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El animal comunicativo que se esconde detrás de la butifarra de Joan Laporta en Arabia: "Tiene un gran dominio del relato"

El presidente azulgrana sacó a relucir sus dotes en el último encuentro con la prensa.

Joan Laporta, en conferencia de prensa. /@FCBarcelona_es
Joan Laporta, en conferencia de prensa. @FCBarcelona_es
Alex Pintanel

Alex Pintanel

Pasaba un minuto de las 10:00 horas de la mañana del martes. 87 periodistas acreditados abarrotando la sala de prensa de la Ciutat Esportiva. En las dos primeras filas, varios de los ejecutivos del club y núcleo fuerte de Joan Laporta: Enric Masip, Rafa Yuste, Xavi Puig, Elena Fort, Joan Soler, Deco, Bojan y Alejandro Echevarría. Después, los medios de comunicación. Todos esperando al presidente. La última vez que compareció en este mismo escenario fue el pasado mes de abril para ratificar a Xavi Hernández.

Alex Santos, el director de comunicación del club, daba el pistoletazo de salida. Laporta, situado en un atril y con una carpeta con papeles que finalmente no sacó, empezó un discurso de cerca de 25 minutos para explicar la controversia alrededor de todo lo sucedido con las inscripciones de Dani Olmo y Pau Víctor. La rueda de prensa duró cerca de dos horas. "Es una bestia comunicativa", cuenta a Relevo Agustín Rodríguez, periodista y consultor de comunicación.

"Sabe vender ilusión. Controla muy bien el escenario. Salió con una camisa azul, la corbata blaugrana y en un atril, lo que le permitió estar de pie, gesticular y mover los brazos y eso le favorece. Tiene muchísima fuerza comunicativa", continúa. "El discurso giró basándose en tres ejes, los socios y socias, el bolsillo y los ataques externos. Puso al socio en el centro del discurso hablando de la importancia de la entidad y el socio. Es una manera de acercarse a la masa que le apoyará. Es un signo de cercanía. En referencia al dinero, a la venta de los palcos VIP y para que la masa social lo apruebe, aprovecha para reconocer que si se quiere competir con los mejores se necesita dinero y, por lo tanto, se tienen que tomar estas decisiones para lograr los éxitos".

Laporta, en uno de los momentos de la rueda de prensa.

El presidente azulgrana tuvo tres conatos de lágrimas. Una de ellas cuando valoró el esfuerzo y la gestión de Flick y del vestuario en el caso Olmo. "Gestiona a la perfección los tempos. Su dominio de la escena es inapelable", reconoce el comunicador. "Siempre se muestra muy seguro en todo lo que dice", relata a este medio Verónica Fumanal, presidenta de la Asociación de Comunicación Política (ACOP) y directora de Comunicación de Pedro Sánchez como Secretario General del PSOE entre 2014 y 2016. "Cuando recibes ataques de fuera, tiendes a parapetarte en el poder. Laporta tiene un dominio muy bueno de los medios y el relato y por encima de la institucionalidad del presidente está la defensa del club", considera.

Este jueves, el principal líder de la oposición, Víctor Font, replicó las palabras del presidente en el programa El Món a RAC1 de Jordi Basté y valoró su discurso. "Ver al presidente del Barça con esta agresividad es lamentable. Era para dar información y prácticamente dio cero. Se dedicó a menospreciar a miles de barcelonistas. ¿Quién es Laporta para decir quién es barcelonista o no? ¿Los amigos son ahora los del Chiringuito o el Real Madrid?". Font disparó con bala, pero reconoció las dotes comunicativas del presidente. "Ya sabemos que tiene grandes capacidades comunicativas".

Los ataques a la prensa

A Joan Laporta no le gustan las críticas. "Las acepto", reconoce el presidente. En esta última conferencia de prensa, el máximo mandatario azulgrana pasó factura a los medios de comunicación que le juzgaron antes de dar explicaciones. "Es una manera que él considera de defenderse de unos medios que explican y alimentan bulos que van en contra del Barça y Laporta los coloca como protagonistas y líderes de esta supuesta conspiración e incluso sirve para certificar que los medios de Madrid son anticatalanes o anticulers. También lo hacía en su etapa en la política", subraya Agustín Rodríguez. "Incluso a veces hace un discurso victimista, con lo de los enemigos, la prensa anticatalana, los medios de Madrid, y eso le sirve para reafirmar unos argumentos que son históricos. Es lo que hacía el presidente Núñez.", reflexiona.

En el libro 'Las 48 leyes del poder' de Robert Greene, se explica que una de las virtudes para mantener el poder es controlar los tiempos. "Se notaba que hacía días que quería hablar. La mejor expresión es con la butifarra, pero ha sabido esperar el momento oportuno, favorecido también por el 2-5 de la Supercopa. Tiene la virtud de tener paciencia para contestar cuando él ha considerado que debía hacerlo y encima le ha beneficiado el éxito deportivo. Se la jugó, pero le salió bien. Si hubieran perdido, quizás hubiera sido distinto", argumentó Agustín Rodríguez.