El 'all-in' de Chen en el Espanyol se basa en un préstamo, la venta de Joan García, una ampliación de capital... Y "rezar" los domingos

A menos de un mes para que se celebre la Junta General de Accionistas en el Espanyol, como siempre con el mensaje telemático de Chen Yansheng a 11.000 kilómetros de distancia, es momento de conocer la fotografía que imagina el presidente y propietario de Rastar Group para su Espanyol desde que se hiciera con el control del club en 2016. Las noticias se fueron sucediendo a cuentagotas los últimos días: primero, que la ampliación de capital determinante para reflotar la economía perica se realizará en la parte final de la temporada; después, como avanzó AS, que de nuevo las pérdidas del curso ascendían a más de lo estipulado; y, por último y como es habitual en los últimos años, Playbook ha desgranado con más precisión la hoja de ruta del presidente para que el Espanyol vuelva a ser un club sostenible económicamente.

El portal desvela primero que Rastar Group concedió un préstamo de 40 millones con tal de poder tener caja esta campaña. El callejón sin salida en el que se encontraban las cuentas -con pérdidas de 67 millones desde 2020- ha provocado que la entidad tenga el segundo límite salarial más bajo del campeonato (ocho millones) después de una serie de acontecimientos que han ido mermando los ingresos pese a las ventas el verano pasado de jugadores importantes como César Montes, Sergi Darder, Koleosho o Simo.

El Espanyol ha sufrido dos descensos en tres años, y no solo se resintió esas campañas, sino que ha perdido ingresos en los derechos de TV al perder rendimiento deportivo, vio cómo su acuerdo con Stage Front fue un fiasco (presentó una denuncia reclamando siete millones), con Riviera Maya también hay impagos y litigios y el club gasta más de lo que ingresa... Hasta Dani Sánchez Llibre ha tenido que acordar de nuevo el patrocinio de la camiseta.

Llegados a este punto, el entorno blanquiazul se muestra "preocupado" por la situación teniendo en cuenta que el primer equipo está en zona de descenso y, por lo visto en estas primeras 11 jornadas, el nivel de la plantilla es muy justo para mantener la categoría y en el mercado de invierno no hay opciones de reforzarse. Chen, que el pasado mes de junio negoció sin éxito la venta de la entidad, se ha marcado un 'all-in' que le puede salir bien y ganar tiempo (o vender) o perderlo casi todo.

El plan del presidente, que ya ha inyectado 167 millones desde que llegó, se basa primero en esa línea de crédito para salvar la temporada. Como explica Playbook, "Rastar reconvirtió una línea de 18 millones en un préstamo participativo de 40, que computa a efectos de patrimonio neto en este cálculo". Después de obtener esa ayuda, el siguiente paso es realizar la ampliación de capital para poder alcanzar el margen de 1:1 en el límite salarial. Será la cuarta del presidente desde que llegó, aunque el rendimiento deportivo ha ido a menos y no a más, por lo que se trata de ampliaciones para rescatar la entidad de una situación económica compleja pero nunca de potenciarla deportivamente.

"Por mucho que digan que no hay riesgo de liquidación, la realidad es que los fondos propios son inferiores a la mitad del capital social, y no se ha querido hacer una ampliación de capital, que además ayudaría en el límite salarial", explica la fuente, aunque desde la entidad insisten en que, debido a la normativa de LaLiga, hacer la ampliación en esta fecha de diciembre no hubiera repercutido el límite. "Siempre que se ha hecho, en cualquier club, el límite ha aumentado", replica.

Tras la ampliación, se debe producir una venta por valor de unos 15 millones de euros. Y en la actual plantilla solo hay un jugador con ese cartel, que es el guardameta Joan García. Con una cláusula de 30 millones, y siendo una de las revelaciones del campeonato y en la prelista de Luis de la Fuente, el de Sallent es la venta que necesita el club para continuar con su plan de este verano y cumplir los presupuestos. Hay hasta 16 jugadores, entre cedidos y contratados, que finalizan contrato, por lo que la tarea de la dirección deportiva será esencial. Casos como el de Javi Puado pueden suponer otra oportunidad perdida, un canterano más sin dejar un euro en la caja y por la puerta de atrás. Las negociaciones siguen detenidas a la espera de acontecimientos.

Pero, todo ello, dependerá de lo más importante, que el Espanyol mantenga la categoría. Algo que deberá conseguir con una plantilla en la que apenas se han invertido 500.000 euros en fichajes y con una descapitalización de la cantera hace un verano con las ventas de dos jugadores con progresión como Simo y Koleosho. "Este 'all-in' requiere rezar cada domingo", explica uno de los actores más críticos con la gestión de Chen y que conoce al dedillo los números del club.

"En el fondo el problema es de gestión económica. Por no hablar de una muy mala gestión deportiva que ha empobrecido el patrimonio sobre el césped. Lo curioso es que Rastar ha invertido, aportado y prestado una barbaridad de dinero y todo combinado provoca que los activos se vayan devaluando. O se realiza un cambio estructural en el Consejo con nuevos responsables que puedan liderar un cambio o bien un traspaso de propiedad. Mientras tanto, esto es una opción superarriesgada de Rastar; solo que una de las apuestas salga mal (no permanencia, venta de Joan por debajo, desvío en el presupuesto) puede afectar a la viabilidad del club", añade la misma fuente.

Un descenso haría saltar por los aires todo lo otro porque el Espanyol debería montar un equipo prácticamente de cero, con un filial en Segunda Federación, y con una ampliación de capital y una venta de Joan García que, eso sí, le daría recursos para hacerlo. Aunque todo ello con la duda de la gestión eficiente de las personas que han liderado la entidad desde los últimos años, con los resultados deportivos y económicos cosechados, que han llevado a la entidad a sumergirse en uno de los peores momentos de su historia. En siete meses, el futuro del Espanyol y la apuesta de riesgo de Chen saldrá de dudas. O todo o nada. Y, al final, como ocurre en el fútbol, dependerá más bien de lo que ocurra los domingos. O ir a misa para luego ver el fútbol.