El Barça solo necesitaba a Lamine para volver a ganar
En tres jugadas de superclase, el de Rocafonda aclaró un partido que durante muchos minutos se le complicó. Los de Flick recuperaron la voracidad.
Para volver a ganar, el Barça simplemente necesitó tener sobre el campo a Lamine Yamal. Con él de titular, el equipo no pierde. Durante muchas semanas, los blaugrana arrasaron desde la verticalidad más que desde el control. Su voracidad ofensiva, el rendimiento inmejorable del tridente, hizo prácticamente imposible competirles de tú a tú. Los últimos partidos había perdido algo de olfato, de gol, pero en Mallorca lo recuperó. Los de Jagoba Arrasate se vieron cerca de los puntos durante varios tramos, aunque cayeron una y otra vez en fuera de juego. Hubo partido hasta que Lamine quiso. El MVP se lo llevó Raphinha.
El de Rocafonda generó un penalti que anotó Raphinha y después le regaló una asistencia catedralicia, en la enésima evidencia de que ha naturalizado gestos imposibles para los mortales. De sus botas también nació el cuarto gol. No logró el Barça controlar, oxigenarse a partir de la pelota. El colmillo, no obstante, volvió a ser suficiente afilado como anotar cinco goles. Un 1-5 que puede parecer demasiado abultado, pero que vuelve a reconciliar al Barça con el que fue durante el inicio de curso. Fue una historia parecida a la de Villareal.
Empezó el Mallorca martilleando la altísima línea defensiva del Barça, siguiendo el patrón que tan bien le funcionó a la UD Las Palmas. En el tercer minuto de partido ya rascó una amarilla a Pau Cubarsí. Los blaugrana aguantaron la amenaza inicial hasta que, pasados los diez minutos, logró instalarse temporalmente en campo contrario. Y cuando Lamine empezó a tocar balón, el Barcelona se encontró con un regalo de Mojica. Con Leo Román preparado para agarrar el balón, el lateral lo despejó y mal y Ferran Torres lo mandó a la red.
Con el Mallorca resintiéndose del esfuerzo inicial, el Barça tuvo opciones de sumar más ventaja. Primero, una de Ferran a un buen centro de Balde. Y después, Lamine en un golpeo que no le salió bien. Encontrar a Dani Olmo entre líneas volvía a ser sinónimo de acercarse al peligro. Comenzó a flotar la sensación de que los blaugrana estaban perdonando y una rigurosa amarilla a Marc Casadó la agudizó. Arrasate, aun así, no cambió su plan, poniendo a prueba a un Iñaki Peña que se acostumbró a vivir lejos de su portería.
El Barça empezó con el pulso demasiado acelerado
El Mallorca cayó reiteradamente en fuera de juego, pero el Barça no lograba controlar el partido desde el balón. Con unos locales correosos, con ganas de transitar, para los culers replicarlo era algo demasiado goloso. El partido se abría y a Lamine, Raphinha y Olmo el cuerpo les pedía contragolpear. Sin Pedri ni Casadó como marcapasos, el pulso del Barça era demasiado alto. A ello se agarraba el Mallorca para engancharse al partido.
No lograron los de Flick frenar la amenaza del Mallorca al espacio y justo antes del descanso, lograron empatar. En una fabulosa diagonal de Sergi Darder, Maffeo, bailando al límite con el fuera de juego, acabó delante de Iñaki Peña y le regaló el empate a Muriqi. El Barça se acabó quemando, incapaz durante todo el primer tiempo de domar el partido para que los baleares dejaran de intimidar su línea defensiva. Todavía tuvo Raphinha una última para recuperar la ventaja justo antes del descanso.
Espectáculo de Lamine y goles de Raphinha
Empezó la segunda parte con el mismo guion. En una genialidad de Dani Olmo, el mediapunta encontró al espacio a Lamine Yamal. El de Rocafonda, que veía por el rabillo del ojo a Mojica, se le cruzó para provocar el penalti. La intuición de veterano de Lamine le valió a Raphinha para plantar el balón en el punto de los once metros. Con un tiro ajustadísimo, el brasileño hizo el 1-2.
✨ 𝑫𝒐𝒃𝒍𝒆𝒕𝒆 para el brasileño. pic.twitter.com/2juKRgSir3
— Relevo (@relevo) December 3, 2024
A la hora de juego, el Mallorca ya había caído diez veces en fuera de juego, muy por encima de las seis de media que tienen los equipos que se enfrentan al Barça. Sin una elaboración previa al pase al espacio, a los blaugrana se les hace muy fácil formar la trampa. Con el balón, no obstante, seguía incapaz de generar oxígeno con posesiones largas, convirtiendo el encuentro en un intercambio de golpes que permitía a los bermellones verse capaces de ir a por el empate.
Hasta que Lamine dijo basta. El canterano se inventó una jugada que no existía. Dibujó un pase con el exterior que ya tiene patentado para dejar a Raphinha solo ante el gol. La asistencia lo simplificó todo: una genialidad de Lamine es suficiente como para ganar partidos. Para culminar su actuación, mandó otro pase al espacio, idéntico, con el exterior, Pau Víctor mandó al segundo palo una pelota que quedó muerta dentro del área. Lo sentenció De Jong. Minutos después, el neerlandés asistió a Pau Víctor para cerrar la manita.
Ficha técnica
- RCD MALLORCA : Leo Román; Maffeo (Larin, min.78), Raíllo, Valjent, Mojica; Morlanes, Samú Costa; Antonio Sánchez (Morey, min.78), Darder (Dani Rodríguez, min.67), Valery (Robert Navarro, min.67); Muriqi (Abdón Prats, min.78).
- FC BARCELONA: Iñaki Peña; Koundé, Cubarsí, Íñigo Martínez, Balde; Casadó (Eric García, min.82), Pedri (Gavi, min.82), Olmo (De Jong, min.72); Yamal, Ferran Torres (Pau Víctor, min.72) y Raphinha (Fermín López, min.86).
- GOLES: 0-1, min.12: Ferran Torres; 1-1, min.43: Vedaq Muriqi; 1-2, min.56: Raphinha; 1-3, min.74: Raphinha; 1-4, min.79: Frenkie de Jong; 1-5, min.84: Pau Víctor.
- ÁRBITRO: Gil Manzano (C. Extremeño). Amonestó a Maffeo (min.34), Raíllo (min.51), Mojica (min.55) y Abdón Prats (min.58) en el RCD Mallorca; y a Cubarsí (min.3), Marc Casadó (min.23) y Pedri (min.80) en el FC Barcelona.
- ESTADIO: Son Moix. 22.352 espectadores.