El Athletic se olvida de la Copa con un golpe de autoridad
Los rojiblancos vencieron al Celta con goles de Berenguer y Vivian para igualar al Barça en la tercera posición y soñar en grande.
Tras los dos primeros golpes de la temporada, llegó la reacción del Athletic Club. Una respuesta de equipo grande. De lo que es este Athletic Club de Ernesto Valverde y que volvió a demostrar en Balaídos ante el Celta de Vigo, sumando tres puntos claves para olvidar la dolorosa eliminación ante Osasuna el pasado jueves. Lo único que le faltaba a este equipo era saber responder ante un bajón de rendimiento y resultados, algo que consiguieron con matrícula en uno de los estadios más complicados del campeonato y, además, con una muy buena actuación que minimizó los puntos fuertes del conjunto de Claudio Giráldez.
Son ya once partidos sin perder en LaLiga, la mejor racha del club desde 1985, cuando se ganó el título. Berenguer, de nuevo decisivo, y un Vivian impresionante, fueron los goleadores de la undécima victoria de la temporada. Solo así se entiende que este conjunto rojiblanco haya igualado al FC Barcelona en la tercera posición y se encuentre a solo cinco puntos del Atlético de Madrid. Consolidados en puestos de Champions League, los bilbaínos sonríen de nuevo tras días complicados.
[Así está la clasificación de LaLiga]
Respondió bien el Athletic Club a las dudas que habían surgido tras su eliminación copera ante Osasuna. El fútbol es así. Un equipo que finalizó 2024 con una racha inmaculada de victorias, consolidado en puestos Champions y líder en Europa League, empezó el nuevo año con un empate y dos derrotas. Pero en Vigo, en uno de los estadios más complicados de LaLiga, los de Valverde dieron un golpe sobre la mesa.
El Celta de Vigo, quizá aún tocado por lo sucedido en el Santiago Bernabéu, le costó entrar en juego. La protesta de su público en el inicio del encuentro creó un clima de crispación que aprovechó el Athletic para pescar en aguas revueltas. Con Prados y Galarreta firmes en el centro del campo y los hermanos Williams muy activos en banda, Guaita tuvo que convertirse en uno de los protagonistas del partido para mantener el empate a cero en el marcador antes del descanso.
El valenciano, de hecho, sacó dos manos prodigiosas ante los disparos de Nico, primero, y Prados después. Especialmente complicado parecía este último, evitando un golazo del mediocentro navarro, que empaló desde el borde del área con el exterior. Se salvaron los locales, a quienes les costó generar ocasiones ante su público, bien presionados y estudiados por un Txingurri que había elogiado mucho a los de Giráldez en la previa.
Mejoraron los gallegos en el inicio del segundo tiempo, espoleados por su gente como siempre. Pero este Athletic, más allá de los tropiezos en la Supercopa y la Copa, es un equipazo que siempre compite y que está soñando despierto en el campeonato liguero. El primer gol define a este equipo, con una arrancada de Iñaki Williams, castigando el instinto ofensivo de Mingueza, y un centro medido para que aparezca Berenguer en el área pequeña. Pese a la mejora local, lo merecían los bilbaínos.
Un gol que enloqueció el partido. De hecho, Guaita evitó el segundo solo unos minutos después, aunque poco pudo hacer en la siguiendo acción rojiblanca. Desvió el primer remate de Unai Gómez, pero nada pudo hacer en el segundo disparo de Vivian a bocajarro. Matrícula de honor para el central internacional, que está combinando una temporada excelsa en lo defensivo con un instinto goleador superlativo en área contraria, sumando incluso un remate de tijera a su catálogo. Parecía el gol definitivo, pero eso nunca se puede decir ante este Celta tan atrevido y confiado de Giráldez.
Nervios hasta el final
Es cierto que el Athletic se pegó nuevamente un tiro en el pie. Si algo se puede criticar de los de Valverde en este inicio de año es la falta de contundencia y los errores defensivos graves que están cometiendo. Esta vez fue Adama Boiro, que falló en el control y dejó a Hugo Álvarez solo ante Unai Simón. No falló el canterano, recortando distancias para dejar un escenario completamente diferente en los últimos 15 minutos.
Balaídos entendió su importancia y se conectó especialmente para este final, pero los bilbaínos supieron jugar los minutos más calientes. Valverde movió el banquillo, dando entrada a Mikel Vesga y Gorka Guruzeta, y cortó de raíz la reacción local. Incluso, Yuri Berchiche y Óscar de Marcos saltaron al terreno de juego como extremos sustituyendo a los hermanos Williams en una clara declaración de intenciones desde el banquillo rojiblanco. Había que resistir y se resistió.
Un frenazo a la racha viguesa ante su público y un empujón clave para el Athletic, que recupera la sonrisa y mira a los ojos a los más grandes. Con los mismos puntos que el Barcelona y a solo cinco del Atlético de Madrid, es imposible no soñar en grande, aunque lo más importante sigue siendo el colchón que están abriendo con los principales perseguidores. Este equipo huele a Champions.
Ficha técnica
- 1. RC Celta: Guaita; Javi Rodríguez (Manquillo, min. 69), Yoel Lago, Carlos Domínguez; Carreira, Beltrán (Moriba, min. 63), Hugo Sotelo, Cervi (Mingueza, min. 46); Pablo Durán, Borja Iglesias (Douvikas, min. 69), Williot (Hugo Álvarez, min. 46).
- 2. Athletic: Unai Simón; Gorosabel, Vivian, Yeray, Adama; De Galarreta (Jaureguizar, min. 67), Prados, Unai Gómez (Vesga, min. 82), Iñaki Williams (De Marcos, min. 89), Nico Williams (Yuri, min. 89), Berenguer (Guruzeta, min. 82).
- Goles: 0-1, m.62: Berenguer. 0-2, m.70: Vivian. 1-2, m.74: Hugo Álvarez.
- Árbitro: Ortiz Arias (comité madrileño). Expulsó a Mingueza a la conclusión del partido por protestar. Además, amonestó con tarjeta amarilla al jugador del Celta Moriba (min. 59).
- Incidencias: Encuentro correspondiente a la vigésima jornada de Laliga disputado en el estadio Abanca Balaídos ante 22.279 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria de todos los celtistas fallecidos durante el año 2024.