Detrás del enfado de Marcelino con la cámara por el 'límite de 30 segundos': "Otros pueden escucharme"
El técnico del Villarreal explicó en El Partidazo de Cope su mosqueo con la presencia de la cámara en la pausa de hidratación.
"¡Qué pesados sois!", recriminó Álex Baena a la cámara de Dazn presente en la pausa de hidratación mientras el Villarreal se apiñaba en torno a Marcelino. Esto, poder escuchar a los entrenadores dar indicaciones en este tipo de descansos, fue una de las novedades que introdujo LaLiga para hacer más atractivo el producto. A cambio, la patronal da algunos bonus a los equipos que más colaboran en hacer más completas las retransmisiones.
Uno de ellos es el Atlético. También en el Villarreal. Sin embargo, a sus entrenadores no les encanta la idea. El Cholo tuerce el gesto cada vez que ve la pértiga. Contra el Girona, por ejemplo, se ponía de espaldas al objetivo cada vez que le enfocaba, bajaba el tono de voz e incluso a algún jugador le dio indicaciones aparte. Marcelino, en el encuentro de La Cerámica de este lunes ante el Celta, tampoco escondió su enfado. "30 segundos, 30 segundos, va", se escuchó mientras el entrenado miraba, con cara de pocos amigos, y remoloneaba para dar las indicaciones. Hasta que no transcurrió ese tiempo y se marchó la cámara, no instruyó a los suyos.
El entrenador del Villarreal explicó su enfado en El Partidazo de Cope. "Es lo que nos dicen, 30 segundos. Tenía que dar dos consignas claras y creía que eran necesarias", comenzó antes de admitir que el temor a que le escuchen los rivales está detrás de su comportamiento: "¿Miedo a que me oigan? Si hay contenido táctico, por supuesto. Yo no lo hago pero otros lo pueden hacer. Con esto no quiero decir que lo haga el Celta. Una cosa es decir "vamos" y otra entrar en temas conceptuales".
Marcelino no es contrario a esta medida, asegura que le gusta. Hasta un punto. "Siempre aprendo del que habla. Es una buena idea y nosotros lo aceptamos. Tenemos dos opciones: permitirlo o no. El Villarreal lo permitió, pero otros rivales no lo han permitido". Uno de los que dieron portazo a la iniciativa fue el Real Madrid, en permanente batalla con LaLiga. LaLiga recompensa económicamente a los clubes que se han adherido a la novedad, aunque, según el asturiano, "no nos da para una uña de un futbolista".
"A mí me gusta esta iniciativa. Permitimos eso. Si hablas en general, bien. Pero yo estaba esperando porque después de 30 segundos quería dar dos consignas claras. ¿Cuáles? Habíamos hablado de cómo defender una situación que, precisamente nos costó un gol. Y luego una situación de juego de ataque que creía que podíamos generar peligro. Me mosqueé un poquitín pero poco", finalizó.
Los aficionados tienen poco tiempo para entender a sus técnicos en estos momentos, pues llegará el otoño y con él se marcharán también las pausas de hidratación. Los entrenadores podrán hablar de nuevo sin ambages, sin tener en cuenta que una cámara y un micrófono está registrando sus movimientos.