CÁDIZ 0 - REAL MADRID 3
El regreso de Bellingham: dos semanas de cuidados, una 'ayuda' en Cádiz y golazo
El inglés ha trabajado hasta en sus días libres para recuperarse a tiempo. Volvió con una hombrera y marcando para seguir su racha.
La recuperación de Jude Bellingham es motivo de alegría para el Real Madrid. Recupera a su estrella. Al chico de oro y de los 14 goles en 15 partidos al que la mala suerte apartó de los terrenos de juego para cortar su racha triunfal. Una mala caída contra el Rayo dañó su hombro izquierdo con una luxación que, todavía a estas alturas, le molesta. Aún así, gracias al trabajo de los fisios y los médicos durante el parón y a la resistencia al dolor del inglés, jugó contra el Cádiz como titular.
Lo hizo con un protector. Una hombrera ajustable que se veía a simple vista cuando le enfocaba la cámara ya que sobresalía por el cuello de su camiseta y hacía su brazo mucho más ancho de lo normal. Se utiliza para cuidar la articulación y mantenerla en una posición natural. Un aparato que muy probablemente tendrá que usar en otros partidos. El de Cádiz no fue el mejor partido en la carrera de Bellingham, pero estuvo muy participativo, marcó el 0-3 con un potente disparo y fue sustituido en el 77' pensando en el partido contra el Nápoles.
No existen rehabilitaciones milagrosas. El hombro le duele y le va a doler durante muchos meses. Se trata de una zona frágil y con la que va a necesitar un especial cuidado de aquí en adelante, según comentan desde el Real Madrid. Tratamiento constante para no terminar de fastidiar una zona del cuerpo en la que una mala recuperación puede suponerle problemas en el futuro. Que se lo digan a su compañero Fran García, que ha sufrido del hombro durante años. O al propio Brahim Díaz, al que esta misma temporada otra luxación le ha condicionado durante los últimos partidos.
Para recuperarlo se le pidió reposo. Inmovilizar el brazo lo máximo posible y, evidentemente, evitar golpes. Por ello se decidió que no jugase contra el Braga, a pesar de que se sentó en el banquillo. Después, contra el Valencia, ni siquiera entró en la convocatoria. Con esto también se impidió que viajase a la concentración con Inglaterra, aunque le pidieron que se desplazara a Birmingham para realizarle pruebas y conocer la lesión de primera mano.
Rodrygo y Bellingham se entrenan antes del Cádiz.
En Valdebebas han trabajado durante horas para recuperar movilidad y reducir el dolor. Vendajes a conciencia antes de las sesiones para proteger la zona y masajes después. Él, siempre predispuesto, no ha puesto pega. Al contrario: se entrenó durante alguno de los días libres que Ancelotti le dio al equipo para tratar de recuperarse sin perder el buen tono físico.
Un alivio para Ancelotti, que recupera al Pichichi de LaLiga
Trabajó en el gimnasio y, cuando lo hizo sobre el campo, evitando contactos. Ejercicios de finalización y pase. Cuando entraba en partidillos o posesiones, lo hacía como comodín, evitando golpes innecesarios. Así hasta el viernes antes del partido, cuando se probó por primera vez con sus compañeros. Había molestia, pero podía jugar y se ponía a disposición de Ancelotti para Cádiz.
Su vuelta alivia a Ancelotti, golpeado con las bajas de Vinicius y Camavinga durante el parón. Con el inglés, no sólo recupera a un crack, también a un jugador de polivalencia. Más allá de ocupar la punta del rombo, su posición ideal, también puede actuar como interior, tal y como avisaba Carletto en la rueda de prensa previa al partido contra el Cádiz.
Ancelotti: «Bellingham puede jugar de interior».
En el Nuevo Mirandilla disfrutó de la oportunidad de seguir aumentando sus cifras. Se mantiene como el máximo artillero de LaLiga con 11 tantos en las primeras 15 jornadas. Supera a dos delanteros, Gerard Moreno (8) y Griezmann (9). Un mediocampista que llegó para sumar tanto en ataque como en defensa pero que se ha coronado como líder ofensivo del equipo sin discusión.
Para llegar al partido, Bellingham necesitó cuidados... y ahora los seguirá necesitando. Esta lesión le resta algo de fuerza. Incluso le puede llevar a evitar ciertos gestos de manera inconsciente para protegerlo. Pero quiere ayudar al equipo a toda costa y por ello ha hecho lo posible por regresar. Es probable que, para evitar el dolor, se le infiltre con analgésicos los próximos partidos, una práctica que Brahim viene utilizando por el mismo motivo. Eso sí, no se va a curar tan fácil y necesitará tiempo para terminar de sanar.