El calvario de Navas detrás de la emocionante despedida del Pizjuán: "Hace dos días no podía ni andar"

Jesús Navas, héroe absoluto del sevillismo, sigue en pie a sus 38 años. Parece que futbolísticamente sigue siendo un chaval, aunque los problemas físicos le impiden gozar de buena salud en el día a día. El lateral, que este sábado jugó de extremo, marcó el único gol del equipo ante el Getafe, que se tradujo en tres puntos claves dada la situación de la entidad y la presunta batalla por el descenso frente a Bordalás y los suyos.

Un gol y un rendimiento que bien podría valer para que Jesús Navas continuara más allá de diciembre, cuando ha anunciado oficialmente que colgará las botas de forma definitiva. ¿Se le puede convencer de que siga? De momento, no lo parece. Pero, ¿de dónde saca las fuerzas?: "Los que están ahí saben de mi situación. Dos días antes estaba preocupado porque no podía andar. Lo sabía el míster, mi familia y mi mujer. Me levanto con dolor, pero lo he dado todo".

El propio Xavier García Pimienta desvelaba después cómo se había desarrollado otro capítulo más que enaltece la figura de Navas. "Hace dos días, por la mañana temprano, me viene el doctor y me dice: 'me ha llamado Jesús que después de la siesta estaba con la cadera muy molesto y apenas podía caminar'. Ayer le pregunté, y me dijo que había dormido mejor, pero no podía ni caminar, probó y se entrenó bastante bien", contó el técnico sevillista, que aguantó hasta el final para contar con el capitán: "Hoy le pregunté y me dijo que se veía para jugar. Ha jugado muy bien, ha estado a punto de marcar el segundo, y al final le dije que si hubiera marcado el segundo no lo habría quitado, pero en broma. Está cerca de los 40 años y es ejemplo para todos, le dices de jugar de extremo, de lateral, y siempre con una sonrisa. Ojalá seamos capaces de convencerle para que esté aquí toda la temporada, y le permita aguantar su cadera porque lo merece".

Tras el partido, Navas rompió de emoción y caminó por el Ramón Sánchez Pizjuán saludando a la grada y agradecido por todo el cariño mostrado. El público, mientras, coreaba su nombre completamente entregado. De hecho, qué mejor manera de posicionarse. Antes del duelo, hubo una manifestación masiva contra la directiva, pero una vez se entró al campo, se reconoció el esfuerzo de los futbolistas.

"Yo esto lo vivo más que nadie. La afición está sufriendo, esto es difícil y duro. Intento darlo todo hasta que aguante. El trabajo de todos ha sido increíble y la afición está contenta con nosotros", continúa Navas. Ante la posible duda del compromiso de la gente por la situación del club, el capitán lo tiene claro: "La afición está con el equipo, lo ha demostrado".

Él, como un aficionado más, sufrió lo indecible en los minutos finales del partido, en el banquillo, retorciéndose y pidiendo la hora: "Desde fuera es mucho más duro. Es increíble cómo lo han dejado todo, esta es la actitud. Lo hemos dado todo por la camiseta que es lo que merece este club".

Lo hizo con la relativa tranquilidad de ir con un gol de ventaja. Un gol que precisamente marcó él, tras un chutazo imparable para David Soria. Uno más para su colección: "Le he pegado con todo, con las ganas y la rabia de todo el sevillismo. Nos merecíamos una victoria. Es mi Sevilla. Las ganas pueden más. Llevo con esto cuatro años, cada dos o tres días tengo un susto así. No puedo andar ni jugar con los niños. Pero me levanto con ilusión".