Un madridista y un rojiblanco se citan en México: "Me da envidia que haya podido ganar ya un título"

Casi 10.000 kilómetros separan a Álvaro Fidalgo y a Paulino de la Fuente de su familia y amigos. El primero es canterano del Real Madrid; el segundo, del Atlético de Madrid, entre otros. Ahora, ambos militan en la Liga BBVA (México), en el Club América y Pachuca respectivamente. Este fin de semana, en la madrugada del sábado al domingo (2:05 horas), los dos españoles protagonizarán uno de los enfrentamientos más esperados de la competición . "No es fácil irte tan lejos. Ves a tu familia cada seis meses y eso es lo que más se echa de menos", reconocen ambos a Relevo.

Fidalgo (1997) estuvo cerca de diez años en el Real Madrid: empezó en el Cadete A en la temporada 2012/13 y abandonó La Fábrica en verano de 2020, después de tres cursos en el Castilla. Allí, en el primer filial, coincidió con futbolistas como Fede Valverde, Martin Ødegaard, Raúl de Tomás o Lucas Torró. En el banquillo, Solari se convirtió en su 'padrino futbolístico' y, con el argentino al frente, el español desplegó su mejor fútbol.

"Cuando llegué al Castilla, Fede se fue cedido al Deportivo de la Coruña, igual que Ødegaard, pero a ambos se les veía diferente al resto, jugadores de clase mundial. Es algo que se detecta rápido: un control, un disparo... La diferencia está ahí. Fede, físicamente, podía entrenar al 50% y con eso le bastaba. Lo tenía todo para ser jugador del Madrid", señala Fidalgo, sobre el futbolista uruguayo. A Álvaro le tocó salir cedido al Rayo Majadahonda, con el propósito de sumar minutos y adquirir un protagonismo mayor. Después, volvió a La Fábrica: "Mi etapa en el Castilla fueron años de muchísimo crecimiento, aprendes a ser mejor futbolísticamente y también personalmente. El mejor año creo que fue en el que jugamos el playoff de ascenso. Nos eliminó el Cartagena, pero fue una experiencia increíble, sobre todo por el vestuario".

En el Castilla, Álvaro mostró sus credenciales y despertó el interés de varios equipos de LaLiga SmartBank. Terminó fichando por el Castellón, pero la inadaptación al sistema y la falta de minutos desembocaron en el inicio de una aventura exótica que todavía continúa.

Seis meses después de concretar su llegada al Castellón, Solari volvió a entrar en escena en enero de 2021: Fidalgo se convirtió en petición expresa del técnico argentino para reforzar el centro del campo del América. En febrero de ese mismo año, el equipo mexicano oficializó la llegada del futbolista español, que coincidió en el Estadio Azteca con viejos conocidos como Giovani dos Santos, Guillermo Ochoa o Roger Martínez, todos ellos con pasado en LaLiga Santander. "Coincidí por primera vez con Solari en el Juvenil A. Siempre me transmitió confianza y me ayudó mucho. En un momento en el que nadie confiaba en mí, él lo hizo. Fue clave para que llegase al América. Gracias a él, revertí la situación y le estoy muy agradecido". Además, añade: "El vestuario y Solari, cuando llegué, me lo pusieron muy fácil. Las figuras de peso, Ochoa, Gio dos Santos y alguno más, me ayudaron mucho también. Me adapté rápido y me hicieron entender lo que era el Club América".

Su llegada a la Liga mexicana estuvo marcada por las críticas: Fidalgo aterrizó en el Estadio Azteca procedente del Castellón, un equipo de Segunda División en el que había dispuesto de un rol residual: "No había mucha confianza en mi fichaje, en un principio, por parte de la afición. El América está acostumbrado a fichar jugadores de nombre y a mí no me conocía nadie. Los medios de comunicación generaron también polémica por el hecho de llegar de un equipo de Segunda División. A día de hoy, muchos periodistas y analistas se han disculpado por las críticas a mi fichaje. A modo de anécdota, Hristo Stoichkov dijo, cuando llegué, que no iba a jugar ni cinco partidos en la Liga MX. Nunca me han importado las críticas, con trabajo y pasión las cosas siempre terminan cambiado".

Dos años después de su llegada, Fidalgo ha encontrado en la Liga mexicana la felicidad y la tranquilidad necesaria para desplegar su mejor fútbol; ese que le llevó a liderar al Castilla y que le ha permitido convertirse en uno de los jugadores más queridos por la afición azulcrema. "Valoro mucho que la afición sea crítica cuando las cosas van mal, porque eso te hace querer ser mejor y te impide relajarte. Cuando las críticas son constructivas, escucho todo lo que la afición opina. Están ahí cuando las cosas van mal y también cuando van bien. Sentirse querido, valorado y ver ese cariño diario te hace querer devolvérselo todo. Ojalá con un título. Después de dos años, si me voy del América sin ningún título, sería un fracaso personal increíble", reconoce el asturiano. Pese a la rumorología que le situaba de vuelta al escaparate europeo, el centrocampista español renovó con el América hasta 2026.

Algo similar le está pasando a Paulino de la Fuente (1997). El canterano del Bansander pasó por las categorías inferiores de equipos como el Inter de Milán, el Atlético de Madrid o el Alavés, con el que consiguió el ascenso a Segunda B y el debut en Primera División en Balaídos. "El Bansander, de Cantabria, me ayudó desde el inicio; es un club muy pequeño que poca gente conoce. El Inter, por la edad, ha sido la mejor experiencia que he vivido. Era un niño, estuve casi tres años, desde los 16 hasta los 19, e hice muchísimos amigos. En el Atlético me tocó luchar mucho por el tema de las lesiones, algo habitual en el fútbol, pero en el Alavés fue todo hacia arriba", señala.

Sus primeros pasos como profesional los dio en la UD Logroñés y en el Málaga. En la Costa del Sol, Paulino de la Fuente se erigió como uno de los futbolistas con mayor potencial, en términos de edad y condiciones, de LaLiga SmartBank. "Su primera vuelta fue muy buena, de los mejores de la categoría; en la segunda, algunas lesiones cortaron esa progresión", afirman desde su entorno.

En verano de 2022, Paulino de la Fuente abonó su cláusula de salida del Málaga e hizo las maletas para emprender un nuevo viaje: Pachuca, su destino. "No me costó mucho tomar la decisión de marcharme a México. En cuanto hablé con el presidente, me trasladaron el interés a través de llamadas y cariño. Era una liga que no conocíamos, pero sabíamos que a otros españoles les había ido bien aquí. Fueron muy claros conmigo, también con mi familia, y no dudé en ningún momento. No es fácil irte tan lejos y que te hagan sentir como en casa, que fue lo que el presidente y Almada, el entrenador, hicieron conmigo".

A las órdenes de Guillermo Almada, uno de los mejores técnicos de la competición, el santanderino ha crecido y madurado a pasos agigantados. En octubre de ese mismo año, 'Pau' tomó el testigo de Marc Crosas, último español en ganar la Liga mexicana (Clausura 2012), y tocó metal con la camiseta de los Tuzos, que se proclamaron campeones del Apertura 2022 tras imponerse a la Toluca de Nacho Ambriz, exentrenador del Huesca. Además, se unió al selecto club de los nacidos en España que han conseguido alzar la Liga MX, junto a nombres como Isidro Lángara (1944/45), Joaquín Urquiaga (1946/47) o Benito Pardo (1978/79).

La principal diferencia entre el fútbol español y el mexicano reside en la altura. Mientras en España se juega a cero metros de altura y las temperaturas no suelen condicionar la práctica deportiva, al otro lado del charco la situación es completamente distinta. "El tema de la altitud complica la adaptación a México. Los entrenamientos son diferentes y cuando lo vives te das cuenta. No estamos acostumbrados a jugar con altura, pero aquí hay casi 2.400 metros. Eso sí, el club me ha tratado muy bien, igual que el cuerpo técnico, con mucha paciencia y preocupándose por mí siempre. Aquí he conseguido sacar mi mejor versión y el título ayudó a que se consagrase todo. Ha sido todo espectacular. Fueron cuatro o cinco meses perfectos". Ahora, Paulino ultima su recuperación tras una lesión que le ha tenido apartado de los terrenos de juego un par de semanas.

Con historias similares, Álvaro Fidalgo y Paulino de la Fuente coincidieron en las categorías inferiores de España y ahora lo hacen en la Liga BBVA MX. Sobre el centrocampista del América, que será su próximo rival, Pau lo tiene claro: "Le tengo mucho aprecio, es muy buena persona y muy buen futbolista. Espero que ganemos nosotros y que Álvaro no tenga su día [risas]".

En la previa del partido entre los azulcrema y los Tuzos, Fidalgo se deshace en elogios: "Pau aterrizó en México y fue llegar y besar el santo. Me da envidia que haya podido ganar ya un título [risas]. Hizo las cosas muy bien, sobre todo en la 'liguilla'. Le deseo siempre lo mejor, excepto este finde. Los América-Pachuca nunca defraudan; ellos tienen muy buenos jugadores, pero tengo debilidad por Luis Chávez".

La llegada de Álvaro Fidalgo a la Liga mexicana supuso el inicio de un camino que se ha convertido en habitual: futbolistas que destacan a edades tempranas y dejan destellos en LaLiga SmartBank están perfectamente capacitados para adoptar un papel protagonista en la Liga BBVA MX. Además de Paulino de la Fuente, jugadores como Jorge Meré, propiedad del América, pero cedido en el Cádiz, también han probado suerte al otro lado del charco, aunque con algo menos de fortuna. Así, el asturiano y el santanderino hablan de la experiencia como algo "espectacular", pese los casi 10.000 kilómetros de distancia.