Goleada en el Camp Nou y otro récord para el Barça

30-1. Este ha sido el balance de ocasiones de gol en un partido de Champions muy sencillo para el Barça. El equipo azulgrana bailó a su antojo a costa de un Rosengard cautivado por el ambientazo del Camp Nou, que sigue sumando marcas a su colección en el fútbol femenino. Las de Giráldez golearon y cierran la fase de grupos de esta Champions como líderes de su cuadro y dominando casi todos los registros: goles (29), siendo el equipo con más tantos en una fase de grupos, disparos (161), precisión en el pase (87), posesión (62,5%)...

Las catalanas dieron un golpe de autoridad. Otro más. Y dejaron un partido festivo en el Camp Nou. Porque Papá Noel se adelantó y dejó regalos especiales al fondo de las mallas para Oshoala e Irene Paredes, que se estrenaron como goleadoras en el templo culé. También para Vicky López, que debutó en este escenario como jugadora (hombre o mujer) más joven del Barça en Champions, o de Rolfö, Mapi y Torrejón, que también se comerán el turrón tras un gol en el Camp Nou. Sin duda, un partido para coger confianza y poner el broche de oro al 2022. Ahora, las azulgranas esperan rival en el sorteo de cuartos, con Olympique de Lyon, Roma, Wolfsburgo, PSG o Chelsea como posibles cruces de cara a la próxima ronda.

Pero... ¡Qué hiciste de nuevo Mapi León! Otra vez. Otro golazo de falta. Y ya van tres en esta temporada. Sí. Mapi León es una de las centrales con mejor golpeo de balón del mundo. Sus centros medidos desde el córner y sus golazos imparables en jugadas a balón parado le dan forma a una futbolista muy completa. Porque Mapi defiende, lidera la salida de balón del Barça y también golea. Y de qué forma. Su disparo esquivó a la barrera y entró ajustado al palo por donde Mukasa poco podía hacer. Espectacular. Nada más.

Es muy complicado plantarle cara a este Barça. Lo intentó el Rosengard, pero las suecas siguen siendo poco equipo para un cuadro azulgrana que ha superado el récord de goles anotados (29) en una fase de grupos de la Champions. También es el cuadro que más dispara y que más posesión ha tenido en esta ronda. Un dato que consuela a un Rosengard que apenas pudo resistirse diez minutos. Los mismos que tardó el conjunto local para encarrilar un partido en el que no hubo ni un atisbo de duda para las de Guiráldez.

No Aitana, no party. La catalana estuvo de dulce una vez más en un encuentro en el que deleitó con su juego y pases mágicos. El 4-0 llegó tras uno de ellos, tras un taconazo con el que le dejó en bandeja el tanto a Rolfö. La mediocentro azulgrana sigue sumando galones en un equipo en el que hay más rumbo con sus botas sobre el verde. La madera, con un chut al larguero, le privó de un gol para redondear la fiesta. Aunque las sensaciones no cambian y dejan una idea clara: balones a Aitana.

Oshoala es de esas jugadoras que dan una de cal y otra de arena en cada partido. La nigeriana es capaz de marcar goles acrobáticos o protagonizar carreras de infarto. Y también de fallar las ocasiones más claras. Su portento físico la hace desequilibrante, pero sus fallos en los últimos metros mantiene la duda sobre ella. Pese a esto, la delantera del Barça se marcha a las vacaciones de Navidad con muy buen sabor de boca. Se estrenó en el Camp Nou y anotó un doblete. Un dato más que suficiente para cumplir en este último encuentro, pero que no logra despejar ese runrún que dejan sus actuaciones partido tras partido. Si bien es cierto que se echa de menos a la mejor Oshoala, la nigeriana intenta resarcirse de las críticas en cada partido. Sus dos goles ante las suecas son prueba de ello.

Hay partidos que van más allá de lo que hay en juego sobre el verde. Y el Camp Nou sabe muy bien lo que significa esto cada vez que abre sus puertas al fútbol femenino. Porque daba igual que fuera miércoles, que se jugar a las 21:00h y que el Barça sólo se jugara ser primero de grupo, con el pase a cuartos en el bolsillo. 28.720 personas se dieron cita en un Camp Nou, que acumula otra marca: segunda mejor asistencia en una fase de grupos (la más alta son los 46.967 ante el Bayern). Y no hacía falta nada más que mirar las caras de ilusión de las jugadoras del Rosengard antes de empezar el partido. No lograron un buen resultado en el marcador, pero consiguieron sumar una experiencia inolvidable en un estadio de primer nivel como el templo culé.