VILLARREAL 1 - BARCELONA 5

El ''atraco'' que cantó La Cerámica por cuatro acciones clave... que fueron todas bien pitadas

La actuación de Busquets Ferrer fue motivo de queja del público local.

El penalti de Bailly sobre Yamal. /EFE.
El penalti de Bailly sobre Yamal. EFE.
Nacho Sanchis

Nacho Sanchis

Asaltó el Estadio de la Cerámica el FC Barcelona en un partido que concluyó 1-5, pero cuyo resultado bien pudo ser distinto. Ya no solo porque los de Flick y Marcelino decidieran salir a jugar 'a los golpes' y hubiera infinidad de ocasiones, sino porque las decisiones arbitrales de Busquets Ferrer en el verde y de Iglesias Villanueva en el VAR frustraron al Villarreal hasta en tres ocasiones... Pero fueron acertadas.

En la primera mitad Yeremy Pino ponía por delante a los locales con una 'picadita' maravillosa que superaba a Ter Stegen, pero la alegría duraría poco porque Busquets Ferrer señalaba fuera de juego sin necesidad de que le llamaran desde la sala VOR. El 'offside' era claro.

En la segunda mitad los amarillos salieron como motos y Nicolás Pepé marcaba el 2-2 para alegría de la grada. Esta vez sí hubo celebración... Pero también duró poco, puesto que de nuevo el linier levantaba el banderín y el gol quedaba en nada al haber 'offside'. En esta ocasión el fuera de juego fue más dudoso y sobre todo dejó frustrada a La Cerámica porque se revisó a la velocidad de la luz para lo justísimo que era, pero de nuevo fue una decisión correcta.

Ambas ocasiones se dieron en buena parte porque el equipo de Flick planteó una línea avanzadísima, casi en el medio del campo, que le terminó saliendo bien, pero supuso un juego 'al límite' en el que por centímetros los catalanes no recibieron más goles.

Y del posible 2-2, casi se pasa al 1-4... De nuevo con intervención arbitral. Bailly segaba sobre Lamine Yamal, pero el colegiado no señalaba pena máxima, el juego siguió pero entonces hubo 'toque' de la sala VOR a Busquets Ferrer, quien tras revisar la acción, sí pitó penalti. Aunque en esta ocasión, Lewandowski erraba la pena máxima.

Parecía que el 'drama' con el arbitraje iba a concluir, pero a los aficionados amarillos todavía les quedaba una acción más por sufrir. Con 1-3 en el luminoso, Barry anotaba un testarazo en el que esta vez el linier no señalaba offside, hubo celebración completa y el balón ya se plantó en el medio del campo para retomar el juego. Pero de nuevo la sala VOR dejaba frustrada al estadio y gritando 'manos arriba esto es un atraco'. El delantero amarillo estaba en fuera de juego y el tanto era anulado en cuatro decisiones tan acertadas como frustrantes para los aficionados amarillos.