La fórmula del nuevo Piqué: discreción, menos poder en el vestuario y una promesa al club
Con todo en contra, el '3' busca resurgir y la plaga de bajas en defensa podría brindarle ante Inter y Real Madrid su gran oportunidad.
"Cuando vea que no soy tan importante como siempre lo he sido, me iré". Así de contundente se mostraba Gerard Piqué en una charla en Twitch con Ibai Llanos hace un año. Pocos esperaban que, antes de 2023, el jugador anunciaría su retirada cumpliendo su palabra. En verano, Xavi le advirtió de que su crédito estaba agotado. Fue una invitación a irse. Gerard no solo la rechazó, sino que retó al club a ser capaz de fichar a alguien mejor que él. Tres meses más tarde de dicha conversación, el '3' está contra las cuerdas pero la plaga de lesiones en defensa le abre la posibilidad de ser importante frente a Inter y Real Madrid. Para el capitán es ahora o nunca.
Cuentan quienes le conocen que Piqué no está acostumbrado a 'perder', que es precisamente su ambición extrema lo que le lleva a revertir todas las situaciones desfavorables. Ahora, el impulsor de la nueva Copa Davis afronta una bola de partido en contra. En los 14 años que acumula en el primer equipo del Barça, Gerard las ha vivido de todos los colores. Ha sido el mejor central del mundo y también blanco de las críticas tras derrotas humillantes como el 2-8 ante el Bayern. En ocasiones le han roto el saque, ha perdido sets. Y siempre se ha levantado. Hoy, Piqué se encuentra ante su primer 'match ball'. Si finaliza el curso sin haber jugado al menos 45 minutos en el 35% de los partidos, el club podrá romper unilateralmente un contrato que acaba en 2024.
Gerard, de última opción a solución en el centro de la zaga
Dentro del campo, Xavi también ha sido claro: el '3' es el último central de la rotación. Piqué fue titular en Cádiz y Mallorca y disputó la segunda mitad ante el Viktoria Plzen. Esto supone un 33% de los encuentros totales -tres de 10-. En pocos días, la tormenta ha derivado en un cielo más abierto. Las lesiones de Araujo, Kounde y ahora también Christensen deberían multiplicar los minutos del catalán hasta el mundial. A esa oportunidad deberá agarrarse el capitán con uñas y dientes si no quiere estar viviendo su último curso como azulgrana.
Piqué se ha ido subiendo al barco de esta temporada de forma progresiva. 'Ausente' en Estados Unidos, donde se le vio apático e incluso indiferente con su ostracismo, el zaguero sí ha conectado con la causa en las últimas semanas. No con un papel protagonista, sino a través de una actitud intachable tanto en los entrenamientos como con sus compañeros. En silencio y sin ponerse nervioso, el defensa espera su momento una vez ya ha dejado atrás sus problemas de pubis. Resulta una incógnita vaticinar si estos volverán en caso de que Gerard incremente su carga de minutos.
Más solo tras la marcha de Riqui Puig
La salida de Riqui Puig a Los Ángeles supuso una pérdida importante para Piqué en el vestuario. También representado por Arturo Canales, al igual que Xavi, el centrocampista se había convertido en el mejor 'socio' del defensa en los últimos años. Con los fichajes ha llegado aire fresco y Gerard también ha perdido 'status' fuera del verde. Habituado a liderar el ocio del equipo, el rol de 'organizador de eventos' está ahora vacante en Can Barça. Los jóvenes respetan los galones y mantienen, de momento, un perfil discreto.
No se puede analizar al 'nuevo' Piqué sin tener en cuenta su separación matrimonial. El mediático divorcio con Shakira ha sido la gran preocupación del futbolista en los últimos meses. Mucho más, cuentan, que su situación profesional. Extrovertido y abierto por naturaleza, su ruptura se ha convertido en un tema tabú en encuentros con su entorno más habitual. Por ahora, la colombiana y el catalán siguen en conversaciones para alcanzar un entente.
Más fútbol, menos mundo empresarial
En paralelo, Piqué ha reducido una marcha su implicación en Kosmos y el FC Andorra. El club le pidió aparcar su faceta de emprendedor para centrarse en el fútbol, petición a la que Gerard accedió. A principios de verano, el jugador trasladó a ambas sociedades que su presencia -no su compromiso- se vería reducida mientras siga en el Barça. Y así está siendo.
La calculadora jugará un papel clave a la hora de conocer el futuro del '3'. Pero ni siquiera alcanzando el citado 35% de partidos jugados se podría dar por segura la continuidad del defensa la próxima temporada. En los últimos años, Piqué ha reiterado que no quiere ser un problema para el club, y éste no deja de mandarle indirectas. El área deportiva quiere reducir la masa salarial y la ficha de Piqué, diferimientos incluidos, es la más alta de la plantilla. En la entidad confían, pues, en que el capitán cumpla su palabra.
Íñigo Martínez y Messi, la hoja de ruta del club
La probable salida del jugador de 35 años abriría la puerta a dos nombres. Por un lado, a Íñigo Martínez, que llegaría libre del Athletic Club. Y por otro, a Leo Messi. Joan Laporta está decidido a intentar recuperar al argentino, algo que se antoja aún más complejo si Piqué sigue. La relación entre el catalán y el argentino quedó 'tocada' desde la marcha de Leo al PSG. Supuestamente, Gerard aconsejó al presidente azulgrana no renovar al rosarino. Además, en términos de 'fair play', la inscripción de Messi sería más realista si el Barça se deshace de una gran mochila. Y ninguna pesa tanto como la de Piqué.