ATHLETIC CLUB

Álex Berenguer y la tensión previa a la gloria: "No me acuerdo ni del resto de penaltis, es difícil no pensar en el error"

El héroe de La Cartuja atiende a Relevo para recordar el icónico momento en el que el Athletic se convirtió en campeón de Copa.

Berenguer corre eufórico tras marcar el penalti decisivo en la final de Copa del Rey./Getty Images
Berenguer corre eufórico tras marcar el penalti decisivo en la final de Copa del Rey. Getty Images
Patxo De la Rica

Patxo De la Rica

Rápido, aficionados del Athletic, piensen en un recuerdo inolvidable del 2024. Lo sé, por suerte hay muchos, pero ninguno fue tan importante, tan pasional y tan intenso como el momento en el que Álex Berenguer colocó el balón, miró a Greif y cruzó su disparo para que entrase pegado al palo. Ese momento en el que se pusieron en juego 40 años de historia. Ese momento en el que toda una generación sintió, por fin, lo que era ser campeones. Ese momento en el que se 'soltaron' las amarras de la Gabarra y salió algo de dentro de cada uno de los cientos de miles de aficionados rojiblancos que habían llorado tantas finales perdidas. Ese momento: el penalti de Berenguer.

Esos segundos que todos recuerdan dónde y cómo. También con quién, de eso va el fútbol y la pasión de este deporte. Quizá, quien menos claros tenga sus recuerdos, sea el propio Álex. "Es tanta euforia que es imposible pensar en nada", reconoce, sentado en la sala de juegos de Lezama muchos meses después de aquel instante que cambió su carrera y "para siempre" colocó su nombre junto a la vigésimo quinta Copa de un club legendario como es el Athletic Club.

A punto de cerrar el 2024, uno de los grandes héroes de La Cartuja atiende a Relevo para repasar aquella final, conocer cómo vivió aquellos minutos y, sobre todo, cómo han ido reposando en sus recuerdos. "Te empiezas a dar cuenta cuando vas por Bilbao y la gente te empieza a pedir fotos, o cuando escuchas a un padre decirle a su hijo que 'este es el que metió el gol en la Final'".

Imposible no emocionarse con ello y, como reconoció en la primera entrega de esta charla, "un empujón" para tener aún más ganas de renovar con este club y seguir haciendo historia en él. Lógico que en cuanto se le pregunta por los próximos retos, la respuesta sea rápida: "Pues sacar otra vez la Gabarra, ¿no?". 

Se acaba 2024, un año inolvidable para el Athletic y también para ti. Antes de hablar del penalti, y ya que ahora podemos hablar sin tópicos, ¿cómo viviste la previa de la final?

Pues yo estaba, hablo por mí, bastante tranquilo porque me decía en mi cabeza que es que vamos a ganar sí o sí. Vamos a ganar porque sí, porque toca. No sé por qué yo tenía en mi cabeza que ese día era imposible que no nos llevásemos la Copa. Además, yo en ese momento ya sabía prácticamente seguro que no iba a jugar de titular. Estaba tranquilo. Me dije a mí mismo que tendría mi oportunidad y que intentaría hacer lo que sé hacer. Y mira, casualidad, el penalti que daba la victoria me tocó a mí.

Berenguer recuerda los momentos previos a la final y la confianza que sentía.RELEVO

¿Dormiste bien la noche anterior? Siempre pienso en que pese a que el hotel sea un búnker, estáis rodeados de una euforia colectiva.

Sí bueno, al final es todo un poco un caos porque también tienes que gestionar otras cosas: hoteles de los familiares, entradas, que sí, que no, quién viene, quién no... Y es un momento un poco de tensión. Pero yo te digo la verdad, esa noche dormí bastante bien, no estaba para nada nervioso. Y sí que es verdad que igual antes del partido, las dos horas antes, cuando ya tienes que bajar a la charla con el míster y tal, ahí ya sí que noté un poco esa tensión. Pero yo creo que es lo normal. Creo que todos los futbolistas, aunque lleves jugando 20 años en Primera División, creo que esos nervios antes del partido los tienes que tener.

¿Hay algún momento de la final, más allá del penalti, en que sintieras nervios o miedo?

No, más que nervios recuerdo estar calentando y estar deseando y pensando a ver si el míster me llamaba ya para salir. Que estoy ya con ganas. Al final ya salí en la prórroga y bueno, jugué media hora, hice lo que pude porque al final ya sabes que los partidos al final se descontrolan un poco. Sí que estaba con muchas más ganas, o sea tenía las ganas de salir al campo y correr para todos lados. No conseguimos meter el gol que necesitábamos, pero llegamos a los penaltis y ahí se decidió todo.

Cuando te das cuenta de que se van los penaltis y de que tú ibas a ser uno de los lanzadores seguros, después de haber marcado uno en semifinales en el Metropolitano, ¿qué sentiste?

Desde el momento que ya se sabía que íbamos a penaltis y sabía que me iba a tocar tirar uno me empecé a mentalizar. Empecé a pensar un poco dónde lo iba a tirar. Y lo tenía decidido 100%. Casi te digo que no me acuerdo ni los penaltis que tiraban mis compañeros. Yo estaba centrado en lo mío, yo estaba pensando en lo mío y el momento de coger el balón, ir hasta el punto de penalti... Me acuerdo que Julen me dijo algo, me abrazó. Fue tirar un paso para atrás, noté como un poco hierba en el pie, me la quité y ya tenía decidido dónde iba a ir el balón pasase lo que pasase.

La charla previa a los lanzamientos de penalti. Athletic Club
La charla previa a los lanzamientos de penalti. Athletic Club

He visto la final varias veces y los penaltis me los sé de memoria. Y hay un momento, cuando marca Vesga, que todos tus compañeros lo celebran en el centro del campo y tú ni te inmutas.

Sí, sí, estaba completamente centrado lo mío. Es difícil no pensar en el error, ¿sabes? Intenté mentalizarme solo en dónde lo iba a tirar y en no cambiar esa idea, porque cuando dudas es cuando puedes fallarlo. Me repetía: voy a tirarlo ahí, voy a tirarlo ahí.

El golpeo es perfecto.

Sí, en cuanto golpeo el balón ya sé que el portero o se tira mucho antes o es imposible que llegue.

¿Es posible recordar en qué pensaste cuando entra el balón? Soléis decir que en la familia, en los que os han ayudado durante la carrera... Pero dime la verdad: no tienes ni idea, ¿no?

Es tanta euforia y que es imposible pensar en nada. Te viene esa adrenalina, esa euforia de correr... Bueno, me quité la camiseta, salté la valla, fui hasta la grada... Yo creo que no te da tiempo a pensar en nada ni en nadie. Luego, cuando te paras es cuando te paras a pensar y te vienen tus padres, mi mujer, amigos...

Así vivió Berenguer el momento más importante del Athletic.RELEVO

La afición creo que no disfrutó demasiado la fiesta posterior, agotados por la tensión y con una sensación más de liberación que de celebración. ¿En vuestro caso fue así también?

Sí, a ver, después de un partido siempre tienes esa tensión y el cansancio. No lo disfrutas tanto. O sea, disfrutamos muchísimo en el hotel, pero no llegas o creo que tampoco te percatas todavía de lo que habíamos conseguido. No eres consciente. Yo te diría que aparte de la Gabarra, que fue un día espectacular, me quedaría con una comida que hicimos el martes que luego se montó un lío por todo Bilbao con la electrocharanga. Después de la Gabarra te diría que ese día fue el que más disfrutamos, yo creo que todos.

¿Con qué momento te quedas de la Gabarra?

Creo que no puedes quedarte solo con uno. Es todo el trayecto en sí. Es que hemos tenido una reunión de club hace poco y nos dijeron que había más de un millón de personas por las calles de Bilbao. Y eso es algo increíble. Estar ahí subidos. Y el Ayuntamiento también... Solo se veían cabezas mirases hacia dónde mirases. Eran miles de personas en frente nuestra. Es algo que yo nunca he vivido y que o lo repetimos aquí o será difícil de vivirlo en cualquier otro sitio.

¿Qué hay después de vivir algo así?

Pues sacar otra vez la gabarra, ¿no? No se puede hacer más. Más que eso, es intentar ganar otro título este año y en ello estamos, ¿no? Estamos trabajando para ello y veremos qué pasa. Nosotros estamos con mucha confianza, estamos muy bien y luego será ir partido a partido y ver lo que sucede.

Las celebraciones históricas por Bilbao.RELEVO

Para ti, a nivel personal, ese momento debe ser inolvidable. En 40 años, cuando un aficionado piense en la final de La Cartuja, pensará en el penalti de Berenguer. ¿Cuándo te diste cuenta de eso?

Pues yo creo que ya un poco al tiempo, cuando vas por la calle y te van diciendo: ¡eres el que metió el gol de la Copa! Te empiezas a dar cuenta cuando vas por Bilbao y la gente te empieza a pedir fotos, a decirle un padre al hijo que 'este es el que metió el gol en la Final'. Y ahí yo creo que te das un poco cuenta de lo importante que ha sido ese gol para todo el mundo.

¿Sientes que te ha cambiado un poco la vida?

No sé si la vida...

¿Tu carrera?

Sí, puede ser que sea un punto de inflexión para mí. Te das cuenta de que se ha conseguido algo muy grande con un gol mío.

¿Y a nivel grupal? ¿Sientes que ese título ha hecho que el equipo sea más maduro y que esté más preparado para otro tipo de retos?

Sí, es lo que has dicho tú, yo creo que hemos madurado. Tenemos ese poso de haber ganado y la tranquilidad de saber que somos muy buenos, que trabajamos como perros y que los resultados al final llegan porque somos muy pesados. También otra cosa que es muy importante es que ya sean los titulares como los suplentes, estamos todos enchufados, estamos a un nivel muy alto y te diría que estamos 17 o 18 jugadores muy muy enchufados en todos los partidos. Y eso también ayuda al equipo porque al final si sale uno y el que entra está igual o mejor, todos mejoramos.

Para acabar te quiero preguntar por este grupo de jugadores porque se os ve siempre con un gran ambiente. ¿Es la mejor plantilla en la que has estado?

Sí, puede ser. Somos una cuadrilla de amigos, venimos aquí -Lezama- a divertirnos. Obviamente que venimos a entrenar y trabajar, pero venimos a divertirnos porque nos llevamos todos súper bien, estamos todos el día de risas y eso en el campo se nota mucho. Si tienes que hacer un esfuerzo por un tío que te cae de puta madre lo haces con mucho más gusto. Y esa es un poco la clave.