Adrián, Doblas y la figura del portero en el fútbol del siglo XXI
Los dos metas béticos participaron en la VI FSI Conference on High Performance in Football junto a Luis Llopis.
La figura del portero ha adquirido una nueva dimensión en el fútbol. "Sólo con parar no vale, aunque sea lo más importante", sentenció Luis Llopis, preparador de porteros del Real Madrid en un coloquio que mantuvo junto a Adrián San Miguel y Toni Doblas en el VI FSI Conference on High Performance in Football celebrado en el estadio del Betis este pasado fin de semana. "Han cambiado los patrones de juego y esto invita a cambiar también los entrenamientos", añadió el especialista, que contó con el apoyo de los dos metas béticos para analizar cómo ha cambiado el trabajo en torno a la portería.
También sirvió la charla para que Adrián hiciera autocrítica. Ese gol encajado ante el Celje todavía estaba en la mente del meta. "Muchos aficionados piensan que no pude hacer más, pero quizá sí lo podría haber hecho para estar más cerca del balón. Mi caída es hacia atrás y el cuerpo lo tengo balanceado. Quizá tampoco hubiera llegado…", reconoció Adrián. La jugada parte también de una mala acción defensiva colectiva. Ni se presiona al poseedor del balón ni la zaga tira el fuera de juego correctamente, pero el portero bético no cumplió con una de las máximas de Llopis, al retroceder hacia la línea de portería. "Si se queda quieto, ese gol no se lo meten. Si está frenado tiene capacidad para reaccionar. Pero esto es un juego, con errores y aciertos", indicó el experimentado preparador. "Se hace pequeño yéndose hacia atrás", apostilló Doblas, que repasa con sus porteros todas las acciones de un partido.
"Lo más importante para parar es la frenada y el equilibrio corporal. Es la clave del éxito en la fase defensiva", había señalado Llopis apoyándose en imágenes que servía como ejemplos de cómo debe actuar un portero. Pero también el fútbol ha cambiado y hoy se exige que también los metas participen en la fase ofensiva. "Se debe mejorar el juego del portero para mejorar el juego del equipo. Se debe tener, además, un gran conocimiento del juego para participar sin balón", señaló Llopis, que prepara los ejercicios de los entrenamientos para adaptarse a esa nueva realidad. "El entrenador de porteros tiene que conocer a su entrenador principal pero también adaptarse a él", añadió ante los diferentes estilos de juego.
"El 85% del trabajo de un portero es en fase ofensiva, aunque las 5-6 que tenga en la defensiva son claves", señaló Doblas, que explicó cómo plantea su trabajo en el día a día del Betis. "Trabajamos la técnica en la fase defensiva, pero también la ofensiva. Antes era darle hacia arriba al balón y ahora es buscar al tercer hombre, al libre… Ahora tienes que convencer a tus porteros, que están muy preparados y te van a buscar las cosquillas", añadió el preparador bético, que también considera clave trabajar en consonancia con el primer entrenador.
También se detuvo Doblas en la figura de Rui Silva, que se ha asentado este año como el portero de LaLiga del equipo bético. "Antes de llegar al Betis jugaba de manera diferente y aquí le dije unos ítems que debía cambiar. No debía jugar en la línea para llegar a coberturas; en el juego con el pie se le iba a exigir más (ha mejorado un 15%); y también debía saber el escenario en el que iba a estar. Un portero del Betis que juega ante 55.000 personas tiene que transmitir, ser un líder y tener personalidad. Me enorgullece que ahora sea el segundo portero de Portugal", expuso sobre esa mejoría del luso.
Precisamente, la tercera pata del coloquio era Adrián San Miguel, que ha regresado al Betis esta campaña y, por ahora, es el elegido para disputar la Conference League. "La posición de portero es la que más ha evolucionado, al igual que el entrenador de porteros. Te tienes que adaptar al entrenador y al estilo de juego. Yo llegué al West Ham desde el Betis y era distinto; luego cuando fui al Liverpool también era diferente", expuso sobre su caso particular que servía para clarificar cómo se ha transformado la labor del portero, una figura distinta en el fútbol de los últimos tiempos y que obliga también a una preparación más especializada.