La alegría del Alavés contra la depresión del Sevilla: vuelven las sonrisas... y los fantasmas

Como una DANA. Así pasó por encima el Alavés sobre el Sevilla. Mendizorroza fue testigo. Los locales superaron a base de intensidad y empuje a un equipo totalmente desquiciado. Con una alineación sorprendente, los de García Pimienta cayeron claramente ante un rival directo. Porque el objetivo, por lo visto en las primeras jornadas, es la permanencia en la máxima categoría.

El Alavés de Luis García Plaza fue fiel a su estilo. Comandados por Carlos Vicente, el empuje y la intensidad fue constante. Desde el primer minuto. Y así, ante una defensa que hacía aguas y con Isaac lesionado, el asedio comenzó. El propio extremo fue el autor del primer gol, al cuarto de hora. Un centro y un remate del zaragozano, ante el cual pudo hacer más Nyland -y toda la zaga-, marcó el camino de los babazorros. Le anularon otro tanto, obra de Stoichkov, por fuera de juego previo, pero la superioridad era notable.

Aunque no tan notable como para que García Pimienta moviera el banquillo al descanso. Y lo pagó caro. La segunda mitad la condujo el mismo guion que en la primera parte, aunque es cierto que el cansancio le hizo mella al Alavés. Sin embargo, el Sevilla seguía sin ser capaz de generar juego. Sin peligro, sin poner en aprietos a los babazorros... y con unos errores individuales que acabaron matándole. No hay nada más antiguo en el fútbol que aquello de 'a gol fallado, gol recibido'. Justamente eso lo sufrió el conjunto nervionense.

Un buen centro de Lukebakio lo remató Saúl... que erró una ocasión muy clara. Prácticamente sin tiempo para lamentarse, el Sevilla vio cómo Carlos Vicente birló a su defensa con gran facilidad y puso un balón que, con algo de fortuna, acabó en la pierna de Carlos Martín. El canterano del Atlético de Madrid no perdonó y sentenció el partido.

Sólo Lukebakio, el mejor de los suyos, hizo temblar al Alavés, con un gran gol tras pase de Saúl Ñíguez. Sin embargo, nada más cambió en un partido que mostró la realidad actual del Sevilla: su lucha pasa por amarrar la permanencia... y esperar acontecimientos. Los fantasmas, de nuevo, en Nervión. Las sonrisas, merecidas, en Mendizorroza.

Alavés: Sivera; Tenaglia, Abqar, Sedlar, Manu Sánchez; Carlos Vicente, Jordán, Guevara (Blanco), Carlos Martín ; Stoichkov, Toni Martínez (Kike García).

Sevilla: Nyland; Carmona, Nianzou (Badé), Kike Salas, Pedrosa (Barco); Agoumé (Ejuke), Sow (Gudelj), Saúl; Lukebakio, Isaac (Iheanacho), Peque.

Goles: 1-0 (Carlos Vicente, 17'), 2-0 (Carlos Martín, 60'), 2-1 (Lukebakio, 83').

Árbitro: Alberola Rojas. Del Cerro Grande (VAR). Amonestó con amarilla a: Saul, Pedrosa, Badé, Guridi y Kike Salas.