El Celta diseña una hoja de ruta muy particular con sus canteranos: menos años de contrato, sueldo progresivo y cláusulas altas
En pocos meses han renovado Durán, Hugo Sotelo y Damián, mientras que Hugo Álvarez está cerca de hacerlo.
El Celta está cerca de cerrar la renovación de Hugo Álvarez, uno de sus jóvenes más prometedores y que seguirá ligado al club al menos durante los próximos tres años. Sin embargo, su ampliación es mínima, ya que tenía contrato hasta 2027 y el nuevo acuerdo, si nada cambia según lo hablado, apenas lo extiende un curso más. Hasta ese verano también han renovado en las últimas semanas Hugo Sotelo y Damián, pero tiene una explicación y forma parte de la nueva hoja de ruta del club.
El conjunto vigués es conocido por su apuesta de la cantera. En la última década han brillado en Primera División jugadores formados en A Madroa de la talla de Iago Aspas, Hugo Mallo, Brais Méndez o Gabri Veiga. Y en la actualidad, la nueva hornada ya se ha ganado su presencia en el primer equipo. Los tres futbolistas citados son fundamentales para Claudio Giráldez y el club ha querido reconocerlo.
Porque el primer punto importante en estas renovaciones cortas está en el premio y el reconocimiento. Sotelo, Álvarez y Damián son a todos los efectos jugadores del primer equipo, aunque por ahora solo el último tiene ficha deportiva como tal. Los dos tocayos lo serán presumiblemente en enero. El nuevo acuerdo firmado mejora sus condiciones salariales que arrastraban desde que eran futbolistas del filial.
Además, estos contratos son progresivos. En el curso 27/28 sus sueldos serán mayores que en el anterior y en el 26/27 mayores que en el próximo. De esta manera, poco a poco irán subiendo en la escala salarial que hay dentro del primer equipo sin la necesidad de tener que ofrecer ya grandes sueldos, algo que se negociará seguramente en los próximos años si el rendimiento responde a las exigencias.
El Celta quiere apostar por la gente de la casa, pero no quiere caer en el error de hipotecarse a muchos años vista, algo que están pagando con otros jugadores. Se premia ahora por lo que han demostrado estos meses. El club no tiene, por ejemplo, la urgencia de renovar el contrato de Hugo Álvarez, que terminaba en 2027. Sin embargo, al igual que con otros canteranos, quiere valorar su alto rendimiento con una mejora salarial.
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— RC Celta (@RCCelta) July 5, 2024
Por eso, un elemento importante en este tipo de negociaciones está en la apuesta decidida del club por la cantera. Este verano llegaron a Vigo tres fichajes (Borja Iglesias, Ilaix Moriba y Marcos Alonso), mientras que desde el filial lo hicieron Pablo Durán, Hugo Álvarez y Damián (Hugo Sotelo ya estaba el curso pasado), una muestra de la hoja de ruta que quiere llevar a cabo este Celta.
Además, este tipo de acuerdos ofrecen protección a la entidad. Los jugadores del filial suelen tener cláusulas de rescisión que normalmente ascienden a los 10 millones de euros, aunque hay casos en los que son superiores. Sin embargo, con estos nuevos contratos, ya profesionales y a la altura de la Primera División sin necesidad de ser los mejor pagados del plantel, esas cláusulas suben hasta los 40 o 50 millones. Una manera de ahuyentar a diversos pretendientes.
En definitiva, la estrategia que se lleva desde los despachos y la dirección deportiva con los más jóvenes consiste en contratos no excesivamente largos, con sueldos progresivos que premian su llegada a la élite y con cláusulas de rescisión que espanten a algunos pretendientes. Si la evolución de los jugadores es buena, en el club saben que dentro de año y medio tendrán que volver a sentarse a mejorar las condiciones. Son unos acuerdos con los que todas las partes están satisfechas.