Ariadna Sáez y la dificultad de ser portera: "He tenido entrenadores que les he dicho 'hoy quiero entrenar esto y esto' y me lo montaba yo"
La jugadora de Saiyans FC de la Queens League fue la protagonista de 'Quiero ser como'.

Ariadna Sáez no es una jugadora cualquiera. Ahora es la portera de Saiyans FC de la Queens League, pero antes de llegar aquí llegó a ser la máxima goleadora y, a su vez, la portera con menos tantos encajados cuando jugaba en el infantil del Vilassar de Mar. En el mismo club coincidió con Ona Batlle. "Creo que estuvo hasta los 12-13 hasta que se fue al Barça. Con el femenino venía a los partidos que necesitábamos ayudita. Tenía otro ritmo ya de pequeña. Nos traía otro ritmo de competición", recuerda la nueva invitada de 'Quiero ser como'.
"Desde los nueve años soy igual de alta que ahora. Les sacaba a todas una cabeza, me solían poner de delantera, pero me ponían en otras posiciones. Me venía alguien, le ponía cuerpo, me quedaba sola y marcaba", cuenta la guardameta sobre su primer año en el club y sus inicios en el fútbol. Durante la segunda temporada, la portera de su equipo se lesionó y ser "la típica que no le da miedo el balón" y tirarse "de cualquier manera" hizo que terminara defendiendo la portería del Vilassar de Mar: "Aquel año estuve en el infantil B jugando de jugadora y en el infantil A como portera. Acabé como máxima goleadora con el infantil B y portera con menos goles en el infantil A".
Pero no todo fue negativo. El año se afianzó como portera, recibió la llamada del Barça y del Sant Gabriel, a quien aceptó la propuesta. "A las tres semanas llega un fax para que fuera a hacer las pruebas al Barça. Mis padres me decían que no porque ya habíamos dicho que sí". Después de dos semanas de pruebas con el conjunto culé, le dijeron que lo más probable era que la cogieran para las categorías inferiores: "Muy a mi pesar en ese momento, fui al San Gabriel, cosa que agradezco porque en aquel momento el Barça tampoco estaba impulsando tanto al femenino".

El Espanyol y un mercado infernal
Tras pasar por el Sant Gabriel, la llamada de Joan Bacardit hizo que Ariadna fichara por el Espanyol donde estuvo cuatro años. "No llegué a debutar en el primer equipo porque nadie se hizo daño y al ser portera, pues..", bromea sobre su puesto. Aunque hablando más en serio, cuenta que se le ha hecho difícil sentarse en el banquillo, algo que ha llevado mal. "Creo que ya he tenido mis momentos de estar sentada. Ya llega una edad, con 26 años, que yo quiero jugar y ya. Está muy bien estar en un equipo pero creo que tengo las cualidades para en algún equipo jugar de titular. Yo ahora lo veo de esta forma. Es un proceso de aprendizaje".
Se marchó al CE Europa, donde jugó dos temporadas y en el mercado de invierno no pudo volver al Espanyol después de que el tiempos se le echara encima tras pedir la baja: "Tardan mucho en dármela, fue un follón. Cuando la consigo informo al Espanyol en el último día de mercado y me dijeron que habían ocupado mi plaza con una extremo", cuenta la portera.
Además, en el conjunto catalán coincidió con Mimi: "Las primeras jornadas estaba en disputa pero luego se asentó ella en portera titular y yo no estaba para no jugar. Hablé con el entrenador del Espanyol, que además ahora está en la Queens, y me dijo que me quería y demás". A pesar de mantener esa rivalidad por competir por el puesto, guarda un gran recuerdo de la exguardameta, ahora ya retirada: "Es la portera de la que más he aprendido y es una compañera muy top. Estaba muy pendiente de mí y de hacerme sentir a gusto. Yo llegaba algún día y estaba chinada pero ella era tan maja que me ayudaba y se me pasaba".
Ser portera y montarse los entrenamientos «sola»
"A nivel de preparación física necesito tener más fuerza de piernas para poder compensar esta altura que no tengo con mi salto. El otro día Unai Simón falla un pase y nadie habla de los porteros. Falla Sandra Paños en la Eurocopa y todo el mundo se le echa encima. Es algo que va con la posición y no con el sexo", se sincera Ariadna.
Además, también recuerda el momento en el que Sandra Paños pasó a ser suplente durante el Mundial, opinando desde su perspectiva de compartir el mismo puesto que la guardameta del Barça: "A parte de malísima suerte, poca empatía por parte del entrenador (Jorge Vilda). Es como hay que señalar a alguien y antes de señalarme a mí te señalo a ti. Es una decisión que se puede tomar, que estás expuesta a que se tome y encima resulta que la que entra en tu posición juega bien".
Para llegar a ser porteras de primer nivel, como en su caso o en el de Paños, Cata Coll y Misa, ha habido muchas porteras que han tenido que aprender sin un entrenador específico y cualificado para entrenar a porteras: "Ellos llevan muchos más años de entrenamiento y en el caso de los porteros, de entreno específico. Muchas de las que han llegado a primera división y que todavía no conocemos seguro que han estado muchos años sin entrenador de porteras. Muchas cosas las han tenido que ir aprendiendo ellas o teniendo un entrenador a la semana o viendo vídeos de los chicos".
Ella tuvo la suerte de poder contar con alguien que le "formara bien" durante la época de aprendizaje. "He tenido entrenadores que les he dicho 'hoy quiero entrenar esto y esto' y me lo montaba yo", confiesa la portera de Saiyans FC.