FC BARCELONA

La 'desvergüenza' de Lamine Yamal: "Cuando ves a uno más grande que tú sabes cómo ir a por él para que no te pueda dar"

El extremo del Barcelona y de la Selección española ya luce como nuevo icono del fútbol mundial.

Lamine Yamal durante el partido ante el Valladolid./AFP
Lamine Yamal durante el partido ante el Valladolid. AFP
Guillermo García

Guillermo García

Lamine Yamal hace tiempo que dejó de ser una promesa para convertirse en una de las más firmes realidades del mundo del fútbol. Su meteórico ascenso se ha visto reflejado en la nominación al Balón de Oro de 2024, siendo el futbolista más joven en entrar entre los 30 candidatos al premio, lo que a sus 16 años le ha permitido superar a Mbappé en precocidad.

Toda una declaración de intenciones del joven extremo del Barça y de la selección, que ya es el nuevo icono del fútbol. Y no sólo español. La mejor muestra de su poder mediático es su protagonismo en el próximo número deFrance Football, la prestigiosa revista de la que será estrella con una entrevista en la que da a conocer aspectos desconocidos de su todavía corta carrera.

Como, por ejemplo, los rivales más duros con los que se ha entrenado: unos perros. "Jugaba mucho con ellos [con los perros] porque mi padre me decía que no me iban a morder. Siempre corría con ellos. Al final, jugar contra un perro es lo más difícil que puedes hacer", reconoce entre risas el máximo favorito al Trofeo Kopa, que reconoce al mejor futbolista mundial menor de 21 años.

Lamine aprovecha su charla con la publicación francesa para recordar sus primeros pasos como futbolista, cuando jugaba en la calle con sus amigos: "Al final jugar en la calle me quitó el miedo de jugar con gente más grande. Los otros rivales tenían 20 años y yo tenía 11 o 12 y eso me quitó el miedo y que pudiera jugar contra cualquiera. Todo eso me hizo crecer. Aunque creas que no te ayuda, siempre lo hace porque al final cuando ves a uno más grande que tú sabes cómo ir a por él o cómo regatearle para que no te pueda dar".

Lamine recorta ante la defensa del Valladolid. AFP
Lamine recorta ante la defensa del Valladolid. AFP

Ese fútbol callejero ("Siempre iba con la pelota. La llevaba en una bolsa e iba dando patadas hasta llegar a clase. Entonces la escondía en la mochila porque la profesora no me dejaba dejarla encima de la mesa", confiesa) se veía reflejado en sus primeros entrenamientos en La Masía, con la camiseta del Barça. El equipo que marcó su infancia y cuyas imágenes levantando títulos con Guardiola son las primeras que guarda en su retina futbolística.

"Cuando llegué de La Torreta si tenía esa verticalidad, ese uno contra uno, pero no tenía el control de mi mismo, cuando jugar rápido, cuando jugar lento, jugar en equipo. Todo eso lo haces en el Barça, que yo creo que es el club que más sabe utilizar jugadores para eso", recuerda Yamal, que también echa la vista atrás para contar cómo fue su primer día en el primer equipo. "Llegué al vestuario y dejé las botas en la puerta. Me fui a la bici y al gimnasio porque me daba vergüenza entrar ahí. Estaban Jordi, estaba Piqué… Salí al entreno y al principio sí que estaba muy nervioso. Poco a poco se me fue la vergüenza. Cuando debuté ya no tenía ningún tipo de nervio".

Todavía es pronto. Apenas son 16 años y menos de una temporada en el fútbol profesional. Pero para Lamine la vida es velocidad pura. Por eso no elude la comparación con Messi. No le pesa y tampoco la esquiva. "Lo más importante para mi es dejar un legado, tener tu carrera. Al final que te comparen con Leo [Messi] lo importante es no fijarte. Al final que te comparen con el mejor de la historia es que estás haciendo las cosas bien. No me molesta, obviamente, pero intento ser yo".