FC BARCELONA

Lo que ha aprendido el Barça sin Lewandowski: el resultado antes que el juego

Los azulgrana han vencido los tres partidos en los que el polaco ha estado sancionado por 1-0.

Robert Lewandwoski volverá ante el Betis /Getty
Robert Lewandwoski volverá ante el Betis Getty
Albert Blaya

Albert Blaya

En el Barça hay una máxima no escrita que dice lo siguiente: desde el juego se llegará a los resultados. En los mejores cursos de los azulgrana siempre se respondió a esta misma lógica, aunque lleve años no siendo así. Este año los de Xavi están dejando un rastro inigualable a su paso en el ecuador de Liga: solo una derrota, solo seis goles encajados y una teórica imbatibilidad que sigue dejando tumbados a sus rivales. Pero como el juego es siempre más profundo, debemos mirar qué hay detrás de estos números.

 

Sin Lewandowski, sancionado los últimos tres choques ligueros, el Barça ha sacado su versión más áspera: 0 goles encajados y victorias por la mínima con goles de Pedri (2) y Dembélé. Tres resultados que le sitúan más líder que nunca pero que también abren preguntas que deberán ser respondidas por Xavi a la hora de medir el proyecto. ¿Sin el gol que te lleve al buen juego, podrá ser el juego el que lleve a los goles?

Ante el Girona de Michel, Xavi volvió a lo que ya hizo ante el Getafe: tres delanteros en detrimento del cuarto centrocampista. Buscar tener más verticalidad en las alas para poder tener más ocasiones. Pero como ante el equipo de Quique Sánchez Flores, ni Raphinha ni Dembélé iniciaron bien, dejando pérdidas en zonas comprometidas y simplificando ataques que morían fuera, dejando inerte la zona central. "Tenemos que atrevernos más en ataque", decía Xavi tras el partido. Y es que sin Lewandowski, que simplifica ataques con su capacidad de atracción y finalización dentro, el Barça ha terminado mirando siempre fuera.

Ante equipos que cierran líneas y comprimen espacios en zonas centrales, el Barça viene dejando ciertas dudas sobre cómo mover al rival para que los espacios aparezcan. Sigue existiendo un miedo (a ratos incomprensible) ante la pérdida que exponga a un Barça que, con Koundé y Araujo, debería ser menos miedo. De ahí que nazcan circulaciones "parabrisas", de lado a lado, sin poder filtrar dentro. Con Ansu Fati siendo el relevo de Lewandowski, el FC Barcelona se queda sin el área ocupada y pierde amenaza, haciendo todavía más complicadas los centros de Raphinha.

La pregunta es sencilla. ¿Cómo sacar la mejor versión de los de arriba sin el polaco? Raphinha necesita de alguien que remate sus centros y el plan de partido parece no contar con que vaya al espacio, dejándole así en situaciones de 1x1 que suele resolver mal. Ansu jugando de 9 queda alejado de su zona de influencia y sus descensos para entrar en contacto debilitan la última línea. Lewandowski es la primera ficha del dominó, sin él el resto quedan en zonas muertas y cuesta que entren en dinámica positiva.

La lesión de Dembélé debe reformular lo que funcionaba en días importantes. El Barça de los cuatro centrocampistas existía porque Ousmane representaba el desborde de dos extremos en uno, una amenaza latente que permitía que el cuarto integrante pudiese tener más espacio dentro. ¿Repetirá Xavi la fórmula sin el ingrediente que la diferencia o buscará adaptarla de nuevo?