ENTREVISTA

'El Galgo' Jonás Gutiérrez se refugia de nuevo en el fútbol: "Con la cabeza lo he pasado peor que con el cáncer"

El jugador argentino, que superó un cáncer en 2014, vuelve a los terrenos de juego después de un tiempo buscando "encontrarse" y lo hace en el equipo del lugar donde lo ha conseguido.

Jonás Gutiérrez, en mayo de 2024, en un homenaje del Newcastle. /Getty
Jonás Gutiérrez, en mayo de 2024, en un homenaje del Newcastle. Getty
Lorena González

Lorena González

El 'Galgo' Jonás Gutiérrez (05/07/1983, Buenos Aires, Argentina) sabe mucho acerca de cómo driblar obstáculos. Con tres años sufrió una parálisis del lado izquierdo del cuerpo, y tiró del fútbol como salvavidas al que agarrarse. Lo mismo cuando en 2014 le diagnosticaron un cáncer. Por entonces militaba en el Newcastle y en la selección argentina, con la que fue al Mundial 2010.

Antes lo había hecho en el Mallorca y después en el Deportivo de la Coruña. Se retiró hace cuatro años, pero le ha vuelto a 'picar el gusanillo', ya con 41. La mejor terapia para volver a ser feliz. Esta vez lo va a hacer en el club de Las Toninas, un club amateur ubicado en la costa argentina. Allí confiesa que ha ido a refugiarse siempre que su cabeza le ha jugado malas pasadas. El fútbol y el mar vuelven a ser su 'cable a tierra'.

¿En qué punto te llega esta nueva aventura?

Cuando me retiré fue porque no lo estaba disfrutando ya, por todos los dolores. Los que hemos vivido de esto castigamos al cuerpo durante muchos años. Generalmente, desde pequeño venía a Las Toninas, una playa muy tranquila y le ,tengo un cariño especial. El otro día el técnico me planteó si quería sumarme y le dije que sí. Me parece una forma de devolver el cariño de la gente y lo que me brindó este lugar, donde he visto alguna vez a buscar paz y a acomodar la cabeza. Después iré viendo cómo va respondiendo el cuerpo.

¿Por qué en el club de Las Toninas?

No extrañaba el fútbol cuando lo dejé, pero sí el día a día de los compañeros, la adrenalina y la ansiedad de cuando vas a jugar un partido. Pasé por un proceso que, estando toda la vida haciendo una actividad, y todo lo que eso conlleva, es difícil encontrar algo que se asemeje. Pero bueno, estos lugares, a los que he venido cuando no me encontraba bien ni mental ni físicamente, me han ayudado mucho a volver a encontrarme.

¿Es el fútbol tu refugio?

Sí, el fútbol siempre fue un refugio. Es parte de nuestra vida. Nos levantamos, vamos a entrenar, comemos, entrenamos… Lo mamamos desde chiquitos, siempre estamos detrás de una pelota.

¿Cómo empezaste a jugar?

Arranco de muy chiquito en el fútbol porque tuve unas convulsiones febriles que me dejaron la parte izquierda del cuerpo paralizada por unos horas. Para que no quedaran secuelas, me mandaron hacer una actividad física. Mi madre me preguntó si quería ir a jugar a fútbol y le dije que sí.

Es decir, que ya desde pequeño la vida te iba a ir poniendo trabas para acercarte al fútbol aún más.

Eso te va marcando, soy mucho de pensar que las situaciones hay que buscarle el lado positivo. Toda experiencia, aunque no sea gratificante, es positiva. En ese momento pasé por eso desde muy chiquito, luego tuve el problema oncológico y tuve que buscar las herramientas, con otros temas que sigo trabajando en terapia, etc.

¿Cómo se dio tu llegada al Mallorca?

Yo estaba en Vélez, el club donde me formé y me dio la oportunidad de cumplir mi sueño. Acabábamos de ganar el campeonato en 2005 y estaba Cúper en Mallorca. Surgió la posibilidad, ya tenía ganas emigrar al futbol europeo y contactaron con Vélez. Anteriormente, había declinado otro equipo. Había muchos argentinos y siempre escuchábamos sobre la isla, que dicen que quien la pisa, siempre quiere volver. De hecho, yo sigo teniendo mi casa allí.

¿Qué recuerdos de España conservas con especial cariño?

Mi mejor recuerdo de España es la isla, es un lugar maravilloso y paradisiaco. Me quedo con el partido que me marcó mucho cuando marqué el gol contra Osasuna y me puse la cara de Spiderman. Por todo lo que se generó después, llegué a Inglaterra y todos me conocían como Spiderman y me empezaron a llamar todos así. Estando en el Mallorca, además, me convocan con la selección argentina. No fueron años fáciles porque alguna vez teníamos que pelear por el descenso, pero salíamos a disfrutar.

¿No te quedaste con ninguna espinita clavada?

Quizás cuando estaba en España me vinieron a buscar otros clubes como el Sevilla y el Valencia. El Sevilla me seducía mucho, pero de chico tenía el sueño de jugar en la liga inglesa. Yo creo que, de seguir en España, hubiese seguido en el Mallorca.

Jonás Gutiérrez se siente un privilegiado, al ser entrenado por Maradona y jugar con Messi en el mismo Mundial. Relevo

Y Maradona te lleva al Mundial de Sudáfrica. ¿Qué tal fue aquella experiencia?

Personalmente, no lo conocía, llegó a la Selección después del Coco Basile, que fue quien me convocó por primera vez para la selección. Llegó el Diego y se creó un vínculo muy estrecho con él, me puso de titular, y siempre ha tenido palabras increíbles como persona y sobre lo importante que era como jugador en su selección. Todo eso me marcó mucho. Haber ido a un Mundial con el Diego de técnico y con Messi de jugador, me hace ser un privilegiado.

¿Qué aprendiste del Diego?

Todo, era escucharlo y aprender, porque también hablaba muy abiertamente de lo que él había pasado, lo que había hecho mal o en lo que se había equivocado. Tenía una fuerza de resiliencia increíble, se había recuperado de estar en lugares muy oscuros. Su vida siempre fue una lucha de muchas cosas de las que siempre se reponía.

¿De Messi qué es lo que más te impactó?

Dentro de la cancha y conviviendo todos los días lo ve como un par, es un chico divino, de hacer bromas… Se veía que aunque era uno más, por lo sencillo que es, en un rectángulo veías cosas que nunca nadie le vi a hacer, incluso en los entrenamientos. Como lleva la pelota, el dribling que tiene, la visión de juego que fue aumentando el juego, fue más asistente... Los cambios de dirección, parece que lleva la pelota pegada. Ni de cerca me ha tocado ver a alguien parecido. Está un escalón por arriba del resto, y eso que he podido compartir con Di maría, Lavezzi, Higuaín o Agüero, que son tope de gama, pero Leo está más arriba siempre.

En 2014 te diagnostican un cáncer testicular. Antes, tú acudes al médico por un golpe en la zona. ¿Fue esa la causa?

No, a partir del golpe se me crea una molestia, un dolor, y le digo al médico del club en Inglaterra, donde no hacen medicina preventiva, así que hasta que no ven un problema físico… Y no veía nada, en la tercera vez que fui ya hubo una inflamación y me mandaron un estudio más exhaustivo. Ahí me detectan el cáncer y los médicos me dicen que no se dispara por un golpe, pero para mí encendió una alarma o prestar más atención a esa zona. No se sabe, pero justo se dio a partir de un golpe. Vino bien porque me hizo darme cuenta de ello.

¿Tuviste miedo en algún momento?

No tenía miedo a morir, sino incertidumbre por no saber. Ahora tienes más información, antes decías cáncer y todos lo asociaban a la muerte, no todos los cánceres son iguales. Lo que más me generaba era incertidumbre por no saber qué era, qué pasaría, si iba a volver a jugar… Pensaba que la quimio iba a ser meterme en una cámara, con tubos… Y nada parecido con lo que es.

Jonás Gutiérrez, su cáncer y la recuperación tras la quimioterapia. Relevo

La enfermedad y la 'quimio', ¿no te dejaron secuelas? ¿Volviste a ser el de antes?

Es agresiva, perdí el pelo, las cejas, la medicación es muy fuerte y tenía mucho cansancio, algunas veces vomitaba. El médico me dijo que al haber sido jugador de fútbol tenia el cuerpo acostumbrad a meterle caña y lo podía llevar mejor. Me dieron mucho corticoide y me hinché mucho, estaba pelado… Pero a partir de acabar la quimio, empecé un proceso de recuperación, costó porque hacía mes y medio que no hacía actividad, no tenía fuerzas con la quimio. Las primeras semanas fueron las más difíciles. Una vez pasó el tratamiento no volví a sentir diferencia. Lo único que ya era más mayor.

Jonás Gutiérrez reflexiona sobre la muerte. Relevo

Empezaste a disfrutar más la vida y decías que no tuviste miedo a morir. ¿Tu relación con la muerte también cambió?

No conozco a nadie que le haya escapado, es algo que está ahí y a todos nos va a llegar, hay que tratar de disfrutar. Cuando me tocó no pensaba en que me iba a morir, después me ha tocado, sin pasar por problemas de enfermedad, con temas que uno no está bien de la cabeza y piensa cosas más, y lo pasas peor que con el cáncer. La cabeza rige y manda, un pensamiento negativo se puede volver una bola grande y difícil de sobrellevar. No me detengo a pensar en la muerte en sí, sino en disfrutar el día a día, agradezco cada vez que me levanto. La enfermedad me agarró en un momento en el que el futbolista se cree que es Superman y no le va a pasar nada, pero uno se da cuenta de que le puede pasar a cualquiera. Con 18 años siendo futbolista ya te encuentras viviendo cosas de adulto, entras en una vorágine difícil de explicar.

¿Se podría decir que el fútbol siempre te 'salva'?

No sé si la palabra es salvarme, siempre me abrazó el fútbol, es parte de nuestra vida, imagínate que arrancas a los tres años. Era estar en casa e ir al club todos los días. Cuando me tocó la enfermedad, sabiendo que quería volver a jugar al fútbol. O ahora que me llega esta posibilidad, y siempre hay momentos en los que uno se abraza al fútbol.

¿Las ganas de ser entrenador se te han ido?

Hoy por hoy no me lo planteo, uno lo tiene por las dudas del día de mañana, pero el fútbol demanda mucho, tiempos, horarios, más siendo entrenador que tiene que pensar en 25 cabezas distintas.