El retraso en las obras del Camp Nou podría alterar el izado de la cubierta y afectar el inicio de la próxima temporada
El Barcelona confía en poder jugar en casa en octubre, sin descartar disputar algún partido este tramo final de curso y una alternativa.

La remodelación del Estadi sigue su curso. Eso sí, lo hace con retraso sobre el mes marcado inicialmente. De hecho, sigue sin establecerse una fecha concreta de regreso. Lo que sí sabemos, porque el club lo anunció hace algunos días, es que por lo menos hasta el Barcelona-Mallorca, previsto para la semana del 23 de abril correspondiente a la jornada 33 de Liga, los azulgranas seguirán jugando en la montaña mágica.
De esta manera, y pendiente de unas hipotéticas semifinales de la Liga de Campeones, que se jugarían a finales de abril (la ida) y principios de mayo (la vuelta), al Barça solo le quedarían dos partidos por jugar como local, el clásico ante el Real Madrid y frente al Villarreal. Hasta hace algunos días, en Can Barça y en Limak se creía que era viable, aunque se trabaja a contrarreloj y no se descarta ningún escenario. De hecho, se está empezando a trabajar la idea de disputar los últimos partidos del curso en una sede europea.
Es una incógnita saber si el equipo de Hansi Flick estrenará las nuevas instalaciones esta misma temporada. Según ha podido saber Relevo, la institución azulgrana podría tener otro problema de cara a la próxima temporada. Según los planos iniciales, a partir de este mes de junio debería empezar la cuarta fase de remodelación, la que pertenece al izado de la cubierta, que a tenor de la primera estimación que se hizo en el momento de escoger a Limak, no se debería demorar más allá del mes de octubre.
Lo que parece evidente, debido al retraso habitual en una obra de esta envergadura, es que la idea inicial podría verse modificada y eso podría alterar el inicio de la temporada 2025/2026. Tal y como contamos en este medio, el club pedirá a laLiga jugar los tres primeros partidos fuera de casa, a la espera del primer parón de selecciones para ganar tiempo. Pero la gran duda es si debido a esa demora en las obras, el Barça podría incluso tener que jugar una primera parte del próximo curso en Montjuïc.
Son necesarios tres meses para el izado de la cubierta
La cubierta, sí o sí, debe montarse durante el verano porque requiere aproximadamente de unos tres meses de trabajo, entre que se prepara el cableado en la zona del terreno de juego y se eleva. Para empezarla se necesita que la zona exterior suba hasta el nivel de la calle y se acabe toda la estructura metálica. Los tiempos fuera del recinto avanzan según lo previsto. Por este motivo, el club y la constructora preveían esta fase del proyecto entre mayo y agosto, cuando no hay competición. El Barça tiene la bala extra de empezar el próximo curso lejos de Barcelona. En el caso extremo de no poder llegar a tiempo, la instalación de la cubierta tendría que retrasarse hasta el verano de 2026. El tercer anillo se podrá construir mientras se esté jugando, es independiente a la cubierta.
Una vez acabe esta cuarta fase, empezará la quinta, la de la finalización de la cubierta, en principio hasta marzo de 2026. En ese período se alternarán las obras con los partidos mientras se coloca la membrana de la cubierta y de las placas fotovoltaicas y también la instalación definitiva de la iluminación y la megafonía. Limak espera entregar la obra final entre el mes de junio y julio de 2026.
En el club ansían la vuelta al Spotify Camp Nou con el aspecto deportivo, y especialmente el económico, en el punto de mira. "Esperemos que sea lo antes posible. La gente que se dedica a desmotivarnos lo tienen mal porque creemos en esto. Es un sueño colectivo del club. Nos catapultará a un nivel de ingresos del mejor club del mundo. Nadie nos podrá igualar", reconoció el presidente Joan Laporta en una de sus últimas comparecencias de prensa.