BARÇA CAMPEÓN

La Alexia Putellas más goleadora se forjó con una petición a Lluís Cortés y una norma mental

La dos veces Balón de Oro suma 16 goles y está a dos de su temporada más anotadora.

Alexia Putellas celebrando uno de sus dos goles al Betis. /EFE
Alexia Putellas celebrando uno de sus dos goles al Betis. EFE
Sandra Riquelme

Sandra Riquelme

Corría el minuto 76 del partido entre el Betis y el Barça y Alexia Putellas —4 de febrero de 1994, Mollet del Vallès, Barcelona— marcaba el séptimo gol de las azulgranas: una pared, perfecta, con Esmee Brugts, que culminaba acariciando el balón, al palo largo de Noelia Gil, con el interior de la pierna derecha. La dos veces Balón de Oro alcanzaba los 16 goles en liga. Solo por detrás de la inalcanzable Ewa Pajor, que suma 23.

La interior del Barça, merece la pena destacar su demarcación en el campo por sus cifras anotadoras, ha multiplicado su olfato goleador. Esta temporada, Alexia Putellas está a tan solo dos goles, y falta una jornada, de su mejor marca personal en liga, los 18 goles de las temporadas 2020/21 y la 2021/22, cuando ganó sus dos Balones de Oro. Además, este curso, es la primera futbolista en alcanzar los dobles dígitos, tanto en goles (16) como en asistencias (11) de las cinco grandes ligas europeas.

Detrás de toda esta palabrería, hay un plan. "Tampoco hay mucho secreto, pero sí que hay cosas que han ayudado", cuentan sobre su capacidad goleadora los que mejor la conocen. Y señalan un inicio, la época de Lluís Cortés, durante las temporadas 2019/20 y la 2020/21.

En la primera temporada de Lluís Cortés como entrenador del Barça, Alexia Putellas marcó 10 goles; en la segunda, casi el doble: 18. La del Mollet del Vallès, obsesionada con la perfección, quería potenciar todas sus facetas del juego y comenzó a pensar en cómo hacerlo. Entonces, pidió participar en todas las jugadas de finalización, las dirigidas a las delanteras, en todos los entrenamientos. Ella siempre pedía quedarse, hasta que se convirtió en una más.

El segundo paso del plan pasa por su mente. La capitana del Barça, con menor vocación ofensiva que ahora, se dio cuenta de que en los partidos, como mínimo, disfrutaba de una ocasión de gol. Y empezó a obsesionarse, en el buen sentido de la palabra, que tenía que ir para adentro. Sabía, por su posición y funciones, que no le iban a llegar tantas ocasiones de gol como a otras compañeras, entonces, la que tuviese, tenía que ser gol.

Ahora, Alexia Putellas disfruta de cifras de delantera y ya casi nadie se ha acordado de cómo era la Alexia Putellas que no metía tantos goles y siguen, seguimos, normalizando lo extraordinario.