Acumulación de tarjetas amarillas: cuándo se pierde un partido por amarilla en Champions, Liga y Eurocopa
Los jugadores deben afrontar un encuentro de sanción en caso de acumular cartulinas.

Las cartulinas amarillas son un dolor de cabeza cada temporada para entrenadores y jugadores. En ocasiones son utilizadas como un recurso más positivo que negativo: parar un contragolpe, ganar unos segundos al reloj cuando el equipo más lo necesita, frenar al rival cuando hay una situación de superioridad... En otras, acaba siendo un castigo: las vistas con pocos minutos en el reloj, cuando se acumulan, por protestas absurdas...
Al final se quedan en anécdotas hasta que la suma de ellas equivale a un partido de sanción que llega cuando menos se lo esperan los jugadores y sus equipos. ¿Pero cuándo llega el castigo? Hay diferentes supuestos en función de las competiciones...
Cuántas tarjetas amarillas puede acumular un jugador
Un jugador puede acumular un número ilimitado de tarjetas en una competición, que no va a temer por su expulsión. Eso sí, al alcanzar un número determinado de amonestaciones será castigado con un partido de suspensión.
En Primera y Segunda División, un futbolista no jugará la siguiente jornada cuando vea la quinta cartulina amarilla. Una vez cumpla su castigo, tendrá que ver otras cinco amonestaciones (un total de 10) para ser castigado de nuevo con un único partido. De nuevo se repite con 15, después con 20... La suma de varias sanciones no implica una pena mayor, siempre es un partido. Otra cosa son las cartulinas rojas.
En la Copa del Rey, un jugador cumplirá ciclo de amonestaciones si ve a lo largo del torneo tres cartulinas amarillas, aunque se limpian tras la disputa de los cuartos de final.
En Champions, Eurocopa y Conference League, la tercera amarilla tiene castigo antes de la fase de grupos, así como la quinta, la séptima o cualquier cifra impar: un partido de sanción. Después, una vez da comienzo la mencionada fase de grupos, se repite el mismo procedimiento, con todos los jugadores comenzando de cero. Se limpian al acabar los cuartos de final.
¿Cómo se acumulan las amarillas cuando hay roja por doble amonestación?
La respuesta es que no se acumulan. Si un jugador tiene tres amarillas en Liga en su cuenta particular y ve otras dos, sería expulsado y sumaría cinco. Es decir, que debería cumplir un partido de sanción por cinco amarillas y otro por la roja. Pero no, porque esas dos amarillas se transforman únicamente en una roja, por lo que el futbolista en cuestión se quedaría con tres amonestaciones en el casillero y la sanción pertinente por haber sido expulsado.
¿Se puede trasladar la sanción por tarjetas a otra competición nacional?
Sí, pero no por amarillas ni acumulación de tarjetas. Un jugador sancionado en Liga no quedará castigado en Copa y viceversa. Solo hay excepción con las cartulinas rojas. Un jugador debe cumplir la sanción correspondiente en un partido de la misma competición, a excepción de que esta sea considerada grave, de cuatro partidos o más. Y, entonces, se ejecutará para los siguientes partidos nacionales del equipo en cuestión.
¿Se puede trasladar la acumulación de tarjetas a una competición europea o internacional?
No. Nunca una sanción de Liga o Copa se arrastrará a una competición europea. Otro asunto es que se trate de una sanción internacional por dopaje o comportamiento inadecuado y entonces el futbolista tenga que asumir una inhabilitación que no le permita competir al máximo nivel por un período determinado de tiempo.
Otra duda razonable es si una sanción en Champions se pasa a la Europa League en el frecuente caso de cambio de competición en una misma temporada por quedar tercero en la fase de grupos. En ese caso, sí se pasa la sanción. No de una temporada a otra, cuando desaparecen independientemente del torneo.
Cuándo se pierde un jugador un partido por amarillas
En Liga, al llegar a la quinta amarilla. Después, al sumar otras cinco y así sucesivamente. En competición europea, al llegar a tres y después en las cifras impares. En Copa del Rey, con tres cartulinas.
Cuándo caducan las tarjetas amarillas: ¿se puede seguir dando el caso Cheryshev?
El ciclo de amonestaciones no es eterno y ha ido cambiando con el paso de los años. Ahora, las competiciones tienden a proteger a los futbolistas de cara a las rondas finales.
En Liga, no existe la protección de cara a las últimas jornadas. Y desaparecerá de una temporada a otra. Un jugador que vea la quinta amarilla en la Jornada 38 no estará sancionado en la Jornada 1 de la siguiente temporada, en una norma que cambió en el año 2019.
La Copa del Rey sí que cuenta con una ventana de protección. Las cartulinas se limpiarán tras la conclusión de los cuartos de final. ¿Quiere decir esto que si un jugador ve su tercera amarilla en cuartos no se pierde las semis? No. Sí que deberá cumplir su sanción. A partir de ahí, las amarillas vistas en ida de semifinales, vuelta de semifinales y final ya no computarán, de tal modo que si un futbolista lleva dos amarillas en su casillero, ya no podrá perderse un partido por sanción a no ser que sea expulsado.
Y de una temporada a otra también se limpiarán. ¿Esto implica que ya no se puede repetir el caso Cheryshev? Sí y no. El ruso vio la tercera amarilla en la vuelta de semifinales de la temporada anterior y, en ese momento (2016), sí se arrastraban los ciclos de tarjetas de un año a otro. Ahora ya no ocurre. Pero si el mencionado Cheryshev hubiera sido expulsado en vez de ver su tercera cartulina, entonces sí que debería haberla cumplido en su momento y también en la actualidad.
¿Se puede forzar una tarjeta amarilla?
Otro supuesto más que habitual (aunque cada vez menos) es ver a un futbolista forzando a propósito una cartulina amarilla para cumplir el ciclo de tarjetas cuando a él y a su equipo les interesa. Esto era carne del día a día hace años, hasta que las competiciones decidieron intervenir en busca del fair play.
UEFA, por ejemplo, lo prohíbe en el artículo 15.1 del Reglamento de Disciplina: "Sanción de dos partidos de suspensión para el jugador que fuerza una tarjeta amarilla de forma intencionada". El Código Disciplinario de la RFEF también recoge un castigo extra: un partido adicional de suspensión y una multa de 600 euros.