La noche mágica que nadie olvida en el Betis y comenzó con una pesadilla: "Muchos lloraron..."
Edu, Juanito, Casto y Capi recuerdan para Relevo el último triunfo del equipo bético ante el Barcelona en la Liga en Heliópolis. Los de Pellegrini tienen un desafío de 16 años.
Casi 16 años han transcurrido desde aquel 30 de marzo de 2008, una fecha marcada en el recuerdo de muchos béticos. Ese día, en un estadio del Betis que pasó de la pesadilla a la fiesta, el equipo dirigido por Paco Chaparro selló una remontada histórica ante el Barcelona de Fran Rijkaard, que contaba con un equipo de ensueño. "Fue una noche mágica", rememora para Relevo Luiz Eduardo Schdmidt, Edu, uno de los protagonistas principales con un doblete que enloqueció a Heliópolis. Es la última victoria del equipo verdiblanco en LaLiga ante los azulgrana como local, precisamente uno de los desafíos que le quedan por delante a Manuel Pellegrini en su trayectoria como entrenador del Betis.
Bojan Krkic y Samuel Eto'o pusieron al Barcelona con dos goles de ventaja en apenas 16 minutos. "Fueron bastante superiores a nosotros en la primera parte y casi se van 0-3 con una clara ocasión de Iniesta poco antes del descanso", cuenta Casto, que puso así su granito de arena para la victoria sacando una gran mano al disparo del albaceteño. Chaparro, el entrenador milagro del Betis, había insistido durante la semana en que su equipo se mirase a sí mismo más que al rival. "La imagen había sido bastante penosa", recuerda Capi sobre esos primeros 45 minutos. "En el entretiempo nos dijo que teníamos que salir al menos a cambiar la imagen. Que intentásemos marcar un gol y animarnos", señala Casto. "No fue una charla especial, sino que estaba indignado ante la imposibilidad de hacerles frente. Nos dijo que teníamos mucho más fútbol que ofrecer", remata Juanito para buscar una explicación a esa mutación que sufrió el equipo verdiblanco.
Dicho y hecho. El Betis de la segunda mitad fue bien distinto. Desde el comienzo de la segunda parte, las sensaciones eran diferentes en Heliópolis. Y llegó el gol de Edu. "Fue tras un centro de Sobis desde la izquierda y ya el equipo se vino arriba impulsado por el Villamarín", recuerda Juanito, con una memoria prodigiosa para revelar los detalles de cualquier partido. "Tuve la oportunidad de empatar con un penalti, menos mal que Juan lo consiguió en la siguiente jugada", dice Edu, al que Víctor Valdés le detuvo esa pena máxima. Pero su capa de héroe quedaría para más tarde. "Hubo un saque de banda. Tenía a Yaya Touré encima e intuí que se podía comer el balón y no llegar. Controlé de pecho y rematé de volea un poco forzado, no quería que bajase el balón más de la cuenta para que no me lo tapasen. Me salió pegado al palo e hice el 2-2", indica Juanito, con un gol que ya llevó la locura al coliseo heliopolitano. "Recuerdo un ambiente increíble, estaba en el césped y notaba las vibraciones de la gente cuando gritaba y saltaba. Se notaba algo difícil de explicar y tienes que estar ahí abajo para sentirlo", apunta Casto, que vivió una de sus noches más especiales como portero del Betis. "Es un recuerdo imborrable, fue una segunda parte memorable", añade Juanito.
Pero todavía quedaba más fiesta para el beticismo. Y llegó el tercer gol, el de la victoria. "En un balón que tenía controlado el Barcelona, hay un corte de Damià y se me queda en la banda. Salí rápido y en uno contra uno me salió bien y el tiro desde el pico del área fue muy bueno. Fue el gol que culminó una remontada impresionante", narra Edu, autor de ese doblete mágico. "Esa noche está en mi memoria y en la de muchos béticos que me escriben para decirme que ha sido el partido con el que más han disfrutado. Es emocionante. Muchos se acuerdan de haber llorado muchísimo", agrega el brasileño. "No era fácil remontarle a todo un Barcelona y delante tu gente fue más especial", apunta Capi, que ya vivía entonces sus últimos momentos en el Betis.
16 años después, ni el Betis, con la estabilidad alcanzada con Pellegrini, ni el Barcelona, con dudas en el proyecto de Xavi Hernández, que vivió aquel partido sobre el césped, son los mismos. "Los veo con dudas. Quiere mantener el juego de los últimos años, pero no tiene intensidad en la circulación de balón ni en la presión tras pérdida y los equipos le están haciendo bastante daño", analiza Casto. "Está en crisis de resultados pero también de juego desde hace tiempo. Ganaron LaLiga pero sin demostrar ese ADN que suele tener el Barcelona en su juego. Ahora es un equipo con muchas dudas, atrás está dejando espacios, recibe ocasiones, pero tiene calidad arriba, eso no se pierde", reflexiona Juanito. "Se les nota sin confianza, pero eso es peligroso para ellos y también para los rivales, no sabes cómo van a llegar, si hundidos o con más ganas de cambiar la mala imagen", indica Capi, que no se fía de ese mal momento que atraviesan los de Xavi Hernández.
Pero el Betis también llega con importantes ausencias y, pese a que el ambiente mejoró con la victoria ante el Granada, también tiene ese debe de Pellegrini contra los grandes en el Villamarín. "Se estaba echando mucho de menos la baja de Guido", dice Casto sobre este irregular rendimiento del Betis en las últimas semanas. "Lo veo 50-50, al Betis por las lesiones que arrastra en defensa y la baja de Ayoze, que le va a hacer daño, pero el Barcelona no está en su mejor momento", comenta Juanito, que apunta a la grada como otro factor clave: "Va a ser un partido de afición, si el equipo logra enganchar a la grada con ocasiones, el público se puede venir arriba. El Barcelona es ahora el típico equipo que si le marcas un gol lo puedes noquear. Está en un estado ahora mismo que con cualquier cosa los jugadores buscan una excusa para caerse".
"Espero que el Betis vuelva a ganar al Barcelona después de tanto tiempo, ojalá podamos hacer un gran partido y salir con el triunfo", suspira Edu. "Se me vienen a la cabeza muchos buenos recuerdos de los compañeros y de la afición con el tercer gol. El estadio parecía que se caía. Es de esos momento que el fútbol te regala, momentos especiales y mágicos de verdad", finaliza el brasileño, uno de los grandes protagonistas de aquella noche de 2008 que sigue en la retina del beticismo.
Un triunfo copero en 2011
Si en la competición liguera el Betis no doblega al Barcelona en Heliópolis desde 2008, en la Copa del Rey sí registró una victoria en 2011 (3-1), en la eliminatoria de vuelta de los octavos de final, que no sirvió para remontar el 5-0 encajado en la ida en el Camp Nou. El equipo verdiblanco, dirigido por Pepe Mel y que militaba en Segunda, venció con un doblete de Jorge Molina y otro gol de Arzu, aunque el tanto anotado por Leo Messi sentenció un enfrentamiento que ya había quedado muy decantado en Barcelona.