BETIS

La comunión del Betis con su afición se palpa a la llegada a Sevilla... y en plena Feria de Abril

Toda la expedición fue al estadio tras aterrizar en el aeropuerto. Miles de verdiblancos se citaron allí para animar a los suyos de cara a una recta final de temporada repleta de sueños.

Los jugadores del Betis celebran el pase a la final./REUTERS
Los jugadores del Betis celebran el pase a la final. REUTERS
José Manuel Rodríguez

José Manuel Rodríguez

Ilusión. Historia. Afición. Equipo. Club. Todo eso es el Betis. El finalista de la Conference, que deshoja desde ya los días que restan para el último gran reto ante el Chelsea, es una comunión infinita con su gente. Capitaneados por Francisco Román Alarcón Suárez, con la felicidad eterna del renacido Antonio de Triana y la experiencia de saber que se vienen cosas grandes de Manuel Pellegrini Ripamonti. El cántico de Isco y Antony con el "Antonio quédate" es solo una muestra del gran ambiente que hay y el clima de euforia antes de la gran final.

La llegada del Betis al Villamarín.

Con todo eso llegó el Betis a Sevilla tras una noche mágica. Y ahí estuvo su gente. Después de aterrizar, toda la expedición verdiblanca puso rumbo al Estadio Benito Villamarín. Allí se citó con la afición. Salieron al balcón todos los jugadores para festejar un hito histórico: la primera final europea de su historia.

Con imágenes que ya se vivieron en la madrugada de hace varios días, cuando toda su gente se volcó tras la épica remontada en Cornellá, el beticismo volvió a festejar. Porque de eso viven las trece barras. De disfrutar el momento. Aunque todos bajo la misma premisa: quedan retos. El cántico '¡Betis, Alé!' volvió a retumbar por el barrio de la alegría, Heliópolis, para preparar a todos sus vecinos para lo que se viene.

Con la clasificación a Champions entre ceja y ceja, y la ilusión de tocar plata por primera vez en el viejo continente, los de Manuel Pellegrini no han parado de festejarlo. 'Esto es una auténtica locura, vamos a por todo', confesaba un aficionado bético a Relevo a escasos metros del Benito Villamarín. '¡A ver quién nos para!', nos comentaba otro.

Y es que en Heliópolis todos reciben a todos. Con los brazos abiertos. Y con la premisa de animar y defender a los suyos. Comunión perfecta entre jugadores y afición. Con Manuel Pellegrini como mejor entrenador de la historia y siendo más que elogiado. Todo en su sitio en la casa del Betis. La casa del finalista de Conference League.