber comer y saber beber. El sueño recupera el cuerpo".

Entretanto, Ancelotti padece el castigo. La baja de Camavinga, señalado como el sustituto natural de Kroos, deja un tanto coja la medular. Y no contar con Joan supone otro fastidio: le había convencido y se postulaba como una opción fiable para tapar las emergencias en el eje de la zaga hasta que regrese Alaba, cuyo caso preocupa en el Madrid (aún no pisa la hierba). La reacción de Carletto en Varsovia, cuando Eduardo se agarró la rodilla izquierda, lo dijo todo: agarró el cronómetro y lo estampó contra el suelo con fuerza, como si maldijese otra vez el infortunio. Él es el primer interesado en encontrar una solución a la epidemia de rodillas y que Valdebebas aleje los cruzados.