Los amargos momentos de Edu en el Betis, los problemas con Lopera y una última llamada de Monchi: "Me ofreció mucho dinero"
El brasileño relata sus días más difíciles tras la grave lesión de su último año y el segundo intento del Sevilla para firmarlo.
No todo fueron momentos felices para Luis Eduardo Schmidt (Jaú, 1979) en el Betis. Si en la primera parte de la entrevista con Relevo, el brasileño se refirió a su llegada y sus posteriores noches mágicas de verdiblanca, Edu vivió situaciones complicadas en Heliópolis. Aquella lesión muscular que lo acabó poniendo en manos del doctor Sakari Orava en Finlandia fue el principio del fin de su etapa en el club verdiblanco. Las diferencias con Manuel Ruiz de Lopera se hicieron insalvables y acabó con el adiós al equipo con el que más se identificó en su carrera deportiva.
Hasta en esa despedida, Edu demostró su amor por las 13 barras. Monchi, entonces ya un afamado y exitoso director deportivo, volvió a intentar su fichaje, como había realizado años antes cuando su llegada a Heliópolis. "Me ofreció mucho dinero, pero no podía hacer eso después de lo que había representado para los béticos", relata el propio brasileño, con un emocionado mensaje que cambia su rostro, por el que asoman las lágrimas en varias ocasiones durante esta otra cara de su estancia en el Betis.
¿Tú momento más duro en el Betis fue con esa grave lesión muscular del último año?
Sí, yo creo que fue uno de los más difíciles que he tenido en mi vida, porque era conocedor de todos los problemas que tenía con mi renovación, con los problemas que tenía con Lopera. En este momento, no sé si se pone un poco celoso, porque la gran mayoría de la afición del Betis estaba conmigo pidiendo mi renovación, porque el año anterior había sido un año muy bonito también. En el total había marcado 14 goles, y cuando entro para mi último año sin la renovación, me acuerdo que tuve una propuesta importante de Villarreal, que pagaba un valor importante al Betis, y Lopera me dijo que yo me quedaría. Para mí no era un problema. Al revés, yo estaba feliz y contento en Sevilla. Mi familia también. No era un problema, aunque quizás hubiera tenido unas condiciones mejores económicas en el Villarreal, pero de verdad, todo lo que suponía estar con el Betis para mí era siempre un motivo de alegría. Entendí su posición, la posición del club, y dije, pues mira, si al final termino por no renovar, va a ser un año importante para mí, intentaré dar lo mejor, porque quizás pueda ser el último año con la camisa del Betis, como al final fue, ¿no? Pero no ha sido de la forma que yo quería, porque cuando tuve la lesión, no pensé que fuera tan importante. Me acuerdo también que hicimos de todo para poder volver antes. En 15 días teníamos el derbi en casa, y yo pensaba, tengo que recuperarme para jugar este partido, aunque al final no fue posible.
Recuerdo aquellos días con las idas y venidas con Tomás Calero. ¿Cuándo te enteraste de que te tenías que operar?
Tardé mucho en volver, y cuando lo hice, tuve la recaída jugando en la Copa del Rey. Marqué un gol, pero ya las sensaciones en mi pierna no eran muy buenas. Jugué pero siempre con un poquito de resquicio, porque a veces el muslo te daba alguna información que no era tan buena. La gente me decía que esto era de la fibrosis de la primera lesión, que al final no era nada, que no me preocupase. Y bueno, tú lo que quieres es estar en el campo, y en mi caso, pues más todavía. Entonces, cuando tuve la recaída, había decidido junto a Tomás Calero, que iba a venir a Brasil para desconectarme un poquito e intentar recuperarme antes para poder volver y jugar con el Betis. Entonces Tomás me dijo antes de que me fuera a Brasil que le dejase hacerme otra prueba y enviarla a un médico que era el mejor del mundo en temas de lesiones musculares. Entonces es cuando lo envía y el médico dice que tenía que operarme.
¿Qué sentiste cuando te transmitió esa noticia?
Fue un palo muy duro para mí, porque al final me paso casi toda la temporada fuera, de una temporada importante, de una temporada donde, como he dicho antes, no sabía si sería mi último año con esta camisa, y lamentablemente pude jugar poco, y terminé como yo no quería. Tuvimos un año 2004-2005 muy bueno, y después, años donde estuvimos infelizmente peleando en la parte baja de la clasificación, media-baja, y al final, pues con el equipo que teníamos, terminar con un descenso fue un palo muy duro. Muy pocas personas saben, quizás más de mi familia y los amigos más íntimos, pero cuando terminé el partido contra el Valladolid, yo me quedé para el examen antidoping, y me quedé ahí mucho tiempo. No lograba terminar de hacer el examen, y al final me salté al campo con todo ya vacío, con todo oscuro, y me puse en ese centro de campo y empecé a revivir todo lo que he pasado con el club, y sabedor de que difícilmente me quedaría, no por el simple hecho del equipo haber descendido, no, no, no, porque yo tenía y tengo mucho amor por este club, pero simplemente por la mala relación que tenía con Lopera. Yo sabía que difícilmente seguiría y me puse a llorar porque, como he dicho antes, yo he vivido momentos muy buenos, pero también supe estar y tuve equilibrio para saber llevar lo duro que ha sido pasar momentos difíciles con el Betis. Recuerdo que muchas veces la gente ya tomaba un poco como cachondeo al Betis, mira ahora se vende a un jeque, que si el busto del Lopera en la grada... Cosas que al final no terminaban de hacer bien para el club, ni para nosotros futbolistas, ni para la afición, y no ha sido bueno.
¿Quién te ayudó en esos duros momentos?
Vivirlo con mi familia. Cuando yo salí de Sevilla, mi mujer se quedó todavía para hacer el trámite de la mudanza y todos nosotros estuvimos llorando. Al final teníamos mucho amor, mucho cariño por todo lo que representaba y lo que representa este club para mí. El Betis representa mucho, mucho en mi vida. Y, bueno, como he dicho antes, al final te quedas con el cariño y el agradecimiento de que, después de mucho tiempo, la afición del Betis sigue teniendo conmigo. La experiencia del año pasado de la ovación que he tenido con el estadio lleno en la despedida de Joaquín, en la fiesta de Joaquín, para mí, me da la sensación de que todo lo que he hecho realmente ha merecido la pena y haría todo otra vez por este club.
¿Qué fue lo más que te dolió por parte de Lopera? ¿Los esfuerzos que tú habías realizado en el Betis o los problemas que puso cuando tuviste que operarte?
Sí, porque al final cuando tuve que tomar la decisión muy dura de venir a Brasil o de operarme en Finlandia, pues yo quería hacerlo y estar en buenas condiciones para jugar con el Betis. Y al final Lopera no me paga ni el viaje ni la operación. Y eso fue muy duro para mí porque yo me he lesionado defendiendo estos colores. Es impensable que hoy pase esto en el fútbol profesional. Es impensable. Entonces yo me pagué de mi bolsillo el viaje, la cirugía, una cirugía que fue indicada por el médico del club. Entonces, ¿cómo puedes? Después miras hacia atrás y dices, pues mira, he vivido un momento especial que ha sido ganar la Copa, jugar Champions, he sido protagonista en este club, he intentado dar lo mejor de mí. En los momentos malos, me acuerdo que cuando salimos para Santander, él vino hacia mí y me dijo: 'Vamos, que tú puedes'. Y después cuando termina el partido, fui a verlo en su casa y le dije: 'Mira, no te preocupes, yo no te vengo a pedir un céntimo más, pero te vengo a pedir que organices mejor el club, que hagas buenos fichajes, que nos des buenas condiciones de estar jugando y pelear para poner este equipo donde tiene que estar, que es en la mejor posición posible, en pelear por cosas importantes, no pelear por simplemente no descender'. Entonces, fue de los momentos más difíciles que he vivido con el Betis, porque es impensable, es impensable que hoy se lesione por ejemplo Isco, e Isco tiene que ir a Alemania y tenga que pagar de su bolsillo una lesión que ha ocurrido con el club. Es impensable. Y esto era un detalle, por ser mi último año de contrato y sin saber si iba a renovar o no, como futbolista que durante cuatro años había dado todo para este club.
¿Tú hubieras seguido en el Betis pese al descenso?
Mira, yo, cuando la gente me pregunta muchas veces, digo que yo sé separar lo que es la gestión del club en aquel momento de la grada. Sólo tengo palabras de gratitud, de todo el amor, de todo el cariño, pero yo lo siento mucho porque en mi cabeza sabía que podría haber seguido en el equipo, en el Betis, aunque estuviera en Segunda, en Tercera, en Segunda B, no pasa nada, pero sabía que podría haber seguido y continuar escribiendo una historia aún más bonita con el Betis, terminarla de una mejor forma, y no fue posible, lamentablemente.
Tú viviste en primera persona aquellos años con Lopera al frente. ¿Te dio rabia que no hiciera crecer más al Betis?
Sí, yo he sido una persona que siempre ha sido muy directa, y muchas veces yo le decía o no entendía muchas veces cómo nos visitaba muchas veces en el hotel, en la concentración... Es verdad que tenía su manera peculiar, muchas cosas positivas, pero otras no, nos ofrecía primas importantes por ganar un partido, pero a la vez no teníamos estructuras para trabajar bien o para recuperarse de una lesión. En mi cabeza decía 'yo prefiero no ganar una prima como ésta y que la invierta en buenas estructuras de trabajo, en buenos campos'. En todo lo que es hoy, por ejemplo. Entonces, muchas veces no entendía, al final el dinero no lo es todo. Una buena gestión, buenas estructuras, que las personas que vayan al club estén felices, estén contentos, porque al final eso va a jugar a favor de que el ambiente esté mejor, de que el ambiente esté bueno para trabajar. Eso es siempre lo que yo he pensado.
Por lo que cuentas te quedó una espina clavada en el Betis. ¿Piensas que algún día podrás volver al club en otro puesto?
No sé, yo sigo queriendo mucho al Betis, y eso está claro y la gente lo sabe. Hoy tengo una agencia, trabajo en el fútbol, si yo en un futuro próximo de alguna manera puedo ayudar al Betis, pues estaré encantado de la vida, porque yo soy un aficionado al Betis, sigo los partidos del Betis. Entonces para mí sería una alegría, y si no, pues seguiré siempre como un aficionado más, queriendo que el Betis esté peleando por cosas importantes.
En la última etapa de Lorenzo Serra Ferrer sí estuviste a punto de entrar en el área deportiva. ¿Qué ocurrió en ese momento?
No sé si hubo opciones reales... Pensaba que sí, al final no pudo ser, no sé por qué. Estuve buena parte de la pretemporada de aquel año con él, con Alexis, opinando de futbolistas, de fichajes, de lo que estaba haciendo el equipo en pretemporada. Me acuerdo que uno de los primeros partidos fue contra el Córdoba, y tengo todo apuntado porque hice un resumen de los partidos que vi en aquella pretemporada con el Betis. La gente se enfada porque pierde 1-0 con el Córdoba, no sé si te acuerdas, pero sí, ahí estaba yo, y digo, pues mira, está empezando la pretemporada, está empezando un nuevo trabajo, un nuevo entrenador, y hubo cosas importantes. Algunos canteranos que entraron me gustaron, como Róber, y al final me acuerdo de uno que apunté y dije: "Este futbolista tiene buenas cosas, tiene buenas zancadas, tiene buen golpeo'. Al final el futbolista lo vende al Nápoles por, no sé cuánto, 30 millones. Fabián, sí, y tengo todo apuntado aquí cuando digo, mira, al final, yo creo que algo de fútbol entiendo también. Puedo equivocarme, pero... Y mira lo importante que ha sido Fabián, lo importante que es hoy por hoy en el equipo que está, en la Selección española. Pero no sé, al final, lo que ha pasado. Yo me acuerdo que a veces el presidente me miraba y me decía: 'Oye, que al final, ¿cuándo estarás con nosotros?' Le respondía: 'Depende de vosotros, ¿no?' Si al final no pudo ser, pues así tendría que ser. Pero como he dicho antes, como aficionado del Betis, seguiré desde Brasil, desde donde sea, queriendo que el club esté bien.
¿Qué te dio más rabia, salir así del Betis o no haber jugado más con la selección brasileña?
Es una pregunta difícil. Yo nunca he entendido también muchas veces por qué no he vuelto a jugar con la selección. Con las cosas buenas que hice con el Celta y con el Betis. No sé, tampoco ha podido ser. Cuando llegué a España, yo había hecho una Juegos muy buenos con Brasil. Después se fue Wanderlei, que era el entrenador, y no tuve más oportunidades. Pensar que hoy por hoy, si tú eres un jugador destacado de un Celta de Vigo, de un Betis, que gana un título y que logra jugar una Champions, creo que sería impensable que al final no pudiera tener una oportunidad con su selección. Pero es una pregunta muy difícil. Yo peleé mucho para que el Betis no bajara. Tú lo sabes, tú viviste el día a día nuestro ahí. Tú conoces mi carácter. Y al final, cuando me marché, ya es un dolor increíble marchar del Betis, porque no quería, no pensaba que eso iba a pasar. Y marchar con el equipo descendido fue muy duro. Es una de las cosas más difíciles que he vivido en mi carrera deportiva. Con el Celta pasó también, pero el Celta quería hacer caja, quería venderme. Cuando yo entré para la última temporada con el Betis, aparte del Villarreal, estaban interesados el Tottenham de Juande Ramos, el Atlético de Madrid que me quería, el Borussia Dortmund otra vez... Y al final yo dije que si tenía que quedarme, yo lo haría lo mejor posible. Y si al final no renuevo, pues me voy a otro equipo. Y la vida que sigue.
Pero... (Edu interrumpe).
Cuando yo llegué de mi operación, otra cosa que la gente no sabe, Monchi quería tener una reunión conmigo. Seis meses antes tú puedes hacer ya un precontrato con otro equipo. Entonces, cuando pasa eso, Monchi me llama y me ofreció tres años de contrato, y yo todavía estaba con una lesión seria. Y piensas tú, joder, tío, el Sevilla, que es rival principal del Betis, me hace una propuesta de tres años, yo lesionado, y el Betis no termina de hacerme, no termina de llamarme y de tratarme como me tiene que tratar. Fue duro. Rechacé la oferta de Sevilla, que pagaba muchísimo. Tú sabes cómo era Sevilla en aquel momento, en aquella época. Pero si volviera a pasar, yo creo que la decisión, creo no, estoy seguro, la decisión sería la misma. No podría después de representar lo que había representado en este club, cambiarme de sitio e irme al rival. Pero para un futbolista que completaba 30 años y tenía una oferta como aquella no era una situación sencilla.