Borja Lasso, el jugador que defendió las camisetas de Sevilla y Osasuna... y se retiró a los 27 años: "Me tocó vivir las dos caras del fútbol"
El sevillano atiende a Relevo en la previa del partido liguero entre nervionenses y rojillos. Recuerda su etapa en Pamplona con cariño... y el Sevilla distinto que le tocó vivir.
Tiene 30 años, pero Borja Lasso (Sevilla, 1994) ya ha vivido varias vidas en el mundo del fútbol. El talento prematuro que salió de la Carretera de Utrera, maravillando en cada paso que daba, llegó a conocer el fútbol de Primera División con el equipo de su vida, pero también tuvo la experiencia de tener que dejar su casa para ganarse un hueco en el mundo en la élite. Aunque su historia no ha quedado únicamente ahí. Pasó por una retirada muy temprana a causa de una lesión que le amargó su carrera... y probó suerte en los despachos. Primero en el Cádiz, en la secretaría técnica, y ahora haciendo sus primeros pinitos en el mundo de la representación.
Con motivo de la previa del encuentro entre Sevilla y Osasuna, Borja Lasso atiende a Relevo para hablar de dos clubes que "tienen muchas similitudes". Y es que el exfutbolista pasó por ambos equipos. Sabe, de sobra, lo que aprieta el Sánchez-Pizjuán... y aprendió a disfrutar del mágico El Sadar. Fue en enero de 2018, días después de cumplir 24 años, cuando puso rumbo a Pamplona.
"Fue la primera vez que salí de casa. Iba a un club muy grande, como es Osasuna. Yo venía del año anterior de haber hecho una buena temporada con el Sevilla Atlético en Segunda y tuve bastantes opciones, pero una de las cosas que me llamó a elegir a Osasuna fue la afición. Es parecida a la del Sevilla. Caliente, que está con el equipo, que anima... y creía que esa exigencia me podía hacer mejor jugador y así fue", indicado Borja, que únicamente tiene buenos recuerdos de aquella experiencia: "Sólo tengo palabras de agradecimiento con el club y la afición. Se portaron muy bien conmigo. Fue sólo media temporada, pero me sirvió de mucho. Guardo un cariño muy especial al club y a la afición. En el primer partido salgo en la segunda parte y en el segundo jugué de titular e hice un gol. Además ganamos el partido. Fue el inicio soñado. Es verdad que el objetivo era subir a Primera División y no lo pudimos conseguir, pero fue una experiencia muy buena".
Lasso perteneció a una generación que aún resuena por las esquinas de la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros Palacios. Un Sevilla Atlético de película, con Diego Martínez a los mandos y un sinfín de futbolistas que aún mantienen vínculos con el mundo profesional, los cuales acabaron logrando un ascenso histórico a Segunda División. "Fuimos campeones de España en juveniles y se creó un vestuario muy unido con un buen entrenador. Es algo bastante complicado de conseguir si no eres un filial de los grandes equipos como Madrid o Barcelona. Fue uno de los momentos más especiales de mi carrera", recuerda con nostalgia.
Como canterano, Borja Lasso no esconde su felicidad por ver a jugadores como Carmona, Juanlu, Isaac o Kike Salas en el primer equipo. Es el sueño de todo chaval que pasa por las categorías inferiores del Sevilla. Y en estas, cae en destacar una estrategia que le tocó vivir y que le cambió la vida. Habla de salir de casa. "Es una acción bastante interesante para que el jugador crezca y madure, que vuelva más preparado y valore lo que tiene en casa. Este año le está sacando partido con Carmona y Kike, que también estuvo en Tenerife. Creo que es una buena acción para su crecimiento, y ahora el Sevilla está recogiendo los frutos", señala, aunque a la vez reconoce que lo que él vivió era "otro Sevilla", por el alto nivel que había en la plantilla de aquel momento: "No es fácil asumirlo, pero se trata de aportar desde otra parcela, desde el competir cada día en los entrenamientos y hacer que el nivel de exigencia de cada día suba. Sumar desde lo que te toque. Y más estando en tu casa, con las ganas que yo tenía de triunfar allí. Pero te das cuenta de que es complicado poder tener oportunidades y el futbolista lo que quiere es jugar".
"No es fácil asumirlo, se trata de aportar desde otra parcela; pero el futbolista lo que quiere es jugar"
Fue de esa forma como, tras una primera etapa como cedido en Pamplona, decidió hacer las maletas rumbo a Tenerife. Y cómo le cambió la vida la isla. Para bien y para mal. La cara A... y la B del fútbol. "Me tocó vivir las dos caras del fútbol. Una primera etapa donde salió todo muy bien. También la afición estaba totalmente entregada con el equipo y creamos una buena sintonía, y después, como parte del fútbol, pues vino esa segunda etapa con las lesiones. No pude devolverles todo el cariño que me dieron desde que llegué", señala.
A raíz de una maldita lesión de tobillo que acarreó una fractura de peroné, Borja Lasso acabó dejando el fútbol. Después de una recuperación tormentosa, con la pandemia de por medio, tomó la difícil decisión de colgar las botas. A los 27 años. Una noticia que dejó helado al mundo del fútbol e hizo que toda España se volcara con uno de los grandes talentos que se gestó en la península. "He tenido la suerte de estar en tres grandísimos clubes con tres aficiones de Primera División. Soy un privilegiado por haber podido disfrutar de ello", reconoce en Relevo, un talento que maravilló a toda una ciudad, se buscó la vida fuera y se ganó el amor de toda una isla.
"Me tocó vivir las dos caras del fútbol; soy un privilegiado por haber podido disfrutar"
Un análisis de comentarista
Pero Borja Lasso es de aquellas personas inquietas. 'Quedarse quieto' no es una expresión que case con su personalidad, por ello en la actualidad compagina su vida en los despachos y en el mundo de la representación con su faceta más televisiva: como comentarista de DAZN. Debutó esta temporada, precisamente en el Ramón Sánchez-Pizjuán, y en Relevo, con motivo de ese encuentro entre Sevilla y Osasuna, ha ofrecido un análisis de primera mano.
Conoce ambas casas y sabe muy bien cómo funciona todo. Al hablar del club pamplonica se deshace rápidamente en elogios, destacando esa paciencia para que todo salga bien: "Es la muestra de que cuando se hacen las cosas con sentido común, con cabeza y se deja trabajar a los profesionales, como en este caso Braulio, Cata, Alejandro Alfaro -exjugador del Sevilla-, la dirección deportiva al completo... cuando se deja trabajar a estos profesionales, incluso cuando las cosas no han ido bien han seguido creyendo en el proyecto y teniendo las ideas claras, sale bien. Quitando a los principales clubes de España que están acostumbrados a ir a Europa y están instalados arriba, puede ser el siguiente club que está posicionándose para meterse arriba. Jugaron una final de Copa, llegaron a clasificarse a Europa aunque cayeron en primera fase... es una muestra de que están haciendo las cosas muy bien y de que no es casualidad que lleven tantos años en Primera División".
"Osasuna es el ejemplo de que cuando se deja trabajar a los profesionales, sale bien"
Sobre el Sevilla, también destaca esa apuesta por el banquillo y, además, se atreve con una predicción sobre lo que ocurrirá en el césped: "Los dos clubes han cambiado de entrenador esta temporada. Osasuna sigue una línea continuista con Vicente y la manera que ya tenía de jugar con Jagoba. El Sevilla sí le ha dado una vuelta de tuerca al modelo y ha apostado por un estilo más combinativo, más de llevar la iniciativa. Y bueno, es un proceso de cambios que requieren tiempos. Osasuna parece que está un poco más estabilizado, pero el Sevilla yo creo que sabe lo que quiere. Ha apostado por García Pimienta que es un grandísimo entrenador. Espero un partido de 'tú a tú', con el Sevilla llevando la iniciativa y Osasuna aprovechando sus opciones a la contra, que es algo que sabe hacer muy bien".