REAL MADRID- REAL SOCIEDAD

Araquistain, de madre la Real y de padre el Real Madrid, recuerda a sus 88 años su carrera: "Di Stéfano empezó a insultarme tras un gol, nos pegamos…"

El que fuera portero del Real Madrid de los 'yeyé' abre las puertas de su casa a Relevo para repasar una trayectoria marcada por la conquista de la sexta Copa de Europa.

Josetxo Araquistain observa con nostalgia algunos de los recuerdos de su época como futbolista. /Relevo
Josetxo Araquistain observa con nostalgia algunos de los recuerdos de su época como futbolista. Relevo
José Luis Lorenzo

José Luis Lorenzo

No guarda ninguna camiseta, tampoco ningún balón. Solo fotos y una serie de trofeos que, al observarlos, le hacen retrotraerse en el tiempo a una época en la que consiguió alcanzar la gloria deportiva formando parte del Real Madrid de los 'yeyé'. A sus 88 años, Josetxo Araquistain (Azkoitia, 1937) mantiene una memoria que muchos quisieran para sí. La conversación es fluida y las anécdotas se le caen de las manos recordando sus inicios en el Elgoibar, su fichaje por la Real Sociedad y su llegada al Real Madrid de Santiago Bernabéu. "Imponía mucho", recuerda. El protagonista de esta historia forma parte de esa prolífica cantera de porteros formados en la entidad blanquiazul que dejaron su sello. Araquistain lo hizo a lo grande, formando parte de uno de los equipos más brillantes en la historia de la institución blanca.

Se las tuvo tiesas con Alfredo Di Stéfano, aunque, finalmente, acabaron siendo grandes amigos. Pasó de cobrar 100.000 pesetas a 250.000 gracias a uno de los entrenadores que más le marcaron como fue Salvador Artigas en la Real Sociedad. Viajó en tren hasta Madrid y el primer regalo que le hicieron a su llegada fue un 600 cuando aún no tenía ni carnet de conducir. Compartió vestuario con algunos de los mejores jugadores de la historia como el mencionado Di Stéfano, Gento, Amancio o Puskas, pero nunca perdió la humildad, algo que echa de menos en algunos de las jóvenes estrellas de hoy. Echa la vista atrás en el tiempo y solo tiene una pena: no haber jugado más partidos en el Real Madrid.

Araquistain recuerda su enganchada con Di Stéfano. Relevo

Está hecho un chaval...

Mejor no puedo estar, así que contento…

Este sábado hay un Real Madrid-Real Sociedad. ¿Qué le dice?

Me viene que son cosas de hace muchos años y la vida y el deporte han cambiado tanto que me siento, muchas veces, como un extraño.

¿Le gusta el fútbol?

Veo los resúmenes, pero ya no tengo esa pasión que tenía antes. Me gusta más la caza. Solía cazar jabalíes, pero ya no.

¿Es más del Real Madrid o de la Real Sociedad?

Soy de los dos. Yo solía decir que la Real era mi madre y el Madrid, mi padre.

Empezó en el Elgoibar, pero muy pronto le fichó la Real Sociedad…

Fiché por la Real con 17 años. Era el tercer portero de la Real. Bagur, Eizagirre y yo. Entrené siempre con el primer equipo y jugaba con los juveniles. En el segundo año la Real me cedió al Eibar. Jugué solo seis partidos y me recuperaron. Y luego estuve seis años en la Real. Tengo un recuerdo maravilloso de mi época en la Real. Éramos chavales, teníamos fama… Vivíamos bien. Tengo un recuerdo muy bueno.

¿Por qué portero?

Yo era defensa, pero con la cuadrilla, en una de esas que solíamos jugar los domingos en las que nos jugábamos la tela, faltaba el portero y me dijeron: 'Ponte tú'. Y ahí me quedé.

Y le llegó la llamada del Real Madrid…

Me llamaron el Barcelona y el Real Madrid. Entonces me la jugué, como a las cartas. El Real Madrid había ganado la quinta Copa de Europa y me daba más sensación de seriedad y por eso fiché por el Real Madrid.

"Me llamaron el Barcelona y el Real Madrid. Entonces me la jugué, como a las cartas. El Real Madrid había ganado la quinta Copa de Europa y me daba más sensación de seriedad y por eso fiché por el Real Madrid"

¿Cuánto pagaron por Josetxo Araquistain?

Me parece que pagaron seis millones de las antiguas pesetas más la cesión de cuatro jugadores, entre ellos Simonsson. El equivalente a unos nueve millones.

¿Le sorprendió esa llamada del Real Madrid?

No, porque desde juveniles estaba yendo con la Selección, con la juvenil, con la Sub-20, con la Sub-23 y con la Selección A. Es que estando en la Real, ya estaba en la Selección A. Me vieron jugar y había relación entre la gente de Donostia y de Elgoibar. Un amigo mío de Elgoibar fue el que hizo de intermediario. En aquella época era difícil salir de casa, pero bendita locura ir a la Real y luego al Real Madrid.

Araquistain obersa el trofeo Zamora que ganó con el Real Madrid.  Relevo
Araquistain obersa el trofeo Zamora que ganó con el Real Madrid. Relevo

¿Qué se encontró en Madrid?

Algo muy diferente a lo que había en la Real Sociedad. Había personas de otros países, había argentinos, uruguayos, franceses y eso para mí era diferente. Me fui en tren, con una maleta y a la aventura. Fiché y el Real Madrid me regaló un 600. No tenía ni carnet de conducir. Cuando llegó el verano, yo me fui en tren y un amigo me llevó el coche.

¿Le costó adaptarte a una ciudad como Madrid saliendo de un pueblo como Elgoibar?

Al principio, un poco sí. No estaba acostumbrado a ver tanta gente por la calle, pero me adapté rápido.

Llegó a un equipo que había ganado cinco Copas de Europa…

El Madrid ya era campeón de Europa y tenía un prestigio. El Real Madrid me trató muy bien. Había personas en aquel momento en la directiva muy serias como Saporta, Antonio Calderón, Bernabéu, gente muy seria.

Araquistain recuerda la figura de Santiago Bernabéu. Relevo

¿Cómo era Bernabéu? ¿imponía mucho?

Sí imponía. Era un hombre muy cariñoso y muy bueno, pero muy exigente. No le gustaban las tonterías. Pero siempre estaba para echarte una mano. Siempre que viajábamos, por ejemplo, a San Sebastián o a Bilbao, él siempre venía con nosotros y preguntaba por los jugadores que habían jugado en el Real Madrid. Y cuando le decían cómo estaban algunos, ya mayores, sin poder salir de casa, él les hacía regalos, intentaba ayudarles, algo que hoy en día en impensable. Era muy humano. Pero cuando las cosas no iban bien, entraba en la caseta. Entraba cabreado y soltaba una charla… Como para decirle algo. Con aquel no podías estar así, de brazos cruzados en el campo. Tenías que estar en movimiento. Imponía mucho. Era como el padrino, muy disciplinado, pero…. Yo tengo una anécdota con él. Fuimos a jugar un amistoso a Mónaco. Y a la vuelta nos quedamos en Barcelona para jugar contra el Barça. Era viernes, estábamos comiendo y me llamaron por teléfono. Era el ginecólogo de mi mujer, que habíamos tenido un hijo. Todo eran felicitaciones, champagne para celebrar. A las 8 de la mañana del sábado me llamaron al teléfono. Me dicen: 'Prepárate, Josetxo. Te van a llevar al aeropuerto, te van a recoger en Madrid y te van a llevar a la clínica. Pasas el día con la mujer y el niño, te recogemos a las 6 y llegas a cenar'. Detalle increíble. Jugamos contra el Barcelona, ganamos 2-1 y a celebrarlo.

¿Cómo fue compartir vestuario con esos jugadorazos?

Yo les miraba así, un poco… Hombre, ya les conocía de haber jugado contra ellos. Yo, en la Real Sociedad jugué contra el Real Madrid cinco años y además coincidíamos en la Selección. Nos conocíamos, lo que nos ayudó en el día a día, pero el cambio fue total.

Araquistain estuvo en el Real Madrid siete temporadas.   
Araquistain estuvo en el Real Madrid siete temporadas.  

¿Quién era su mejor amigo?

Hice amistad con muchos, con Pachín, por ejemplo. Con Miera. Éramos, más o menos, del nivel, por el estilo. Fuimos, prácticamente, al mismo tiempo. Luego, con Di Stéfano, con Gento y con Santamaría hice una gran amistad.

Ha jugado con algunos de los mejores jugadores de la historia…

Sí. Di Stéfano, por ejemplo, era un hombre muy competitivo, muy fuerte, con muy buena técnica, práctico y, sobre todo, era un líder. Como persona, tenía sus cosas. Tuve una enganchada cuando llegué a Madrid. Yo, en aquella época, tenía equipos por todas partes que me querían, y estaba agrandado, seguro. Recuerdo un amistoso contra el Manchester. Perdimos 3-2 y tras el tercer gol, empezó a insultarme. En el descanso, cuando íbamos a la caseta, nos enganchamos y empezamos a pegarnos. Nos separaron. Nunca, nunca más tuve ni un problema con él. Nos cogió Saporta a la vuelta a Madrid y nos llevó al despacho. A Di Stéfano le explicó cómo era yo y cómo éramos los vascos y a mí me dijo cómo eran los argentinos. Nos hizo dar la mano, nos llevó a comer y hasta hoy. Pero hicimos muy buena amistad. Él ha sido el mejor jugador, de largo. Lo tenía todo, velocidad, capacidad de trabajo, era un líder, calidad, gol… Lo tenía todo. Era un monstruo, pero su gran valía ha sido el liderazgo que tenía dentro del equipo y en el terreno de juego. No hacía falta entrenador.

"Di Stéfano ha sido el mejor jugador, de largo. Lo tenía todo, velocidad, capacidad de trabajo, era un líder, calidad, gol... Era un monstruo, pero su gran valía ha sido el liderazgo que tenía en el terreno de juego. No hacía falta entrenador"

Josetxo Araquistain

Y, ¿qué me dice de Gento?

Te diría que durante un par de años fue el mejor, sin duda. Era rapidísimo. No he visto a un jugador que fuera a tanta velocidad y que se parara como él, pero en seco. Lo mismo le daba llevar botas de taquitos de goma, que grandes, que estuviera mojado, seco… Era increíble. Tenía un resorte…

Compartió vestuario con los mejores, pero también se enfrentó a rivales muy buenos. ¿Quién le puso las cosas muy difíciles?

A mí siempre me sorprendió George Best. Era un tipo que en el campo era extraordinario. Tenía un regate. Era delgadito y tenía una fibra… Y, luego, cuando apareció Cruyff también fue una sensación de que estábamos ante alguien diferente…

¿Cómo se preparaba un portero de aquella época?

El fútbol ha cambiado muchísimo, pero nos preparábamos de la misma manera en la que se hace hoy, pero con una variedad de ejercicios inferior. Hoy, si puedes potenciar el dedo meñique, lo puedes hacer… Puedes hacer de todo. Aquello era más general, era más fútbol, más campo.

No hablamos de los campos, ¿no?

Tengo una anécdota en San Sebastián, jugando contra el Celta. Faltaban cinco minutos y estábamos empate a cero. Le hicimos una falta en el centro del campo a su delantero. Se enfadó tanto que pisó el balón y desde donde yo estaba, desde mi portería, no veía el balón de la cantidad de barro que había.

Y de Atotxa pasó al Santiago Bernabéu…

La diferencia era terrible. Pasé de un espacio donde podían entrar 20.000 personas a 100.000. Yo he jugado con 110.000 personas en el Bernabéu. Un día se me ocurrió ir a la última fila y desde allí solo se veían hormigas. Todo el mundo de pie. Imponía.

Ganó con el Real Madrid seis Ligas y la sexta Copa de Europa…

Hubo dos años en los que no se ganó. Se hizo un cambio de generación. De los Di Stéfano, Puskas, Gento, Santamaría… esos desaparecieron casi todos menos Gento y aparecieron los De Felipe, Pirri, Sanchís… Los llamaban los 'yeyé' porque nadie daba un duro por ellos porque había equipos más sólidos y más potentes que el Real Madrid entonces. Tenías el Inter de Milán, el Partizán, el Manchester United… varios equipos, pero nosotros lo que hacíamos era correr y tener disciplina. Nadie daba un duro y, poco a poco, nos plantamos en la final. Los yugoslavos eran duros, más profesionales que nosotros. Empezamos perdiendo el partido. A la salida de un córner me marcaron. Luego, Amancio, que era un artista, metió un golazo y, más tarde, Serena, con una volea desde fuera del área que entró como una exhalación. Ganamos 2-1 y aquello fue la hostia.

"Nos llamaban los 'yeyé' porque nadie daba un duro por ellos porque había equipos más sólidos y más potentes que el Real Madrid entonces. Tenías el Inter de Milán, el Partizán, el Manchester United, pero nosotros lo que hacíamos era correr y tener disciplina"

Josetxo Araquistain

Para alguien como usted, salido de Elgoibar hace pocos años, ¿qué significó ganar una Copa de Europa?

'Manda carallo'. Fue un show. Nos hicieron recibimientos… Estás en una nube.

Araquistain fomo parte del 'once' que ganó la sexta Copa de Europa con el Real Madrid.
Araquistain fomo parte del 'once' que ganó la sexta Copa de Europa con el Real Madrid.

¿De la que cuesta bajar?

No. A mí nunca me ha costado. A mí siempre me ha gustado estar con los pies en el suelo.

Algo que no se lleva mucho hoy en día, ¿no?

A mí, por ejemplo, futbolistas como Vinicius me dan mucha pena. Lo grandes jugadores que son, las cualidades que tienen y las tonterías que hacen… Eso da poca imagen a la chavalería y a la gente.

¿Antes había tanto fenómeno fan?

Había fans. Lo mismo que ahora, pero en un número más reducido.

¿Cómo recuerda su etapa en el Real Madrid?

No jugué todo lo que quería. Lo llevé con disciplina y callado. No protestaba. ¿Jugaba? Pues jugaba, no me tocaba, pues a esperar. Claro que me jodía, pero… Estuve siete años en el Real Madrid y me renovaron dos más. Lo que pasa es que salió una operación con el Elche, de un defensa que le interesaba al Real Madrid. Y al Elche le interesaba que fuera yo en el intercambio. Hubiera estado dos años más en Madrid.

¿Fue difícil hacer las maletas y dejar el Madrid?

Sí, me costó. Era consciente de que me iba de un club irrepetible.

Miguel Muñoz fue el entrenador con el que más tiempo estuvo. ¿Fue el que más le marcó?

El que más me marcó fue Artigas, un entrenador que tuve en la Real Sociedad. Era un hombre, para entonces, muy preparado y muy buena persona. Te voy a contar una anécdota. Tenía contrato con la Real y veía que había compañeros que estaban cobrando más. Yo me consideraba que tenía categoría como esos. Yo se lo decía a la directiva, pero no me hacían ni caso. Se lo dije al entrenador y me dijo: 'No se preocupe usted'. De 100.000 pesetas que cobraba me subieron a 250.000. Era el que más cobraba del equipo por mucho. Fue el entrenador.

Araquistain agradec a Artigas lo que hizo por él en la Real Sociedad. Relevo

¿Qué piensa de aquellos que dicen que las Copas de Europa del Real Madrid en blanco y negro fueron 'regaladas'?

Escucho eso y… Ahora todo el mundo habla de la Champions, de la importancia que tiene, pues aquello era lo mismo. Se llamaba diferente y se jugaba también de una manera distinta. Eran siempre eliminatorias en lugar de liguillas. Pero, joder, llegar a ser campeón de Europa era la leche.

¿Cuál es el partido más duro que recuerdas?

Uno contra el Inter de Milán. Ganamos 1-0 en Madrid. Se lesionó Betancort y allí jugué yo. Empatamos a uno, pero las pasamos canutas. Fue un partido muy duro y competido en el terreno de juego, pero también fue un partido de grada porque entonces San Siro era como una caja de cerillas. En un córner me apareció delante la mitad de un freno del coche. Me hubiera pegado en la cabeza y me hubiera matado. El italiano es un fútbol fuerte, disciplinado, sabe a lo que están jugando, físicamente son buenos… Eran y son muy difíciles de ganar.

"El partido más duro fue contra el Inter. Lo fue en el terreno de juego, pero también en la grada porque entonces San Siro era como una caja de cerillas. En un córner me apareció delante la mitad de un freno de coche. Me hubiera pegado en la cabeza y me hubiera matado"

Josetxo Araquistain

Después de salir del Madrid, llegaron las paradas en Elche y Castellón…

En el Elche tuve muy mala suerte. Firmé por tres años y me renovaron dos años más y tuve una lesión grave en el cuádriceps por la que estuve cinco meses sin jugar. El equipo, casualidad o no, desde que dejé de jugar yo, empezó a caer hasta que descendió a Segunda. Hubo un remodelación y, económicamente, tampoco andaban bien. Me vio el Castellón, que estaba entrenado por Müller, compañero mío en el Real Madrid. Me llevó él, estuve dos años, me retiré y hasta hoy. Me tocó hacer borrón y cuenta nueva. Tenía que vivir otra vida.

¿Fue difícil olvidar el fútbol?

Muy difícil y eso que el Real Madrid me llamó y me nombró ojeador, quería que siguiera con ellos. Estuve 10 años, pero es difícil, por muy preparado que estés y muy mentalizado, hacer un cambio tan radical… No se podía vivir del fútbol. Aquí, con mi cuñado, puse una fábrica de pintura. Primeramente, comercializábamos, después, fabricamos y luego yo andaba de comercial por toda la zona.

¿Cuál era su ficha del Real Madrid?

Ganaba el doble que en la Real Sociedad, medio millón de pesetas.

¿Cuánto ganaría ahora?

No sé, ni lo he imaginado. Estaría cobrando un buen dinero, millones de euros. Seguro.

¿Está orgulloso de la carrera que hiciste?

La única pena que tengo es no haber jugado más en el Real Madrid pudiendo jugar más. Quizá no lo hice por mi carácter. No por condiciones. Tenia tantas o mejores condiciones que el resto de porteros, pero mi carácter… Me amoldaba a la situación. Yo a los 19 años debuté con la Real Sociedad en Primera División y a los 20 estaba jugando con la Selección, con la que jugué el Mundial de Chile en 1962, con 25 años. He dado muchas vueltas en la vida. ¿Orgulloso? Sobre todo tranquilo. No le hice mal a nadie. Estoy agradecido a la vida.