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La vida de película de Edna Imade, entre una patera y los goles con los que espera a una selección: "¿España? No me ha llamado nadie"

La goleadora del Granada, revelación y en plena lucha por el Pichichi, atiende a Relevo antes de medirse al Atlético.

Edna Imade, jugadora del Granada, durante una sesión de fotos del club. /INSTAGRAM: GRANADA FEMENINO
Edna Imade, jugadora del Granada, durante una sesión de fotos del club. INSTAGRAM: GRANADA FEMENINO
Mayca Jiménez

Mayca Jiménez

"Edna, te necesitamos, gracias por los goles...", se escucha en el vestuario del Granada en cada partido. El equipo nazarí es el gran equipo revelación en esta temporada -7º en Liga F y en cuartos de final de Copa de la Reina-. Y buena culpa de ello recae en su goleadora, Edna Imade. Aunque el éxito de la sevillana va más allá del verde, con una historia de superación familiar que deja sin palabras.

Su madre huyó de Nigeria embarazada de Edna y su hermano, dio a luz en Marruecos y se montó con sus dos bebes -de cuatro meses- en una patera rumbo a España. "Después estuvimos en casas de acogida, con monjas y con gente que nos ayudaban. Más tarde, fuimos a Sevilla capital y luego, en 2005, a Carmona", cuenta la delantera del Granada en una entrevista con Relevo. En el municipio andaluz se asentaron para formar un hogar en el que cumplir todos sus sueños. Y así lo hicieron. Con el orgullo de quien canta un gol a la vida y celebra el triunfo de la solidaridad y la ayuda humanitaria.

Edna es mucho más que fútbol. "Si mi historia o la historia de mi madre, sobre todo, porque es ella la que ha sufrido todo, puede llegar a niñas o a gente que está en otros países y que vea esa historia de superación y de lucha que ha tenido mi madre y les sirva para, joder, dar el paso o para nunca rendirse, pues genial", indica, justo antes de enfrentarse al Atlético en Los Cármenes (18:00h, DAZN).

La sevillana sabe que tiene ante sí una nueva oportunidad de demostrar que su fútbol y el de su equipo se han ganado el derecho a soñar con la Champions. Y, de paso, seguir pidiendo a gritos, desde el verde, una llamada para ser internacional. Por el momento, podría serlo con Nigeria, Marruecos y España, pero ninguna de las tres federaciones ha dado el paso de ponerse en contacto con ella. A pesar de que lleva 11 goles en 14 partidos de Liga F.

¿Qué tal todo?

Muy bien, muy bien. He llegado de entrenar hace un buen rato, pero bien.

Jugáis este domingo ante el Atlético de Madrid en Los Cármenes y con esa opción de seguir acercándoros a la Champions. ¿Qué se respira en el vestuario?

Estamos motivadas. La verdad que para nosotros sería un sueño.Vamos a ir a competirle al Atlético de Madrid por esos tres puntos. Y sobre todo eso, que vamos a jugar en casa y vamos a ir a muerte a por ello.

El buen momento de este Granada no podría entenderse sin tu buen momento individual. ¿Cómo te encuentras tú?

Estoy haciendo algo que creo que ni nadie, ni yo misma, pensaba que podía conseguir. La verdad que, para mí, está siendo increíble y todo creo que es fruto del trabajo y de la constancia tanto mía como del equipo. También la confianza que me han transmitido. Contra el Eibar en el último partido que jugamos no marqué. Me hicieron un marcaje muy bueno, la verdad. Hay que admitirlo. Defendieron muy bien y me cubrieron muy bien. Espero que los goles vengan para el partido del domingo.

Al final, este año sobre todo, estoy notando la confianza del entrenador y de las compañeras hacia mí. Siempre me dicen 'Edna, te necesitamos', 'gracias por los goles'... Y la verdad es que eso me da fuerza. Aparte del buen rollo que hay con las jugadoras y con el cuerpo técnico, que eso también creo que influye tanto dentro como fuera del campo. Es verdad que yo también soy una persona muy alegre, muy feliz, que intento transmitir alegría. Y todo esto se transmite cuando jugamos.

Estás peleando por el Pichichi con Ewa Pajor, goleadora del Barça. Casi Nada.

Al final están en el Barça, marcan tres goles por partido y es muy complicado. Yo voy a seguir luchando. Voy a seguir ahí pico y pala para que no se relaje.

Me ha dicho un pajarito que eres una de las más 'personajes' del Granada.

(Risas). Sí, puede ser, puede ser. Es que me gusta hacer mucho el tonto, hacer reír a la gente. Me gusta contar chistes, como buena sevillana. Me gusta ver a la gente alegre.

¿Hay alguna anécdota que nos puedas contar?

Que no te puedo contar, hay unas cuantas. Siempre trato de traer algún chiste nuevo para hacerles reír y tal.

Has mencionado a Arturo Ruiz, que justo llegó el pasado verano al Granada como primer técnico. ¿Por qué es tan importante en todo tu éxito? ¿Qué ha hecho para cambiar todo?

Lo he dicho en muchas ocasiones. Arturo es una persona muy cercana, muy cariñosa. Siempre se preocupa por nosotras. Siempre mira por nuestro bienestar antes que por el de jugar al fútbol, en este caso. Creo que con él me entiendo muy bien. Es un entrenador que tiene las cosas muy claras y que intenta transmitirlo todo de forma clara y directa. Conmigo ha trabajado mucho el tema de análisis. Qué cosas mejorar, qué cosas he hecho mal y cómo evitar hacerlas. Son cosas que te ayudan y que te dan un plus también.

Con todo esto que no se ve y que implica el trabajo fuera del campo, ¿te sientes más futbolista?

Sí. Totalmente. Al final coges conceptos que quizás antes no tenías y que después de cogerlos mejoras en un perfil o en qué momento dar el pase o cosas así. Detalles que en acciones pequeñas del partido pueden marcar la diferencia y quizás pueda ser un gol.

Eres revelación y una de las estrellas de la presente temporada y eso ha hecho que se multipliquen las peticiones de entrevistas y apariciones públicas. Sobre todo por la increíble historia de superación de tu familia. ¿Estás siendo consciente de ese impacto que puedes tener como referente?

No lo había pensado. Pero si mi historia o la historia de mi madre, sobre todo, porque es ella la que ha sufrido todo, puede llegar a niñas o a gente que está en otros países y que vea esa historia de superación y de lucha que ha tenido mi madre y les sirva para, joder, dar el paso o para nunca rendirse, pues genial. Al final eso también puede ayudar a alguien a que siga luchando por sus sueños y por su familia también, como en mi caso. Es algo muy importante también.

¿Te ha llegado algún mensaje en este sentido?

Me han llegado muchos mensajes. Sobre todo gente de mi pueblo que sabe lo que ha sufrido mi madre, que son ellos mismos también los que nos han ayudado desde que éramos pequeños. Que nos han visto crecer y jugar al fútbol, tanto a mi hermano como a mí en las calles. Siempre me dicen que se alegran mucho por mí y por todo lo que mi madre ha conseguido con su incansable lucha. A mí me llena de orgullo la verdad.

¿Cómo llega el fútbol a vuestra vida?

En Sevilla, y en Carmona, que es mi pueblo, al final es muy típico apuntar a las niñas a clase de flamenco y recuerdo que mi madre me quería apuntar a baile o a gimnasia, pero a mí no me gustaba. Yo siempre jugaba en el recreo al fútbol y, entonces, el profesor de Educación Física le dijo a mi madre que veía coas en mí, que jugaba muy bien y que podía jugar en el equipo del pueblo. Ahí fue cuando empecé. Con seis o siete añitos.

Buen ojeador el profesor de Educación Física, ¿eh?

(Risas). Sí, sí. Se llama Pablo. Le decíamos Maestro Pablo.

¿Cómo fueron esos inicios?

Primero empecé con los niños en mi pueblo durante varios años. Y luego ya me dijeron que no podía seguir jugando al fútbol con los chicos. Me apunté a un torneo de fútbol sala, que había un equipo de chicas en mi pueblo y estuve tres años. En verano fuimos a ese torneo y un entrenador me dijo que yo tenía cualidades para ser futbolista de fútbol once, no de fútbol sala. A partir de ahí, me fui al Nervión y nada, ahí empezó todo. Con Bernardo y Mari, que son como mis padres futbolísticos.

¿Te fuiste a vivir a Sevilla o cómo hacías?

No. Iba en autobús y esto creo que no lo he contado nunca, pero estuve arbitrando. Arbitraba en categorías inferiores de infantil y tal. Y así yo me ganaba mis dinerillos. Fue como mi primer trabajo. Lo compaginaba con el fútbol y ellos me ayudaban, a lo mejor me recogían en coche alguna que otra vez. Por eso digo que, para mí, son como mis padres futbolísticos.

Eres una árbitra tapada...

(Risas). Sí, sí. Es que esto no lo sabe mucha gente. Tengo formación en arbitraje.

¿Tienes otra formación aparte de la de árbitra?

Sí. El año pasado hice un curso de quiromasaje y el anterior, cuando estaba en Cáceres, los dos años que estuve allí, hice el grado superior de deporte. Y descubrí que era lo que más me gustaba y que me gustaría dedicarme a ello, la verdad.

¿Has practicado con alguna compañera todo lo aprendido en el curso de quiromasaje

Sí, sí. Con algún trabajo he cogido a alguna compañera como conejillo de Indias.

Edna, tú te criaste en Carmona, pero naciste en Marruecos...

Sí. Antes de coger la patera, nosotros estábamos en Marruecos cuando éramos bebés. Nacimos allí, mi madre estuvo tres o cuatro meses y ya decidió coger la patera hacia España. Viajamos en patera, estuvimos en Algeciras y después en casas de acogida, con monjas y con gente que nos ayudaban. Más tarde fuimos a Sevilla capital y, luego, en 2005, a Carmona.

La historia deja sin palabras. Ahora que ya es adulta y lo hablas con tu madre, ¿qué sientes? Al final, tú eras un bebé, pero ahora que piensas en todo esto...

Yo cuando lo hablo con mi madre se me ponen los pelos de punta, la verdad. Pensar que por todo lo que ha tenido que pasar ella... Para mí es una luchadora. Sé que lo ha dado todo por nosotros y que si no fuera por ella no estaríamos aquí donde estamos. Entonces, para mí, mi madre es como un ejemplo a seguir.

¿Cómo fue tu infancia?

No pasamos hambre, nunca he pasado frío y todo es gracias a la gente que nos ha ayudado, que ha ayudado a mi madre, a mi hermano, a mí. Y que gracias a ellos estamos aquí y tenemos todo lo que tenemos gracias a ellos. Solo tengo palabras de agradecimiento.

¿A tu madre también se le ha pegado ese acento andaluz que tú tienes?

Ella no habla muy bien español, pero sí que es verdad que tiene palabras como en andaluz, con deje también andaluz. Es muy graciosa. Tiene una mezcla.

Nunca has sido internacional y tienes tres países en los que poder serlo. ¿Ha habido algún contacto con la Selección de España, Marruecos o Nigeria en este sentido?

No, no. La verdad es que no me ha llegado nada. Ojalá y pronto. Yo voy a seguir trabajando para que llegue y ya está. Solo queda demostrar en el campo que me tienen que llamar y ya está.

¿Tienes alguna preferencia? ¿España, que es el país donde te has criado? ¿Nigeria, de donde es tu madre?...

No sabría decirte. Estoy 50-50 un poco, porque no sé, con España, pues aquí al final es el país donde me he criado, donde he tenido mi educación y tal. Y de Nigeria es mi madre y mi familia.

Con la Eurocopa a la vuelta de la esquina y si sigues así, quién sabe...

(Risas). Bueno, sería una locura. Lo haría con el mayor orgullo, si es que llega. Con el mayor orgullo y con la máxima humildad que creo que tengo y lo trabajadora que soy. Si alguno me llama, pues lo que te digo, voy a tratar de demostrarlo y tratar de aportar lo máximo de mí.

¿Qué te dice tu madre cuando te ve en la televisión o en los medios como una estrella?

Siempre me llama y me pregunta que si he marcado gol. Ella es muy cristiana también y me manda muchas bendiciones, reza mucho por mí. Está muy contenta por todo esto.

Hemos hablado de la gran lucha de tu madre por llegar a España y te quería preguntar por el racismo que, lamentablemente, sigue existiendo aquí y en muchos países...

Yo personalmente no he vivido episodios de racismo como tal. Y fíjate que he sido árbitra, también futbolista y tal, y nunca, de verdad, nunca he tenido ningún problema de ese estilo. Y en ese sentido, bien. Luego, para esa gente que sigue insultando a la gente por su color de piel, que cambie su mentalidad, que somos personas, que nos corre la sangre por las venas, tenemos cinco dedos en las manos, tenemos nariz, tenemos ojos y todos somos iguales. No entiendo la gente que es racista. Y mandar un mensaje de apoyo sobre todo a la gente que lo sufre. Estamos en el siglo XXI y esto debería acabar de una vez por todas.

¿Qué sueñas tú en el fútbol?

Ganar un título de algo. Me encantaría. O jugar en el Champions o algo así. Me encantaría. O sea, tener ese ambiente de Champions para mí sería increíble.

Imagínate la Champions femenina en Los Cármenes...

Sería... Es que no sabría ni qué hacer, vamos. Sería increíble. Ojalá. Yo voy a tratar de hacer lo máximo para que el equipo llegue ahí.