OSASUNA - ATHLETIC

David López: "Bielsa me hizo mucho daño psicológicamente"

El ex jugador de Osasuna y Athletic repasa su carrera en Relevo en la previa de una semifinal entre sus dos primeros equipos que ve muy igualada y que le encantaría poder jugar.

David López celebra uno de los goles que le dieron el pase a la final de Copa al Athletic en 2008-09./EFE
David López celebra uno de los goles que le dieron el pase a la final de Copa al Athletic en 2008-09. EFE
Patxo De la Rica

Patxo De la Rica

Osasuna y Athletic Club se enfrentan hoy en El Sadar en el primero de los dos partidos de semifinales de Copa del Rey. Si hay alguien que sabe bien lo que se sentirá en uno y otro bando, ese es David López. El riojano, que jugó finales coperas en ambos equipos, repasa su carrera con Relevo a las puertas de este duelo entre el club en el que se formó y en el que llegó al pico más alto de rendimiento. Una semifinal que considera "muy igualada" y que "será un gran espectáculo".

A sus 40 años (Logroño, 10 de septiembre de 1982) y afincado en Murcia, David sigue jugando en el Caravaca de Tercera RFEF porque mantiene "ese gusanillo". Le gusta hablar de fútbol. Lo sigue disfrutando de igual forma que cuando comenzó su trayectoria profesional con Javier Aguirre, al que considera su mejor entrenador, allá por 2004 en Osasuna.

De Bilbao se queda con aquella semifinal ante el Sevilla en 2008-09 y el ambiente que se generó, aunque prefiere olvidar la época más dura de su carrera: ese año con Marcelo Bielsa en el que dice haber sufrido demasiado. También "fue duro" su traspaso al Athletic, en el que asegura que Osasuna no contó toda la verdad.

Empezamos por el principio. Por ese verano de 2004 en el que Javier Aguirre te da la oportunidad. Al mirar atrás y pensar en aquellos primeros pasos, ¿qué te viene a la cabeza?

Recuerdo sobre todo el principio, en pretemporada. Llevaba tres años en el filial y tenía la duda de si iba a seguir o tenía que salir porque había ofertas de Segunda. Jugamos contra el West Ham el primer amistoso en Inglaterra y la verdad que me salió bien. Recuerdo que al terminar el partido me cogió Javier (Aguirre). Me apartó y me dijo con estas palabras: "Niño, ¿tú quieres ser futbolista?". Y claro, yo en ese momento le contesté: "Por supuesto Javier, para eso estoy aquí". Y dice: "Pues bueno, ya te quedas con nosotros en el primer equipo, así que tranquilo".

David López recuerda sus inicios en Osasuna.

Ese primer año no juegas mucho, pero tienes un debut soñado.

Me estaba haciendo a mis compañeros y a la categoría. El debut es un 17 de octubre de 2004 y el equipo va 2-2 en casa contra el Albacete. El primer balón que toco, encima con la izquierda, va para dentro y es la victoria para el equipo. Imagínate para un chaval lo que es eso.

Si el día de pretemporada Aguirre te dijo eso, seguro que también te diría algo tras ese debut.

Pues fíjate que no lo tengo tan marcado. Creo que porque todo fue tan surrealista y tan bonito que solo recuerdo el gol. Tengo la imagen de que mis compañeros se lanzaron encima mío y poco más. Los días posteriores con prensa, radio, etcétera... Fue todo muy chocante. No recuerdo exactamente en el vestuario lo que me dijo Javier, pero algo gracioso me diría porque siempre ha sido así.

Siempre has dicho que fue el entrenador más importante y el mejor que has tenido.

Para mí no es solo porque me haya hecho debutar en Primera, sino por todo lo que me aportó. Ser entrenador es muy complicado y saber motivar es lo más difícil. Y en ese sentido Javier para mí era el mejor. Nos mantenía a todos vivos, a todos metidos, íbamos a los entrenamientos todos contentos y con ganas de entrenar. El trato era espectacular. Es un motivador nato y nos tenía ganados a todos.

Conseguís una final de Copa, una cuarta plaza y una semifinal de UEFA. Aunque al principio os costó y en Liga pasasteis algún apuro, en tu primer año vives esa final copera.

En Liga nos costó, sí. Hubo un tramo bastante complicado, pero en Copa íbamos pasando con equipos fuertes e íbamos viendo que podíamos llegar hasta esa final. Llevar a Osasuna a una final de Copa es algo histórico. Teníamos mucha motivación y muchas ganas. Cada eliminatoria íbamos al mil por mil.

¿Cómo recuerdas esa semifinal ante el Atlético y la final contra el Betis?

Recuerdo ver tanta gente en el Vicente Calderón... Rojillos por todos lados. Los días previos también fueron intensos, con todos animándonos. Como ha sido siempre la afición de Osasuna, que siempre está ahí y es de admirar y de agradecer. Para nosotros eran una pieza importante. Fue muy bonito, aunque luego se te quede sabor amargo por no haber conseguido el título.

¿Qué mensaje os daba Javier? Al final son partidos de sobreexcitación e imagino que hay que templar los nervios.

Esta es otra de las cosas en las que Javier es el mejor, porque lo toma con total naturalidad. Al final sabe perfectamente lo que nos estamos jugando y la presión que hay porque él ha sido futbolista. Te mantenía tranquilo para que tú en ese momento de tanta tensión o de tantas ganas no te fueses del partido.

¿Hay similitudes con el actual Osasuna que no para de crecer?

Sí. Fue un poco como ha pasado ahora con Jagoba, que en el momento que no estaban bien, el club le apoyó y salió Braulio a rueda de prensa. Le dio esa tranquilidad y esa confianza de que creen en su trabajo. Es importante dar ese mensaje y mostrar que las cosas se están haciendo bien, aunque los resultados no vayan como se espera.

¿Fue más duro perder la final o perder esa eliminatoria de clasificación previa de Champions?

No te sabría decir cuál de los dos, las dos son muy duras. Quizá la segunda porque fue en casa, y no habíamos perdido ninguno de los dos partidos. Además tuvimos esa última jugada conocida donde Webó, delante de la portería, no consigue meter gol de cabeza. Ese momento sí que lo pasamos muy mal.

El vestuario sería un drama.

La imagen que tengo es de que estábamos todos desolados, cabizbajos, hundidos… Era un momento muy importante para todos y no habíamos podido conseguir esa victoria tan deseada. Rápidamente entró Javier Aguirre y cambió la dinámica.

Después de tres temporadas muy buenas en el primer equipo de Osasuna, das el paso de fichar por el Athletic. Hubo mucha polémica por tu salida.

Fue muy duro. No quise hablar en el momento, aunque tampoco me dieron mucha opción. Salí del club como el malo de la película, que al final era lo que querían de alguna manera para quedar bien ellos. Yo en ese momento lo pasé muy mal, porque quería continuar.

David López cuenta cómo salió de Osasuna.

¿Y qué pasó?

Pues bueno, dentro del club no se me valoró, creo. Yo tampoco decía de ser una estrella, pero sí valorar un poco más a la gente de la cantera. Y apareció el Athletic. Realmente el paso fue difícil, pero el club me transmitió que no iban a hacer mucho más esfuerzo por mí. Yo fiché por el Athletic y ellos tenían que quedar bien, pero me dejaron muy mal a mí. Los años consecutivos fueron duros, con todo el cariño que tenía a la gente. Me había dejado todo por ellos, pero no estaban muy contentos conmigo. Yo lo respeté, aunque sabía que la gente no sabía todo lo que había pasado. Ahora sigo teniendo buena relación, tengo muchos amigos allí y creo que al final se entendió que no era toda la culpa mía.

¿Cómo fue la llegada al Athletic?

Muy buena, la verdad. Con la afición, con el club y el vestuario. Es que es un vestuario impresionante. Yo siempre digo que he tenido la suerte de estar en dos vestuarios que han sido claves: Osasuna y Athletic. Siempre se dice el tópico de que es una familia, pero es que en este caso los dos vestuarios son increíbles y eso se nota a la hora de competir porque estás más comprometido.

Te tocó vivir también buenos años deportivamente. Pero, sobre todo, estar en el campo en la semifinal de Copa de 2008-09 ante el Sevilla. Quizá uno de los momentos más importantes de la época moderna del Athletic.

Fue un día espectacular. Se juntó todo. Hacía mucho tiempo que el Athletic no tenía la posibilidad de volver a una final y estábamos todos obsesionados. Tanto la afición, como la plantilla y el club. Se juntó todo e hicimos fuerza entre todos. Eso fue clave. Todavía se me ponen los pelos de punta al recordar ese partido. El estadio horas antes, cómo nos van a recibir al hotel, la celebración después en el palco…Un 3-0 a un Sevilla que estaba muy fuerte… Son muchas cosas. Se alinearon muchos astros como se dice.

Los recuerdos de la semifinal de 2008-09 ante el Sevilla.

Hablas del hotel. Desde muchas horas antes, la afición se volcó, esperó vuestra salida y os acompañó hasta el campo con el autobús.

Yo compartía habitación con Javi Martínez y recuerdo que nos asomamos los dos. Nos mirábamos y decíamos: 'Es que esto es una locura'. Ver la Plaza Moyua, que no había un solo sitio. Era todo gente. Nos mirábamos y decíamos: 'Es que tenemos que ganar, esto no se nos puede escapar, es que está la gente volcadísima'. Fue un momento increíble.

Después de Caparrós llegó Marcelo Bielsa, con el que no tuviste mucho protagonismo. ¿Cómo recuerdas esa llegada suya, en la que había tantas dudas de quién iba a seguir en el equipo y esa decisión de apartar a algunos jugadores?

Fue complicado. Que venga el entrenador y quiera apartar de esa manera a tus compañeros, con los que estás todo el día, no es un momento fácil. Al principio el equipo estuvo un poco tocado porque no lo entendíamos. Era algo que nunca habíamos vivido, luego se le comentó que no podía hacerlo y se encaminó todo un poco.

¿Cómo viviste ese año?

Para mí fue un año muy duro. No sólo deportivamente, sino psicológicamente me hizo mucho daño. Me empezó diciendo que iba a contar conmigo y luego de la noche a la mañana no contó para nada. Como futbolista al final quieres jugar, pero entiendes que tenga otro gusto. Tú intentas mejorar y sigues entrenando, pero era continuo ir al entrenamiento y que diga cosas. Los compañeros me decían: 'Joder, ¿por qué te dice esto? ¿por qué te hace esto?'... Fueron momentos muy duros para mí, pero intenté estar anímicamente bien y dar el máximo.

Los malos momentos con Bielsa.

¿Pudiste disfrutar algo de ese año histórico? A nivel deportivo fue impresionante, con una final de Europa League y una final de Copa.

Es complicado, es complicado. Cuando estás sufriendo y sientes que te están intentando machacar es complicado estar al 100%. Yo soy una persona que me intento aislar bastante, o soy un poco frío en ese tipo de decisiones, y aguanté más de lo que yo pensaba. Me mantuve bastante bien durante toda la temporada y por supuesto disfruté de los partidos. Es importante cuando en un año no estás jugando, saber que esto no es solo para los 11 titulares. Al final, un grupo consigue éxitos por los que están del 11 al 25.

Cómo afrontó la situación.

Te tocó perder tres finales con el Athletic. ¿Cuál te dolió más?

Todas son muy duras, pero está claro que la de 2008-09 en Valencia ante el Barça fue especial. Era la primera, había muchísima ilusión y más después de esa semifinal que hemos hablado. Encima empiezas ganando y la gente está aún más eufórica. Pero el otro equipo también juega y nos tocó la época del Barça imparable. Cuando se ponían todos a jugar no podías hacer nada.

Tras ese año con Marcelo, sales del Athletic los últimos días del mercado. Imagino que con esa situación de la que hablas con Bielsa tenías claro que debías salir si él continuaba.

Correcto. Cuando va pasando el año y voy viendo mi situación, el trato y demás, me imaginé que si seguía él iba a hacer lo mismo que hizo con mis otros compañeros. Intenté hablar con el club, les dije que yo no tenía ningún problema en salir cedido, porque pensaba que cuando Marcelo se fuese podía estar en condiciones de jugar en el Athletic.

Aparece el Brighton, el Athletic te da la carta de libertad y llegas a Inglaterra. Una experiencia completamente diferente, aunque podía parecer un paso atrás jugar en Championship.

Sí, después del año que pasé lo necesitaba. Como tú bien dices la gente pensará que es un paso atrás, pero creo que es porque no se conocen realmente las ligas inglesas. Allí da igual la categoría, es una experiencia increíble. Yo volví a encontrar esa felicidad dentro del campo que no había tenido ese último año.

Y, además, con un gran grupo de españoles como Andrea Orlandi, Vicente, Calderón y Bruno Saltor.

Se hace mucho más fácil y mucho más llevadero porque la vida en Inglaterra es diferente. A nivel deportivo es una experiencia que se la recomiendo a cualquier futbolista.

Andrea Orlandi, en una charla en la Media Inglesa, contó varias bromas entre vosotros. Él os engañó con una plaga de ratas en el hotel y luego se encontró con una bolsa llena de excrementos en su habitación. ¿Reconoces que fuiste tú?

(Se ríe) La verdad que el grupo que teníamos allí era muy bueno e hicimos muy buenas migas. Era continuo estar todo el día de risas, hacerle bromas a los ingleses, que ya de por sí son cerrados o más callados. Y bueno, la broma esa que dice nos la hicieron a Vicente y a mí. Ahora ya puedo reconocer que nosotros se la devolvimos. Donde las dan las toman. Él ya sabe que fue con cariño, algún día lo hablaremos bien y lo explicaremos juntos ahí en la Media Inglesa.

Volviendo a España. ¿Cómo ves la semifinal entre tus dos primeros clubes?

Conociendo las dos aficiones y a muchos jugadores que hay dentro, muy igualada. Ahora mismo Osasuna está en un buen momento, lleva varios años haciéndolo bien con Jagoba, y el Athletic con Valverde es otro Athletic. Tienen dos plantillas muy buenas. Creo que no se va a decidir en este primer partido. Van a dar un espectáculo increíble y seguro que disfrutaremos mucho.